Mauricio Pinilla, quien ganó las Copas América de 2015 y 2016 con la selección de Chile, se apartó del fútbol profesional hace más de tres años después de jugar su último partido con Coquimbo Unido. Tras su retiro, enfrentó numerosos desafíos personales y de salud mental, sobre los que reflexionó tras su recuperación.
El ex delantero reveló que, a la edad de 20 años, sufrió su primera crisis de pánico y angustia. “He tenido que estar medicándome constantemente... En momentos de baja energía, me dieron estas crisis de angustia”, comentó en una entrevista reciente con Con Contenido. Pinilla detalló que fue ingresado en clínicas psiquiátricas en Santiago para tratar su depresión.
En su camino hacia la recuperación, Pinilla decidió someterse a un tratamiento y alejarse de los vicios, incluido el alcohol. “Estoy contento de que ya llevo ocho meses sin consumir alcohol”, afirmó. Esta decisión fue fundamental para que pudiera construir nuevos hábitos más saludables. “He tenido que hacer una vida mucho más sana, estoy cien por ciento dedicado al deporte, cien por ciento dedicado a mis hijos, a mis temas familiares, a mi trabajo”.
Pinilla también habló sobre su salida de la Televisión Nacional de Chile, donde era una figura destacada. Describió esta salida como un “baño de agua fría” y lamentó no haber podido continuar en el canal. Comentó que, aunque tenía muchas ganas de seguir trabajando, era necesario hacer una pausa. “Mi cabeza y mi cuerpo me dijeron ‘tienes que parar un poco’”, relató.
Durante su tiempo en televisión, Pinilla tuvo momentos complicados debido a su tratamiento. En un programa de ESPN, apareció notablemente cansado, lo cual fue evidente para el público. “Efectivamente fui a ese programa de ESPN en el cual me veía súper somnoliento”, reconoció. Además, en otro espacio, PH, conducido por Julio César Rodríguez, se encontraba en una situación similar. “No quería asumirlo, yo quería estar, quería seguir trabajando,” añadió, aludiendo a la necesidad de haber descansado más.
El enfoque principal de Pinilla en la actualidad es su familia, especialmente su madre, quien lucha contra una dura enfermedad: “Estoy dedicado a mi mamá, que está con un cáncer muy complicado en etapa cuatro”. Este compromiso con su familia ha sido un pilar fundamental en la mejora de su bienestar emocional y físico.
Pinilla mencionó también cómo la distancia de los excesos y la adopción de hábitos saludables le han permitido recuperar el equilibrio en su vida. “Estoy ciento por ciento dedicado a las cosas tangibles, las cosas que me dan algo especial para mi vida,” compartió. Este enfoque le ha otorgado no solo salud física, sino también emocional.
La historia de Pinilla es un claro ejemplo de resiliencia. Su testimonio ofrece una visión sincera y esperanzadora para quienes también luchan con problemas similares.
El ex punta, de 40 años, debutó a nivel profesional en la Universidad de Chile y luego tuvo pasos internacionales por Italia, España, Portugal, Brasil y Chipre. Fue bicampeón con su selección de la Copa América y se retiró en 2020 en Coquimbo Unido.