Durante su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024, el atleta neerlandés Steven van de Velde fue recibido con abucheos por parte de los aficionados. Su participación genera controversia dado el historial criminal del jugador de beach vóley, quien en 2016 fue condenado a cuatro años de prisión tras declararse culpable de violar a una niña británica de 12 años cuando él tenía 19 años.
Van de Velde, de 29 años, representa a los Países Bajos junto a su compañero de 23 años, Matthew Immers. Ante la indignación por la inclusión del deportista en el equipo, el atleta fue expulsado de la villa de atletas de los Juegos Olímpicos. Pieter van den Hoogenband, jefe de su equipo, dijo que se tomaron “medidas” para asegurar la participación de Van de Velde, como su alejamiento de otros atletas y medios de comunicación. “Conocemos la historia de Steven. Fue reconocido culpable según el derecho inglés y cumplió su pena”, buscó bajar la efervescencia Michel Everaert, secretario general de la Federación Neerlandesa de Vóley.
La controversia creció al saberse que Van de Velde cumplió solo 13 meses de su sentencia en su país y que, según el Comité Olímpico Nacional de los Países Bajos, había completado un extenso programa de rehabilitación. Sin embargo, “los aficionados y grupos de derechos humanos han calificado la decisión como un ‘nombramiento vergonzoso’”, según señaló The Sun. En protesta, 81.000 personas firmaron una petición para prohibir la participación de delincuentes sexuales conocidos en los Juegos Olímpicos indefinidamente.
El ambiente no mejoró durante el partido inaugural contra Italia, cuando Van de Velde y Immers perdieron 2-1 en sets ante la pareja italiana Alex Ranghieri y Adrian Ignacio Carambula Raurich. “Creo que Steven es un muy buen ejemplo de quién es ahora. Lo que está en el pasado, está en el pasado”, dijo Matthew Immers en defensa de su compañero. “Tuvo su castigo y ahora es realmente amable. Para mí, eso es un gran ejemplo de que aprendió mucho. Por supuesto, lo que pasó en el pasado no está bien”, añadió.
La controversia también llegó a la popular comentarista de la BBC y olímpica Paula Radcliffe, quien inicialmente le deseó “la mejor de las suertes” a Van de Velde, argumentando que él había cambiado y ahora está casado. Sin embargo, después de recibir críticas, Radcliffe tuvo que disculparse públicamente.
Para evitar más polémica, Van de Velde fue escoltado a su llegada a París por un considerable equipo de seguridad y alojado en un hotel alternativo, alejado de la villa de atletas. Pero ya en el terreno de juego, el público marcó su descontento con su presencia.