Luego del escándalo ocurrido en el combate de boxeo de la categoría hasta 66 kilos en París 2024, en el cual la pugilista italiana Angela Carini abandonó en el primer round la pelea ante la argelina Imane Khelif, el Comité Olímpico Internacional (COI) emitió un comunicado defendiendo a la deportista que en 2023 había sido descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) por no pasar las pruebas de elegibilidad de género al detectarle “elevados niveles de testosterona”.
Este jueves, el COI sostuvo que “todas las personas tienen derecho a practicar deporte sin discriminación” y reafirmó que todos los participantes cumplen con las regulaciones médicas y de elegibilidad establecidas por la Unidad de Boxeo de París 2024.
En el comunicado, el COI detalla que “como en competiciones previas de boxeo, la edad y el género de los deportistas son los determinados por su pasaporte. Todas esas reglas se han aplicado a lo largo de más de 2.000 combates en el periodo de clasificación olímpica”.
La disputa sobre la participación de la argelina Imane Khelif y la taiwanesa Lin Yu-Ting se enmarca en un contexto de enfrentamiento entre el Comité Olímpico Internacional y la Asociación Internacional de Boxeo. En 2023, el COI expulsó a la IBA de su seno debido a conflictos sobre la gestión y organización de las competiciones. Desde entonces, el torneo olímpico de boxeo es organizado directamente por el COI, que opera bajo reglas de género diferentes a las de la IBA.
El COI acusó directamente a la IBA de “una decisión repentina y arbitraria” al descalificar a las dos boxeadoras sin un debido proceso. Según el Comité, esa decisión fue tomada por el secretario general de la IBA y ratificada por su comité directivo. En su declaración, el COI calificó los ataques contra las boxeadoras como “abuso”.
La situación ha provocado una significativa controversia en el ámbito deportivo y mediático. Imane Khelif, boxeadora argelina, y Lin Yu-Ting, de Taiwán, han estado compitiendo en torneos oficiales hasta las recientes descalificaciones. En el comunicado, el COI insistió en que ambas “han sido víctimas de una decisión injusta”.
La organización insistió en su escrito con que la igualdad y el respeto a los derechos humanos siguen siendo sus pilares fundamentales. Respecto a la expulsión de la IBA, el COI explicó que fue una medida necesaria debido a la “falta de confianza en las estructuras de gobierno y la administración” de la asociación internacional.
Se espera que esta situación lleve a un debate más amplio sobre las reglas y regulaciones en el deporte, especialmente en lo que respecta a la identidad de género y la inclusión. La comunidad deportiva global aguarda con atención las decisiones que puedan surgir para evitar conflictos similares en el futuro. Los casos de Khelif y Yu-Ting ya han sentado un precedente y un debate que será largo.