“Son muchas sensaciones. Es una mezcla de emociones. Se me vienen muchos recuerdos con esta camiseta. Uno está emocionado por todo lo vivido en este club”. Evidentemente conmovido por el fanatismo que tiene por Boca y su reciente desvinculación de la institución, Darío Benedetto brindó la última entrevista con el Canal oficial y se despidió de los hinchas.
El Pipa, que tenía contrato hasta fin de año pero llegó a un acuerdo con la dirigencia para rescindirlo de mutuo acuerdo, quedó en libertad y ahora buscará nuevos rumbos: “Estoy muy agradecido al club, a la gente. Me llevo los mejores recuerdos. Me superó todo lo que imaginé, desde mi primera llegada. Estoy muy agradecido a la vida de haber podido cumplir el sueño de vestir esta camiseta. Ahora seguiré como hincha. Ahora me despido como jugador”.
El Xeneize es el equipo en el que más partidos disputó en su carrera (171 en total, con 71 goles y 19 asistencias). Pero no todo fue siempre color de rosa para él: “Al principio me costaba. Recibí muchas críticas, estuve cinco partidos comiéndome goles abajo del arco. Luego me relajé. Lo vivía más como hincha que como jugador. Me dicen vende humo, pero yo soy enfermo por este club. Cuando me tocó los primeros partidos lo vivía como hincha y me costó”.
En tanto, puntualizó que un tanto que le convirtió a Quilmes le significó un punto de inflexión durante su estadía en la Ribera: “Ese gol cambió todo. Tuve más confianza. El gol que le hice a Palmeiras por las semifinales de la Libertadores 2018 es el que mas grité porque nunca tuve una lesión tan grande como esa. Me costó volver. No de dolor, sino de la cabeza. Mucho tiempo, siete meses. Me preparé para ese momento y luego me superó todo. Convertí dos goles y pasamos a la final”.
Con sus 71 tantos convertidos con la azul y oro, Benedetto igualó al brasileño Paulo Valentim en el puesto 19 de máximos artilleros de la historia: “Nunca me imaginé tener tantos goles con esta camiseta. Es otro de los sueños que cumplí. El dia de mañana podré decir que vestí la camiseta de Boca, que le hice un gol a River, le pude hacer goles a todos los grandes y jugué dos finales de Libertadores. Muchos dirán que se perideron, pero uno más que nadie las quiere ganar. Jugar una final es importantísimo. Es algo que me quedó pendiente, pero fueron momentos increíbles”.
Más tarde, añadió: “Nunca imaginé estar en una final de Libertadores, salir campeón con esta camiseta y hacer goles. Mi hijo, que es bostero como yo, lo vive de esa manera. Cuando sea más grande, entenderá lo que significa vestir estos colores y haber logrado lo que logré”.
Antes del adiós definitivo, les dejó un mensaje a los hinchas: “Les agradezco a todos, el cariño de ustedes me superó mucho. Soy el Pipa Benedetto por ustedes, por el escudo de Boca. Estoy eternamente agradecido por el apoyo, tanto en las buenas como en las malas. Perdón si me he equivocado, soy un ser humano y puedo cometer errores, pero siempre di todo por la camiseta, siempre quise lo mejor para el club”.
Aunque todavía no se confirmaron precisiones sobre su futuro, el delantero de 34 años podría marcharse a México, Estados Unidos o Nacional de Montevideo (jugará octavos de final de Copa Libertadores ante San Pablo). Lo concreto es que no se sumará a ningún equipo del fútbol argentino ya que en más de una ocasión aclaró que no tenía intenciones de vestir otra camiseta que no sea la azul y oro en el país.