Este miércoles fue un día memorable para el deporte argentino después de que José Maligno Torres se quedara con la 22° medalla dorada en la historia del país en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su excelente función en el BMX Freestyle lo transformó en el dueño del primer lugar, imponiéndose en la final a distintos competidores, entre ellos el campeón olímpico de Tokio 2021, Logan Martin.
Tras alcanzar una puntuación de 94.82 en su primera pasada, el Maligno se impuso en el podio al británico Darren Reilly (93.91) y el francés, Anthony Jeanjean (93.76), para coronar una vida repleta de sacrificios con el preciado metal. Su mellizo, Francisco, comparte la pasión por el ciclismo con él, pero debió apartarse de la práctica profesional por una lesión tras una competencia en Brasil que derivó en problemas en la espalda debido a la acumulación de golpes y escoliosis.
De igual manera, conoció bien de cerca lo que cedió su hermano para llegar a la cúspide de la disciplina. Y así lo contó en una entrevista con Radio La Red: “Competíamos juntos y viajábamos juntos. Hemos pasado hambre juntos. Íbamos a campeonatos y no teníamos para la comida. Destinábamos la poca plata que teníamos para inscribirnos en los torneos”.
Frente a esta declaración, se le repreguntó si llegaban al punto de que les doliera la panza por la falta de alimentos y Francisco contó una anécdota que reafirmó sus sensaciones: “Mi hermano ya competía. Nos fuimos a Santa Fe, mis padres nos ayudaban con lo que tenían. Fuimos con los pasajes de ida y vuelta y teníamos $100 en el bolsillo. La inscripción costaba eso, no teníamos más nada. Entonces, me acuerdo que uno de los patrocinadores de mi hermano pagó la entrada y yo pagué la mía con los $100 y nos quedamos en bolas. Esa noche nos dormimos con hambre. Al día siguiente, nos despertamos, me acuerdo que agarramos un pan que había ahí. Había un poco de gaseosa, pero todo el día tuvimos mucha hambre, y así competimos”.
“En ese momento, solo daban premios en efectivo. Me acuerdo que le dieron el efectivo a mi hermano porque ganó la competencia y le dije qué hacemos: ‘Vamos a comer’. Fue el choripán más glorioso en mucho tiempo”, agregó. En charla con DSports Radio, hizo hincapié en que José Torres debió ir a los torneos con molestias físicas para llegar a la cima del BMX Freestyle.
“El esfuerzo que tiene detrás Maligno es asombroso. Todos los deportistas luchan y se sacrifican, pero Maligno tuvo que afrontar lesiones. Ir muchas veces lesionado a competir, y la gente obviamente no lo sabe porque no es de publicar nada. Muchas veces iba con un inmenso dolor para poder conseguir los puntos a los Juegos. Su forma de ser es muy cabizbaja. Siempre me dice que ojalá pueda hacer algo bien. Él sabe que puede dar todo y sabe que está dispuesto a arriesgarlo todo, pero siempre es de ese modo”, expresó.
Por otro lado, señaló cuál fue la diferencia crucial para imponerse a los otros atletas en la pista de La Concorde 2: “Maligno siempre va muy alto, es algo que lo caracteriza. Se llevó el oro para casa por la altura, la prolijidad y la consistencia que tuvo”.
Tras ganar la medalla dorada, el nacido en Bolivia y argentino por elección (vive en Córdoba) señaló cómo le afectó que Francisco abandonara su carrera: “Toda la vida competimos con mi hermano. Estaba acostumbrado a viajar con él. Al estar los dos nos distraíamos y la pasábamos bien. Ya cuando me lo quitó la vida con respecto a la lesión que padeció en la espalda, viajar solo no era lo mismo hasta que lo pude asimilar”.
En charla con TyC Sports, confesó sus temores ni bien llegó a Francia: “Honestamente desde que llegué, desde el primer día tenía mucho miedo de lo que iba a pasar. No había competencia más importante en todo el planeta que ésta y sabía que tenía que morir acá”.