Los Juegos Olímpicos de París 2024 han entregado momentos apasionantes en Francia dentro de una cita que se extenderá hasta el próximo 11 de agosto. Y la pelea por las medallas no fue la excepción a la regla, donde un error puede costar muy caro, arriesgando la obtención de un metal que se pone en juego cada cuatro años. Eso acaba de suceder en la definición de este martes por el bronce del rugby seven en la rama femenina.
Australia y Estados Unidos llegaron a esta instancia, luego de perder las semifinales contra Nueva Zelanda y Canadá (las neozelandesas ganaron la medalla de oro por 19-12 ante las canadienses), respectivamente. El partido para definir el tercer y cuarto lugar llegó igualado 7-7 al segundo y último cuarto de siete minutos. A falta de 98 segundos para el cierre, Maddison Levy apoyó la ovalada en el ingoal y le dio una ventaja invaluable a las oceánicas para soñar con colgarse la presea (12-7). El fallo en la conversión de Tia Hinds parecía un detalle al lado del logro que se había conseguido.
Bajo ese contexto, las australianas reanudaron el juego con una patada larga desde la mitad de la cancha. Esa búsqueda fue el origen del milagro norteamericano para llevarse el encuentro 14-12 en los instantes finales.
Con sangre fría, Ariana Ramsey dejó picar la pelota en el Stade de France para facilitar el control. A continuación, Steph Rovetti comando el ataque definitorio, que incluyó una sucesión de cuatro pases hasta que buscaron a la heroína de la jornada. A falta de solo ocho segundos para cumplir el tiempo reglamentario, Alex Sedrick agarró la ovalada a pocos metros de su propio ingoal y se escapó de dos tackles rivales. A puro convencimiento, se impuso a la marca débil de Teagan Levi y Hinds, la que había errado la conversión, tampoco la pudo detener.
Sedrick emprendió una larga corrida, superior a los 80 metros, mientras sus contrincantes la miraban desde atrás sin siquiera ponerse a la par. Ya con el tiempo cumplido, la número 8 de los Estados Unidos se arrojó al ingoal para señalar un try clave bajo los palos (12-12). Ella se hizo cargo de una conversión muy sencilla para el 14-12. De esa manera, el elenco americano se quedó con su primera medalla de la historia en el rugby seven femenino y le arrebató una victoria que parecía asegurada a las campeonas olímpicas de Río 2016.
Las imágenes mostradas por las cámaras de TyC Sports dieron cuenta de la frustración de las jugadores australianas ni bien marcó el try Alex Sedrick. La facilidad de la conversión a poca distancia de los palos hacía presagiar la derrota de los oceánicas, y así lo expresaron con lágrimas, llantos y lamentos. El coach, Timothy Walsh, exhibió un rostro de incomprensión sin poder creer de qué manera se les había escapado la medalla de bronce en la última jugada del partido. “No te puedo creer”, remató el presentador, Gonzalo Bonadeo, frente al inesperado desenlace.
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