Radiografía de Raphael Claus, el árbitro de la final de la Copa América entre Argentina y Colombia: fortalezas, debilidades y una curiosidad

El brasileño, de 44 años, está en el quinto lugar del ranking de la Conmebol y es profesor de educación física

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Sus asistentes y el equipo VAR también serán brasileños (REUTERS/Sergio Moraes)
Sus asistentes y el equipo VAR también serán brasileños (REUTERS/Sergio Moraes)

Raphael Claus, nacido el 6 de septiembre de 1979 en la ciudad de Santa Bárbara d’Oeste, São Paulo, resultó el árbitro designado por Conmebol para la final de la Copa América entre Argentina y Colombia en Miami. Es uno de los jueces más respetados de Brasil y tiene una larga trayectoria en el fútbol nacional e internacional. Lo asistirán sus compatriotas Bruno Pires y Rodrigo Correa (BRA). Cuarto y quinto árbitros serán paraguayos: Juan Benítez y Eduardo Cardozo.

El VAR también será brasileño, con Rodolpho Toski a la cabeza, respaldado por Danilo Manis, Daniel Nobre y Pablo Goncalves.

Curiosidades

Claus es profesor de educación física y árbitro FIFA desde 2015. Participó del último Mundial de Qatar 2022. Raphael no aprobó el examen de la prueba física de FIFA durante la pretemporada organizada por la Conmebol, en su sede de Luque, Paraguay, a principio de enero 2024, lo que lo obligó a repetir el mes siguiente el test, por eso su presencia en los encuentros de la Copa Libertadores se vio postergada en la primera etapa.

A la Argentina lo dirigió en las Eliminatorias en cuatro oportunidades, y nunca sufrió una derrota:

12/10/23 Argentina 1–0 Paraguay

30/3/22 Ecuador 1-1 Argentina

2/2/22 Argentina 1-0 Colombia

13/11/20 Argentina 1-1 Paraguay.

Es reconocido en su país como uno de los tres mejores jueces, y en Conmebol se encuentra en el quinto lugar del ranking. Tiene un recorrido promedio durante los encuentros de 8 kilómetros durante los 90 minutos y ostenta un tiempo promedio de juego de 65 minutos en los cotejos que conduce.

¿Cuál es su perfil arbitral?

Es un árbitro pragmático y propone darle continuidad al juego, pero cuando las estrategias de los equipos son de roces constante, se desluce su tarea y se carga de tarjetas disciplinarias. Es dubitativo en las áreas y en las sanciones, lo que lo obliga a ser VAR dependiente.

La realidad es que, cuando llegó a integrarse al campo Internacional, sus trabajos fueron fluctuantes y solo aceptables, hecho que lo ha ido postergando de los primeros lugares, sobre todo por no ser claro en el proceso de toma de decisiones.

¿Cuál es su fortaleza?

Su presencia, sus desplazamientos y su experiencia en encuentros definitorios.

¿Qué debemos esperar de su tarea?

En lo disciplinario toma riesgos excesivos (prioriza el diálogo), dejando situaciones sin sanción. Y, a medida que van corriendo los minutos, termina haciendo un show de las tarjetas, en momentos e los que ya han perdido el valor para ordenar el encuentro. Si la propuesta de Colombia es proponer un desarrollo con roce físico, ello complicará su tarea y la calidad del encuentro. Si el plan es de juego abierto sin jugadas que se definan en las áreas, veremos una buena tarea de Claus.

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