Facundo Conte cambió varios hábitos de su vida hace ya un tiempo. Comenzó a meditar, se acercó al reiki y también modificó su alimentación. Eso fue clave en la construcción de una nueva versión para el “Heredero”, que comenzó a pensar más en el hoy. Vivirlo, disfrutarlo. Así se dará el gusto de jugar en París 2024, los que serán sus cuartos Juegos Olímpicos tras aquel estreno en Londres hace más de una década.
Un número fantástico para cualquiera, y mucho más para alguien que viene de conseguir el logro deportivo más grande de su vida hace tres años en un escenario que lo marcó para siempre. “Parecía que no iba a llegar nunca y a la vez no falta nada. Y pasó rapidísimo. Estoy muy contento, muy emocionado porque es mi cuarto Juego Olímpico. La verdad que suena y se me infla el pecho cuando lo digo porqueme llena de orgullo y de a la vez no incredulidad, pero como una sorpresa, porque no imaginé nunca en mi vida que esto iba a pasar”, le dijo Facu a Infobae.
“Iba a dejar la selección después de los Juegos pasados y acá estamos, tres años después, chocho y feliz de estar acá y de encararlo también con la certeza de que lo vamos a dar todo, de que todo es posible. Ya nos demostramos una vez que eso es efectivamente así. Entonces vamos justamente a eso, a darlo absolutamente todo y que la vida y el deporte nos sorprenda con lo que tenga”, agregó con una alegría que, desde la cara, se trasladaba por todo su cuerpo.
En los últimos días, la selección de vóley recibió una noticia fantástica. Por primera vez en la historia habrá un abanderado olímpico. Hoy, a Luciano De Cecco le tocará compartir la barcaza por donde navegará la delegación argentina sobre el Río Sena en la ceremonia de apertura de París 2024 con Rochy Sánchez Moccia, capitana de Las Leonas. Para Conte, eso fue otro galardón que consiguió el deporte que tanto ama y practica desde que es un niño luego del podio en Tokio.
“Que Luciano sea el abanderado también habla un poco, no habla mucho de eso, del momento que estamos pasando nosotros como selección de vóley. Es importantísimo. Es un momento muy bueno y deseamos poder sacarle el mayor jugo posible. Así que a vivirlo con todo. Con locura”, expresó sobre la nueva experiencia olímpica y la valoración de que De Cecco tenga el honor de portar la bandera.
En pocas horas, la selección de Marcelo Méndez volverá a jugar en el escenario olímpico. Pero este será muy distinto a lo ocurrido hace tres años en la capital de Japón cuando no había nadie en el estadio y aquel bloque de Agustín Loser contra Brasil retumbó casi tanto como el grito de papá Hugo en plena transmisión junto a José Montesano.
“No puedo creer que la única medalla olímpica que gané en mi vida haya sido un estadio vacío. Me parece casi una ironía. Pero acepto. Acepto bajo todo punto de vista. Ojalá que la vida nos tenga reservados un mimo más para este momento, porque es muy bueno”, relató mientras sus ojos proyectaban un gran futuro en la capital francesa.
“Estamos llegando mejor, creo yo. Estamos llegando en una situación mejor de la que llegamos a Tokio, lo cual no quiere decir absolutamente nada, porque todos los torneos hay que jugarlos y cada punto hay que jugarlo. Todo puede cambiar en todo momento, así que creo que vamos un poco a eso. No tenemos control de nada, tenemos solo el control del presente y lo único que vamos a hacer es tirarnos de cabeza a la pelota todos juntos e ir a por eso. Después las cuentas se hacen hacia atrás. Así que estamos muy felices todos y ansiosos de que esto empiece para ya justamente sacarnos esa presión que tuvimos la clasificación hace pocos días. Fue muy estresante porque bueno, no sabíamos hasta el último momento que iba a pasar y lo logramos. Cuartos Juegos Olímpicos consecutivos de Argentina”, añadió.
Es verdad lo que mencionó Facundo. A la selección masculina le costó más de lo que ellos esperaban asegurarse el boleto a París. Tuvo que competir en la Volleyball Nations League tras no lograr la clasificación en uno de los preolímpicos que se jugaron el último trimestre del año pasado, y por eso tuvo que jugarse su pasaje por sumatoria del ranking mundial.
Próximo a cumplir 35 años -el 25 de agosto-, Conte muestra su mejor versión. Es así porque él mismo se encargó de mencionarlo. A la pregunta de “¿En qué momento de tu vida estás?, esto respondió el 7 que tiene su número tatuado en el cuello.
“En el momento perfecto. Porque nada, es un momento muy lindo, como dije antes. No me esperaba estar acá y hoy estoy muy feliz de estar acá, a pesar de que pasaron tres años y parecía que no llegaba nunca y que parecía tan lejano. Y la verdad que es un orgullo increíble. A medida que pasa el tiempo, realizo más la locura y lo selecto que es que haya podido jugar tantos años en la selección y que esté yendo a otro Juego Olímpico. Entonces, intento entregarme con mucha pasión a eso y disfrutarlo. Intentar disfrutarlo, porque es fácil decir ‘no, bueno, lo importante es disfrutar’, pero yo tengo un nudo en la panza desde hace seis meses”, relató Conte hijo, que es parte de un selecto grupo de atletas en la historia que tiene una medalla olímpica como su papá.
“Desde el año pasado que no conseguimos la clasificación, que es un nudo de la panza. Pienso en eso y me agarro un calor en la panza así, porque la emoción no se pierde. Va a ser el cuarto, pero igual estoy emocionado, asustado, ansioso, igual que la primera vez, con la tranquilidad de que lo más importante es que dé mi máximo. Y eso por ahí antes, creo que la medalla me dio un poco esa ayuda para mantener la calma de haber conseguido lo que quería o lo que creía que quería o lo que se suponía que tenía que lograr. Fue logrado, entonces hoy creo que justamente el momento es diferente. La verdad que estoy muy feliz”, agregó antes de la despedida.
El estreno de la selección argentina de vóley por el Grupo C será frente a Estados Unidos, este sábado 27 a las 16 (hora argentina) y tres días más tarde se medirá con Japón (30 de julio a las 8). El cierre de la fase será frente a Alemania el 2 de agosto a las 4 de la mañana. Como el formato cambió y los combinados se dividirán en tres zonas de cuatro -antes eran dos grupos de seis equipos- se clasificarán a la fase final los primeros dos de cada zona y los mejores dos terceros. El Grupo A lo integran Francia, Eslovenia, Canadá y Serbia, mientras que en el B competirán Polonia, Italia, Brasil y Egipto.
Para Facundo Conte, la mesa está servida. Llegó la hora de disfrutar y de salir a la cancha. Parecía impensado para él tener un póker de Juegos Olímpicos en su historial. Lo logró y con la gloria eterna de tener una medalla en el corazón.