“Hoy, el último baile, Ángel”. La previa de la final de la Copa América entre Argentina y Colombia carga con un clima de nostalgia por la despedida de Di María con la casaca de la Albiceleste, y el posteo de Claudio Tapia, presidente de la AFA, abonó esa atmósfera. Aún con las tensiones lógicas por el trofeo en juego, el delantero, de 36 años, disfrutará de un guiño conmovedor antes de que el árbitro Raphael Claus dé inicio a las acciones.
Entre las sorpresas que pautó la Conmebol para la gran final, que incluyen el himno argentino en la voz de Abel Pintos y el show de mediotiempo a cargo de Shakira (que estirará a 20 minutos el descanso entre etapa y etapa), incluye un pequeño homenaje al hombre del Benfica. ¿Se qué se trata? Mía y Pía, sus hijas, serán las encargadas de ingresar al estadio el balón del encuentro y entregárselo en las manos al juez brasileño. Es la misma función que en la semifinal cumplió Mirko, el heredero del conductor Marley.
En la victoria 2-0 ante Perú por la fase de Grupos, Fideo se había dado el gusto de pisar el césped de la mano de Mía, su hija mayor. “Fue un nomento inolvidable”, declaró entonces, en un cotejo en el que fue capitán ante la ausencia de Messi. Vale recordar que Ángel y su esposa Jorgelina enfrentaron un desafío significativo en 2013 cuando Mía nació prematuramente y con pronóstico poco optimista. Los médicos les advirtieron que existía un 30% de posibilidades de que sobreviviera. El suceso ocurrió mientras Di María, futbolista del Real Madrid, estaba en plena temporada, En los primeros meses, la niña sufrió una infección severa y una anemia, que requirieron de transfusiones para estabilizarla.
Después de 60 días en la unidad de neonatología y varios intentos de mejora, los médicos retiraron el respirador a Mía y la niña logró respirar por sí sola por primera vez. Esta recuperación fue un momento crucial para la familia.
Pues bien, antes de la final, lo acompañarán las dos niñas en su última presentación, pese que hasta su esposa Jorgelina intentó convencerlo de que siga un poco más, basándose en su gran momento futbolístico. “No imagino a la Selección sin Ángel, sinceramente. Y no porque sea Ángel. Como dice él, se quiere ir por la puerta grande. Yo al principio le decía: ‘No podés dejar ahora que estás re bien y que la gente te quiere. Ahora no dejes’. Y me dijo: ‘No, me quiero ir así, bien’. No quería que le pase lo de la otra vez, que lo dejaron de convocar”, se explayó en una entrevista.
Por otra parte, así como en la ceremonia inaugural Sergio Kun Agüero tuvo su protagonismo cuando llevó el trofeo más codiciado de la región al terreno de juego, antes del epílogo habrá cuatro glorias del fútbol sudamericano encargadas del ingreso del galardón. Por Argentina, lo harán Oscar Ruggeri y Claudio Paul Caniggia, bicampeones de América en 1991 y 1993, hito que puede repetir La Scaloneta. Y por Colombia estarán Iván Ramiro Córdoba y Mario Yepes.