Luego del escándalo ocurrido en el combate de boxeo de la categoría hasta 66 kilos en París 2024, en el cual la pugilista italiana Angela Carini abandonó en el primer round la pelea ante la argelina Imane Khelif, el Comité Olímpico Internacional (COI) emitió un comunicado defendiendo a la deportista que en 2023 había sido descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) por no pasar las pruebas de elegibilidad de género al detectarle “elevados niveles de testosterona”. Tras el abandono, la europea realizó declaraciones que fueron recogidas por el medio de su país La Stampa.
“Quería subir al ring. Pensé en mi padre, que es un ejemplo de vida para mí, y en los esfuerzos que hice para estar aquí. Le pedí a mi padre que está ahí arriba que me dé fuerzas, pase lo que pase estaría a su lado. Mi padre y Dios eligieron este camino, por lo que a mí respecta respeto a todos mis oponentes. Pero en menos de un minuto, ya no tenía ganas de pelear. Recibí un golpe en la nariz y perdí el equilibrio, no respiraba así que dije basta”, argumentó Carini.
Al ser consultada por cuáles eran las sensaciones que la rodeaban y cómo seguiría desde ahora, fue contundente: “Ciertamente no me avergüenzo, ¿de qué tengo que avergonzarme? ¿Porque me di por vencido por no poder luchar? Eso no es vergonzoso, al contrario. Ahora digo adiós al boxeo”.
Respecto a su oponente argelina, Carini mencionó: “Me pregunté: ¿a quién me enfrento? Pero entonces no me corresponde a mí decidir. Quería sacar todo de mí, independientemente de la persona que tenía delante. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¿Para decir qué está bien y qué está mal? Somos atletas, no somos jueces. No soy nadie para juzgar. No soy nadie para tomar una decisión. Si esta chica está aquí debe haber una razón. Luché y subí al ring, como debía haber hecho. Nunca protesté. Nunca dije una palabra. Me adapto a las reglas, no decido. Aunque me hubieran dicho que no peleáramos, no habría aceptado. Nunca me he rendido. No hubo ninguna irregularidad”.
La italiana de 25 años, quien lloró durante la entrevista post pelea, aseguró que tampoco se quejó por su oponente ante su propio entrenador y que decidió abandonar porque los golpes de la argelina “eran muy fuertes”.
“Nunca experimenté nada similar. Recibí muchos golpes. Soy una luchadora y alguien que nunca se detiene ante el dolor. Con toda mi determinación y terquedad, no pude seguir adelante. Me duele muchísimo la nariz. Tengo el corazón partido. Soy una luchadora, mi padre me enseñó a ser una guerrera. Entro al ring con sangre en los ojos”, se autodefinió.
Una vez finalizada la pelea, Khelif quiso saludar a Carini, pero esta sutilmente se le negó. Sobre esa situación, aclaró: “Cometí un error, salí del ring por ira, pero no hacia mi oponente. Grité que no era justo porque me sacrifiqué por completo para estar aquí en mis primeros Juegos Olímpicos y, en cambio, no pude luchar”.
Carini remarcó que pretende alejarse de la polémica y no quiere agrandar el asunto, al mismo tiempo que no consideró su abandono como una derrota: “Estoy muy desmoralizada. Fui una gran mujer al decir que no, una gran mujer. Esto para mí no es una derrota. No perdí, simplemente me entregué con madurez”.
Este jueves, el COI sostuvo que “todas las personas tienen derecho a practicar deporte sin discriminación” y reafirmó que todos los participantes cumplen con las regulaciones médicas y de elegibilidad establecidas por la Unidad de Boxeo de París 2024.
En el comunicado, el COI detalla que “como en competiciones previas de boxeo, la edad y el género de los deportistas son los determinados por su pasaporte. Todas esas reglas se han aplicado a lo largo de más de 2.000 combates en el periodo de clasificación olímpica”.