La argentina Belén Casetta compitió este domingo en los Juegos Olímpicos París 2024 buscando clasificar a la final de los 3000 metros con obstáculos. Lamentablemente, no logró su objetivo y, visiblemente emocionada, expresó su frustración. “Pido perdón, nada más”, repitió varias veces en una entrevista con la TV Pública, después de concluir en la 34° posición en la clasificación general. La atleta terminó en el puesto número 11 de su serie, con un tiempo de 9 minutos, 34 segundos, 78 centésimas, quedando afuera de la pelea por medallas.
“Traté de representar a la Argentina de la mejor forma y fue un desastre. Le pido perdón a la gente que me estuvo siguiendo y que los hice madrugar al pedo”, sorprendió con el destemplado desahogo. Para Casetta, esta es su tercera participación olímpica. En Río 2016, había finalizado en la posición 45 con un tiempo de 9 minutos, 51 segundos, 85 centésimas, mientras que en Tokio 2020 ocupó el 36° lugar, terminando en 9 minutos, 52 segundos, 89 centésimas. No obstante, no pudo replicar sus registros top en París: “Hice mis mejores marcas entrenando y ahora me encuentro con esta marca pedorra”.
“Se me viene a la cabeza toda la preparación, soy yo la que estoy corriendo en la pista y no se me dio a mí. Fue mi culpa. Fui yo. Por lo que más sufro es por la gente que está atrás mío. Mi familia, mi hija que me acompañó... Y venir y obtener este resultado... Estoy enojada conmigo misma. Estaba muy bien, solamente les pido perdón por lo que acabo de hacer”, continuó con su autocrítica la atleta marplatense, de 29 años.
Sus expectativas de clasificación eran altas, pero una lesión inesperada entre finales del año pasado y principios de este año complicó su preparación. Aun así, Casetta fue de las últimas atletas en sumarse al equipo de 135 deportistas argentinos que se trasladaron a Francia, luego de mantenerse entre las 36 mejores del mundo en su disciplina, clasificando en la 33° posición por sus puntos acumulados.
Belén venía de un gran año 2023, en el que conquistó la presea dorada en los 3.000 metros con obstáculos en los Juegos Panamericanos y ganó el Olimpia de Oro, relegando a Lionel Messi. Para el atletismo argentino, significó el cuarto en su historia tras los conseguidos por Osvaldo Suárez (1958), Juan Carlos Dyrzka (1963) y Germán Chiaraviglio (2006).
Más allá de este premio, la vida de Belén estuvo marcada por el esfuerzo y la superación. Esa misma que, de la mano de sus mentores (Leonardo Malgor y Daniel Díaz), alcanzó ser una de las pioneras en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur 2010 con sólo 16 años de edad. A partir de allí, comenzó una carrera sobresaliente: ganó el Iberoamericano en 2016 y clasificó a los JJOO de Río 2016. Pasó el tiempo y en los Panamericanos Lima 2019 se subió al tercer puesto del podio hasta que, como sucedió con muchos atletas, la pandemia la golpeó con crudeza.
Cuando todo comenzó a paralizarse por el virus, ella estaba en Kenia, en un especial plan para entrenarse en la cuna de los corredores. Quedó varada, pero luego de una gestión pudo regresar al país. El calendario cambió y Tokio 2020 llegó en el 2021. Su resultado no fue el esperado y eso la hizo tener la necesidad de resetear su idea relacionada al deporte. Participó en competencias de triatlón y de carrera de montaña hasta que, en 2022, volvió a dar la nota en los Juegos Suramericanos de Asunción.
“Llegó el momento de bajarme del alto rendimiento por unos meses. Estoy feliz de contarles que se viene un nuevo integrante en mi familia”, dijo Belén una vez que se bajó del podio con la medalla de oro colgada en el pecho. Sí, corrió 3.000 metros con obstáculos con un embarazo de tres meses.
La marplatense nunca dejó de entrenarse y, con ayuda de sus médicos, readaptó los ensayos. Primero, para poder competir y clasificar a Santiago 2023, y luego del nacimiento de su hija Lina (15 de mayo de 2023), llevó a cabo su plan para correr en la cita que se realizó entre fines de octubre y principios de noviembre en la capital de Chile. ¿Cómo le fue? Clavó los relojes en 9:39.47 y bajó el anterior récord continental en casi dos segundos (9:41.45) que tenía la canadiense Geneviève Lynn Lalonde.
Con todas esas expectativas en el lomo, llegó a París. Por eso, la frustración, que no temió en hacer pública.