El sentido discurso de Martín Demichelis tras despedirse de River: “Fui, soy y seré hincha, me desviví por el club”

El director técnico finalizó su vínculo con la institución con una victoria por 1 a 0 ante Sarmiento, en un Monumental que lo ovacionó en continuado

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En una tarde-noche marcada por las emociones, Martín Demichelis se despidió como técnico de River Plate con una victoria 1-0 ante Sarmiento de Junín, gracias a un golazo de Franco Mastantuono, la joya de 16 años a la que él se animó a darle rodaje. El partido, por la fecha 8 de la Liga Profesional, representó un homenaje en continuado al DT, de 43 años, que ganó tres títulos en su estancia de casi dos años en la institución (una Liga, un Trofeo de Campeones y una Supercopa local).

Después de los reconocimientos en el campo de juego, del grito del juvenil que le arrancó las lágrimas, de los abrazos con los jugadores, el cuerpo técnico, su hijo Bastian (juvenil de las Inferiores y alcanzapelotas) y los directivos, encabezados por el presidente Jorge Brito, el ex Bayern Múnich dialogó con los medios, pero no en el formato tradicional. Esta vez, no respondió preguntas, sino que realizó un emotivo discurso en el que recorrió sus vivencias en esta etapa que se cierra (todo indica que lo reemplazará Marcelo Gallardo, justamente, su predecesor).

En su alocución, el orientador evocó sus últimos tiempos como futbolista, en los que tanto Gerardo Martino en la selección argentina, como Manuel Pellegrini en el Betis, le auguraron futuro con el buzo y en el banco de suplentes. “Me tomé seis años para inspeccionar, para descubrir, debatir, para prepararme de verdad. Para lo que no me preparé  y me quedó ese ítem pendiente, es para este tipo de despedidas. Tampoco me preparé con un monólogo; le prometí a mi mujer sonreír y ser feliz. Fui, soy y seré hincha de River, y el club está por encima de todos los nombres. A pesar de las ganas y fuerzas, porque estaba convencido de los jugadores, es lo mejor para todos. Estaba convencido de que necesitábamos un partido para cambiar las energías. Ahora van a cambiar las energías, va a haber una sinergia entre gente, cuerpo técnico y jugadores”, prologó.

“Fue un verdadero placer, estoy eternamente agradecido. Me tocó vivir la transición más grande y difícil de la institución, no sólo por el entrenador que se fue, sino por los jugadores que han dejado una huella en el club. Desde que llegué a Argentina fui un mal marido, un mal amigo, un mal padre. Me desviví por River”, subrayó.

“Como siempre, el entrenador es el primero y máximo responsable, me hago cargo de la situación. Antes de este con Sarmiento, de los últimos tres partidos, haber sacado un punto de nueve, y las formas del equipo ante Godoy Cruz, no han representado el ADN riverplatense. Sé que cometí errores”, hizo su autocrítica.

“No me voy de River, porque soy hincha, socio; quien me acompañó en esta aventura fue mi mujer, que es una guerrera, y mis hijos, y se hicieron mucho más fanáticos. Me había quedado pendiente no haber podido volver como jugador, y créanme que haber vuelto como entrenador y haber sido campeón, por haber visto la felicidad de la gente festejando, fui feliz”, resaltó los aspectos positivos de su etapa y ató para siempre su corazón al Monumental.

* Las principales acciones del triunfo del Millonario como local

“Quien no me conoce puede pensar que voy a guardar rencor. Cuando se termina un ciclo es fácil enojarse con cualquiera de los que llevan adelante esta institución. Y yo les estaré siempre agradecido a Jorge Brito, a Matías Patanian, a Ignacio Villarroel, a Eduado Barrionuevo. A Enzo Francescoli y Leo Ponzio, quienes jamás fueron irrespetuosos. Muchas gracias a todos ellos. A todos los empleados, a todos los jugadores que me tocó dirigir. Quiero resaltar también el nombre de Marcelo Escudero, que hace un grandísimo trabajo en la Reserva”, continuó con la ronda de gratitud.

“Gracias River, gracias a todos los hinchas, a los que creyeron desde un principio, a los que creyeron menos, a los que dudaban y a los que apoyaron. Simplemente gracias. Gracias River, a los que alentaron de todo el mundo. River es monstruoso, es Mundial. Hasta la próxima, gracias”, concluyó, no sin antes remarcar que “clasificamos primeros en la fase de grupos de la Libertadores, para que se pueda definir el camino de local”.

En efecto, si termina de concretarse el retorno del Muñeco, tendrá ese bonus track: a partir de octavos de final, contra Talleres, siempre cerrará las llaves en Núñez. Si la gloria golpea las puertas en Núñez, allí también estará la huella de Demichelis.

El gol de Mastantuono desde las tribunas del Monumental
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