La semifinal de la Copa América entre Colombia y Uruguay se vio empañada por los graves incidentes que se produjeron una vez culminado el partido en el Bank of America Stadium de Charlotte. Un altercado entre jugadores en el centro del campo luego continuó con un capítulo peor en las tribunas, donde algunos futbolistas de la Celeste se pelearon con fanáticos de la Tricolor.
En medio del caos, Rodrigo Bentancur protagonizó un insólito momento. Compenetrado plenamente en el enfrentamiento, el mediocampista lanzó desde el campo de juego una botella a la tribuna. La arrojó hacia el sector en el que había mayoría de hinchas colombianos y el objeto terminó impactando en la cabeza de Santiago Ferro, preparador físico del cuerpo técnico de Marcelo Bielsa.
El hecho quedó registrado en un video. Al parecer, Ferro -quien trabaja en Uruguay desde hace dos años y a lo largo de su carrera estuvo en San Lorenzo de Almagro y Rosario Central, entre otros equipos- había subido a las gradas para intentar separar del conflicto a los futbolistas charrúas. Y recibió el impacto cuando estaba junto a la esposa de Darwin Núñez, uno de los jugadores involucrados en la trifulca.
Como consecuencia, la víctima sufrió un corte en la cabeza y debió ser asistido. Diego Estavillo, otro integrante de la delegación Celeste, también resultó herido durante los disturbios.
Bentancur completó así una noche para el olvido. El volante del Tottenham había iniciado el encuentro de la mejor manera y en la primera media hora fue una de las figuras de su equipo. Sin embargo, a los 33 minutos del primer tiempo debió salir por una lesión. A la frustración por la molestia física se le sumó la posterior eliminación de Uruguay y la agresión que le propinó a su propio preparador físico.
Tras el episodio de violencia, la mayoría de los jugadores uruguayos consultados argumentaron que hubo agresiones previas de los hinchas a sus familiares que se ubicaban en ese sector del estadio. Una de las escenas que se replicó en redes sociales y en medios uruguayos durante las últimas horas mostró a la esposa de Federico Valverde, la periodista argentina Mina Bonino, intentando escapar de la zona donde se desató la pelea con uno de sus hijos en brazos.
Pero no fue la única información sobre los problemas que tuvieron los familiares de los jugadores ubicados en esa zona del recinto. El diario Ovación relató que la madre del mediocampista del PSG, Manuel Ugarte, se desmayó por lo sucedido y debió recibir asistencia. Mabel “fue atendida por los médicos de la selección uruguaya en el campo de juego” y “después de 25 minutos de finalizados los incidentes” fue trasladada a otro sector del estadio por precaución. Por suerte, aclararon que este desmayo “no pasó a mayores” aunque sí subrayaron que “hubo otras personas que sufrieron lesiones, principalmente hinchas”.
El suegro del delantero Maximiliano Araújo, Luis Gómez, declaró en Carve Deportiva que “hasta de los policías recibimos agresiones” y relató: “A mí me agarraron entre tres (policías) y me ayudó mi hija, mi otra hija y mi señora para que no me llevaran y, como pude pude, zafé. A otro compatriota también le pasó lo mismo. Recordando todo lo que pasó, el resultado fue una lástima, pero lo peor fue ver todo lo que pasó en la tribuna”.
Darwin Núñez, Ronald Araújo y Facundo Pellistri fueron algunos de los miembros de la delegación charrúa que subieron a la tribuna para defender a sus familiares.
Hasta el momento no hubo informaciones sobre posibles sanciones disciplinarias. La Conmebol divulgó un comunicado en el que condenó “enérgicamente cualquier acto de violencia que afecte el fútbol”.
“Nuestra labor parte de la convicción de que el fútbol nos conecta y nos une, a través de sus valores positivos”, expresaron desde la entidad madre del fútbol sudamericano. Y cerraron: “No hay lugar para la intolerancia y la violencia dentro y fuera de la cancha. Invitamos a todos en los días que quedan a volcar toda la pasión en alentar a sus selecciones y tener una fiesta inolvidable”.