La ucraniana Yaroslava Mahuchikh, de 22 años, se llevó el oro en los Juegos Olímpicos en la prueba de salto en alto femenino con un primer intento de 2 metros, superando a Nicola Olyslagers. También en París, hace apenas un mes, había batido el récord del mundo con 2,10 metros. Sin embargo, no solo su éxito deportivo ha llamado la atención, sino también su peculiar método de relajación que parece haberla ayudado a alcanzar la gloria.
Los atletas a menudo deben soportar largas esperas en el estadio entre competidores, y el salto de altura no es una excepción. Durante estos periodos, cada atleta emplea diferentes métodos para mantener la concentración. En el caso de Mahuchikh, su tiempo de inactividad incluye una bolsa de dormir en la que se recuesta para enfocarse y relajarse.
“Me siento cómoda cuando me acuesto y, a veces, puedo ver las nubes”, declaró Mahuchikh después de ganar el oro, cuando le preguntaron sobre su rutina entre saltos. “A veces puedo contar números, 1, 2, 3, 4, o respirar, inhalar y exhalar. Es como relajarme y no pensar en que estoy en el estadio”.
Serhii Stepanov, quien la entrena junto con su esposa Tetiena Stepanova, le sugirió que estar sentada demasiado tiempo entre saltos permitía que la sangre se acumulara en las piernas de Mahuchikh. Por eso, cada vez que Mahuchikh entra al área de salto alto en una competencia, lleva una mochila que contiene una esterilla de yoga, su bolsa de dormir y un cambio de calcetines.
Un informe sobre su táctica inusual descubrió que los saltadores de altura pueden enfrentar esperas de hasta 20 a 30 minutos. La medallista de plata, Olyslagers, se mantiene alerta escribiendo en un diario mientras sonríe, pero Mahuchikh prefiere relajarse acurrucándose en una bolsa de dormir comprada en una tienda que vende objetos de camping.
La joven de 22 años admite que cada temporada adquiere una nueva bolsa de dormir y ofreció una visión sobre el porqué en una conferencia de prensa el domingo: “Es realmente difícil. Pero aconsejo a todas las chicas tener esta esterilla y manta porque es realmente cómodo acostarse en diferentes climas; cuando llueve, está bien”.
Es probable que otras atletas -no sólo de salto- comiencen a imitarla en el uso de la bolsa de dormir, luego de verla en el podio de París 2024. Aunque está claro que Yaroslava es mucho más que un método de relajación previo a competir.
La ucraniana era la favorita para quedarse con el oro, se ve que París le sienta bien a la saltadora, porque el 7 de julio de este 2024 batió en el estadio Charlety, en la Liga Diamante, el récord del mundo de salto de altura que estaba vigente desde hace 37 años, desde 1987, cuando la búlgara Stefka Kostadinova llegó en Roma a los 2,09 metros.
En su debut olímpico en Tokio 2020, Mahuchikh se había alzado con el bronce por delante de sus compatriotas Iryna Herashchenko (cuarta) y Yuliya Levchenko (octava). Se trató de un hecho histórico, ya que la única otra ocasión en la que Ucrania había tenido tres mujeres en la final olímpica de salto de altura se había dado en Atenas 2004. Pues bien, Yaroslava voló aún más alto en Francia, después de descansar un rato en su bolsa de dormir.
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