El enfrentamiento en los Juegos Olímpicos de París 2024 entre la italiana Angela Carini y la argelina Imane Khelif generó gran conmoción en los pasillos del North Paris Arena y en la esfera pública del boxeo internacional. Carini, de 25 años, se retiró apenas 50 segundos después de iniciar el combate, alegando dificultades respiratorias tras recibir dos golpes en la nariz. En declaraciones recogidas por La Gazzetta dello Sport, Carini expresó: “Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho. Sentí golpes muy fuertes, recibí golpes, soy una luchadora y mi selección lo sabe, soy alguien que aún ante el dolor nunca se detiene. Si paré lo hice sólo por mi familia. No soy nadie para juzgar, si esta chica está aquí debe haber una razón. ¿Fue un compate irregular? No soy quién para juzgarlo”.
El retiro de Carini se produjo en un contexto de polémica sobre la elegibilidad de Khelif para competir en la categoría femenina, dado que se había cuestionado previamente su nivel de testosterona. La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) había excluido a Khelif de las finales del campeonato mundial del año pasado en Nueva Delhi por esta razón, pero el Comité Olímpico Internacional (COI) había permitido su participación en París 2024. Esta diferencia de criterios entre las organizaciones exacerbó la controversia.
El presidente de la IBA, Umar Kremlev, había advertido sobre la situación: “A partir de las pruebas de ADN, hemos identificado a varios deportistas que intentaron engañar a sus compañeros haciéndose pasar por mujeres. “Según los resultados de las pruebas, se demostró que tienen cromosomas XY. Estos deportistas fueron excluidos de la competición”, sumó. Incluso la entidad volvió a expresarse después del escándalo, ratificando que el Comité Olímpico desoyó sus avisos.
El COI buscó defenderse de las críticas mediante un comunicado. “Todas las personas tienen derecho a practicar deporte sin discriminación. Todos los participantes en las competiciones de boxeo cumplen con las regulaciones médicas y de elegibilidad establecidas por la Unidad de Boxeo de París 2024. Como en competiciones previas de boxeo, la edad y el género de los deportistas son los determinados por su pasaporte. Todas esas reglas se han aplicado a lo largo de más de 2.000 combates en el periodo de clasificación olímpica”, rezó el escrito compartido en las redes sociales.
No obstante, surgieron voces discordantes desde el seno del mundo del boxeo. Por ejemplo, del ex campeón del mundo Maravilla Martínez, quen hizo público su desacuerdo con vehemencia en su cuenta en X (antes Twitter).
“La estupidez e incompetencia humana carece de todo límite. Parece que millones de años de evolución de nada sirven si dudamos que debemos ir al ginecólogo y al andrólogo y nada más. Parece que tenemos que perder vidas de mujeres para reparar algo que ya no tiene arreglo. COI, inútiles”, fustigó el deportista.
Cuando un seguidor refutó su mirada, alegando que Khelif “no es trans, es como el caso de la corredora australiana intergénero. Son casos muy excepcionales de la naturaleza (...), la tana igual tiró teatro, ¿nunca la noquearon?”, respondió: “¿Estás hablando en serio o es una ironía?”.
Y el ida y vuelta continuó. “Lo que me parece tremendo es estar debatiendo no sé qué cosa cuando las imágenes hablan por sí solas. ¿Hace falta chequear más? Fijate los cromosomas del ganador del combate. ¿Hace falta más?”, replicó ante el planteo de otro usuario. Y luego hizo una aclaración: “Hablé de cromosomas, no de hormonas”.
En declaraciones anteriores, Khelif había reflejado su indignación en su cuenta de Facebook, acusando a ciertos actores de conspirar en su contra: “Me dijeron que presentaba características que significaban que no podía boxear contra mujeres. Es un gran complot. Hay gente que ha conspirado contra Argelia para que esta bandera no sea izada y que no obtenga la medalla de oro”.
La inesperada retirada de Carini avivó la discusión en Italia sobre si debía competir. La Gazzetta dello Sport citó al director técnico de Carini, Emanuele Renzini, quien afirmó: “Angela recibió cientos de mensajes, también en las redes sociales, invitándola a no pelear por su seguridad y a dar una señal de protesta”.
Cabe recordar que Khelif, subcampeona en el Mundial de Estambul del 2022, ya había estado presente en Tokio 2020, aunque compitió en la categoría de peso ligero. Ahora, su presencia en París 2024 reavivó controversias del pasado, como las declaraciones de la boxeadora mexicana Brianda Tamara Cruz Sandoval cuando Khelif fue excluida del Mundial: “Cuando peleé con ella lo sentí muy fuera de mi alcance, me lastimaban mucho sus golpes, creo que nunca en mis 13 años de boxeadora me había sentido así, ni en mis sparrings con hombres”.
El COI ya afrontó otros escándalos en la presente edición de París 2024. Por ejemplo, con la participación del neerlandés Steven van de Velde, quien fuera condenado por la violación de una niña de 12 años y, tras ser liberado, se clasificó a la competencia de beach-vóley. El organismo derivó en el Comité Olímpico local la habilitación o no del atleta, quien para evitar mayores conflictos fue alojado fuera de la Villa Olímpica. No obstante, el día de su debut, recibió una estruendosa silbatina.