La jornada de los Juegos Olímpicos de París se paralizó con las finales de gimnasia artística. Es que la presentación de la emblemática Simone Biles acaparó la atención del público. Y la legendaria y múltiple medallista internacional comenzó su producción en la primera rotación con una puntuación de 14.900 (sus compañeras de equipo, Jade Carey y Jordan Chiles, sumaron 14.800 y 14.400, respectivamente).
En la segunda prueba, la que más puntaje cosechó del combinado de Estados Unidos fue Sunisa Lee, con 14.566, aunque la emblemática gimnasta oriunda de Ohio no se quedó atrás y recibió de los jueces una marca de 14.400; mientras que Jordan Chiles cerró con 14.366.
Para la tercera salida a escena, el elenco del país del norte ya se había garantizado el escalón más alto del podio gracias a la estética expuesta por Sunisa Lee (14.600), Simone Biles (14.366) y Jordan Chiles (12.733). Por lo tanto, la cuarta rotación sobre la pista sirvió para conocer qué seleccionado iba a acompañar a las estadounidenses en el podio, dado que el oro estaba garantizado.
Las italianas Manila Espósito, Alice D’Amato y Angela Andreoli se quedaron con la medalla de plata, en una cosecha histórica para la delegación europea; mientras que el bronce fue para las atletas de Brasil, Julia Soares, Flavia Saraiva y Rebeca Andrade.
Naturalmente, todas las miradas se posaron sobre la experimentada que tuvo su primera experiencia internacional en 2012, aunque Simone Biles saltó a la fama en 2013. Con solo 16 años, ganó dos medallas de oro en el Campeonato de Amberes, incluido el codiciado título del concurso completo. Allí presentó al mundo un movimiento pionero en el ejercicio de suelo: el Biles, un doble trazado con medio giro que ya forma parte de la historia de la gimnasia.
Con cuatro medallas de oro en el Campeonato Mundial de 2014 y otras cuatro al año siguiente, la joven estrella ya era una figura formidable en Río 2016. La leyenda de la gimnasia artística no dejó lugar a dudas y se colgó el oro en los ejercicios de salto, suelo, concurso completo y por equipos, además de colgarse el bronce en la viga de equilibrio.
La estadounidense continuó dominando la disciplina que ama, aunque tomó la decisión de tomar una pausa para priorizar su salud mental. En Tokio 2020, las expectativas iban en aumento, dado que en la capital asiática sumó dos medallas más, alcanzando la extraordinaria cifra de siete. Sin embargo, su decisión cautivó al planeta por retirarse de la mayoría de las pruebas alegando problemas de salud mental. Sus dificultades con los “twisties”, un bloqueo mental que la desorienta durante las maniobras aéreas, quedaron al descubierto.
Tras un importante paréntesis después de la cita en el país del Sol Naciente, donde contrajo matrimonio con el también atleta Jonathan Owens, la gimnasta recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de manos del presidente de Estados Unidos, Biden. Luego ganó cinco nuevas medallas, cuatro de ellas de oro, y alcanzó la cifra total de 30 medallas en su carrera en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística de 2023, desarrollado en Amberes, Bélgica.
En la actualidad, Simone Biles volvió a cautivar al planeta para llevar a Estados Unidos al oro en la Ciudad de la Luz. Un nuevo capítulo para su magnífica historia. Italia y Brasil también celebraron en el medallero.