A los 24 años, Fernanda Russo acaba de terminar su participación en los que fueron sus terceros Juegos Olímpicos de mayores. Después de su estreno en Río 2016 siendo una adolescente, y tras la travesía que fue participar en Tokio 2020 en medio de la pandemia, la nacida en Córdoba pero riojana por adopción se dio el gusto de volver a competir en la cita multideportiva más importante del planeta.
Después de haber logrado la plaza en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 por la medalla de plata que conquistó en la capital de Chile, Fernanda compitió en París 2024 y terminó en el puesto 30 de la clasificación con un puntaje de 625.4 puntos. No pasó a la final de la disciplina, pero una vez que terminó la prueba remarcó el valor que tuvo para ella poder atravesar esta nueva experiencia luego de lo que sufrió post los Juegos Olímpicos en Japón.
“Hay medallas mucho más importantes que una medalla de oro. Yo estoy agradecida de poder estar viva, de poder disfrutar de la competencia. En los primeros 40 tiros pude dar la mejor versión de mi. Muy lejos quedó la Fernanda con pensamientos suicidas después de Tokio y creo que eso es lo más importante”, explicó Russo en diálogo con TyC Sports.
“La llamé a mamá y a todo el equipo. Una medalla hubiera sido increíble. La seguiré buscando hasta que, o no de más, o hasta que la consiga. Pero ver la cantidad de mensaje que tenía ese es mi premio”, agregó y remarcó la importancia que tuvo disfrutar de competir en el evento máximo para cualquier atleta de alto rendimiento.
“Cuando me abrazaron me dijeron ‘hiciste una prueba increíble’ y esto es todo lo que había. Me quedé vacía. Se ahora lo que es disfrutar unos Juegos Olímpicos, después del tercero. ‘Che, se puede mirar para adelante’ Hoy las lágrimas son de emoción. Somos nosotros los que estamos parados en la línea, los que quedamos solos. Desde mi lado me encanta poder compartir este tipo de experiencias. Damos muchas otras peleas. De gestión, políticas, de alto rendimiento. El alto rendimiento no entiende de errores o márgenes”, analizó sobre la situación que viven los deportistas en su preparación camino a buscar el mejor resultado.
“Quiero agradecerles a todos mis compañeros de facultad porque sé que están ahí. Me dijeron que se iban a levantar. A mi familia, a mi mamá, a todas mis primas, al Tiro Federal de La Rioja, al que nunca voy a dejar de representar aunque viva en Buenos Aires, al ENARD y la Secretaría de Deportes”, agregó antes de no poder ocultar las lágrimas y cerrar su charla con un mensaje de autosuperación.
“Y quédense con esto, porque yo hacía tres años cuando fue Tokio no podía pensar que mi vida podía seguir y yo vuelvo a mi casa y tengo una facultad donde ir, una familia que me quiere, un montón de amigos que me están esperando y la vida no se termina en la línea de tiro. Yo terminé de tirar y me sentía viva. Busquen eso, busquen vivir. El alto rendimiento es un regalo. Porque si no hubiese sido por mi equipo de contención no estaría acá y seguro no estaría respirando. Así que les mando un beso grande y gracias por bancarme siempre”.
Un ejemplo de vida fue el que dio Fernanda Russo tras una nueva actuación olímpica. Y también un claro mensaje para aquellos jóvenes que están iniciando en un deporte o que están atravesando algún proceso negativo, el mismo que ella atravesó y ahora logró superar para mostrar su felicidad plena.