José Maligno Torres logró una victoria histórica en la final de BMX freestyle de los Juegos Olímpicos de París y consiguió la primera medalla de oro para Argentina en esta competencia. Con una puntuación arrolladora de 94.82 en su primera pasada, el ciclista de 29 años dejó sin posibilidades a los otros ocho competidores que luchaban por el podio. La actuación de Maligno se llevó a cabo en la pista de La Concorde, donde salió en el segundo turno tras la apertura del letón Ernest Zebolds y el brasileño Gustavo Batista de Oliveira. Su desempeño inicial fue impresionante y lo colocó a la cabeza con una diferencia significativa. Su pase, libre de errores, se mantuvo insuperable a lo largo de la competición.
El australiano Logan Martin, uno de los favoritos al oro, vio sus esperanzas truncadas al sufrir una caída al final de su primera sesión, registrando un pobre 64.40 que lo dejó complicado en la clasificación general. De manera similar, el francés Anthony Jeanjean y el estadounidense Marcus Christopher enfrentaron problemas en sus primeras pasadas, obteniendo puntajes de 3.22 y 29.40, respectivamente, lo que prácticamente los eliminó de la lucha por el oro. El británico Kieran Darren Reilly fue uno de los pocos que se mantuvo cerca del puntaje de Maligno, con un impresionante 93.70 que lo situó momentáneamente en el segundo lugar tras la primera ronda. La segunda intervención de Maligno obtuvo un puntaje de 92.12, insuficiente para superar su propia marca, pero aun así suficiente para asegurarse la medalla de oro.
Al ser interrogado tras su increíble actuación, Torres expresó su alegría y dedicó su triunfo a su equipo y familiares, quienes lo apoyaron incondicionalmente en su carrera deportiva. “Es un sueño hecho realidad. Entrenamos muy duro para este momento y estoy feliz por poder llevar esta medalla de oro a mi país”, declaró visiblemente emocionado.
Por supuesto, también se refirió a su particular apodo. Cómo él mismo lo reconoció, se caracteriza por ser una persona graciosa acostumbrada a hacerle bromas pesadas a amigos o compañeros de la disciplina. “No voy a negar que me gusta hacer maldades...”, contó en una entrevista con el canal El Doce de Córdoba.
En este sentido, contó una de sus travesuras en la Villa Olímpica: “Las bicicletas son públicas y las usamos para desplazarnos. Pero con el correr de los días, otros países compraron candados porque te las pueden llevar, es norma”. Frente a esta situación, Torres decidió quitarle los asientos para impedir que otros atletas se las llevaran, pero seguía sin tener su transporte. Hasta que se cansó y le sacó las dos ruedas. Más tarde, vino la advertencia de las autoridades.
“Nos fuimos a dormir con las dos ruedas y cuando estábamos desayunando nos llega un audio que decía: ‘A los que sacaron las dos ruedas de las bicicletas que están abajo espero que no sean argentinos. En diez minutos queremos que estén las dos ruedas puestas, sino voy a ir departamento por departamento a buscarlas y si las encuentro...’ Terminamos de desayunar y fuimos corriendo a poner las ruedas”, cerró la divertida anécdota minutos antes de concretar el sueño dorado.
Rápidamente, su historia se volvió viral y en pocas horas apareció un video con el que se pudo comprobar su travesura. “APARECIERON LAS BICICLETAS SIN ASIENTO. La ligaron dos tenistas australianas de dobles. Es el mejor desenlace de anécdota de la historia”, publicó el usuario de X (antes Twitter) La Tortuneta.
“Aquí en la Villa, las bicicletas están destinadas a ser compartidas, pero algunas personas astutas trajeron sus propios candados o se llevaron todo el asiento de la bicicleta para que nadie más pudiera usarlas... pero estábamos apurados, así que tuvimos que hacerlo”, escribió en su historia una de las tenistas australianas, mientras se reía por la cómica situación que atravesó su compañera de equipo.