Javier Mascherano participó del ciclo de entrevistas de Clank! con Juan Pablo Varsky. El ex futbolista y actual entrenador de la selección argentina Sub 20 se refirió a toda su trayectoria como jugador y dejó varios conceptos, algunos de ellos que generaron una gran polémica. Como el que protagonizó como futbolista del Barcelona en un encuentro especial ante River Plate, por la final del Mundial de Clubes 2015 que el elenco español ganó por 3-0.
En aquella jornada en Yokohama, Japón, los fanáticos del Millonario apuntaron de manera dura al Jefecito, quien decidió no saludarlos cuando pisó el campo de juego. “Fue un error no saludar a la gente”, confesó casi una década después. “Había vivido un episodio en 2006 con Corinthians, en la Copa Libertadores por octavos de final, donde la gente me ovacionó de una manera increíble y el partido me superó. De hecho me echan, Marcelo (Gallardo, que jugaba en River) me hace echar”, recordó el ex mediocampista de River Plate entre 2003 y 2004.
“Me quise abstraer de todo y a veces uno comete pelotudeces. Me equivoqué y tengo clarísimo que no hay vuelta atrás. La gente de River me va a odiar toda la vida. Y tienen razón, se sintió ofendida y les falté el respeto. A veces las acciones que tomás en tu vida no tienen vuelta atrás y ya lo acepté”, subrayó el ex jugador, en un intento de enmendar el error y asumir plena responsabilidad por sus actos. Su etapa en el fútbol terminó en Argentina, en la temporada 2019/20 cuando se sumó a Estudiantes de La Plata, donde se encontraban sus ex compañeros Juan Sebastián Verón (como presidente del club) y Gabriel Milito (entrenador), lo que generó más descontento entre los hinchas millonarios.
El Mundial 2018 fue el último que disputó Mascherano en la selección argentina. El clima no fue el mejor y una reunión con el por entonces entrenador Jorge Sampaoli fue solicitada por el plantel. “Era un quilombo”, reconoció Kun Agüero. Sobre este episodio, Javier dio más detalles. “Fue mi última etapa y me fui con una sensación de tristeza enorme. Llegamos a Rusia envueltos en un montón de conspiraciones y rumores. Empezamos mal, continuamos mal después de Croacia y la realidad es que nos tuvimos que juntar, con el presidente (Tapia) de por medio”.
“Habían pasado los partidos de Islandia y Croacia y Nigeria nos da una posibilidad más, porque había chances de que quedemos afuera. Nos juntamos para tratar de resolver los conflictos que había internamente, que tenía tenía que ver con el juego, que no nos sentíamos cómodos y veíamos que no funcionaba. Había que salvar el match point que teníamos con Nigeria”, continuó Mascherano.
Y precisó: “Lo más preocupante había sido el segundo tiempo con Croacia, donde después del primer gol fue un desconcierto total. Íbamos persiguiendo camisetas croatas por cualquier lado. Era lo lógico, nos queda una bala y la queríamos usar como corresponde. La charla fue con todos. Habló Leo (Messi), hablé yo y cuatro o cinco chicos más. Dimos nuestra opinión de lo que pasaba para poder reconstruir y salvar. No teníamos diez días sino dos”.
Mascherano no dudó que este encuentro con el cuerpo técnico y el presidente de la AFA les sirvió: “Salimos fortalecidos, lo que pasa que después se informaron un montón de cosas para afuera de un ámbito como cerrado, que no pasaron. Planteamos que el equipo tenga cosas normales, la heladera en la cocina, la cama en el dormitorio... El primer partido jugamos 4-2-3-1, después 5-3-2 y el otro 4-3-3. Íbamos de un lado para el otro”.
Y cerró sobre cómo lo tomó Sampaoli, aunque aclaró que luego quedó todo bien. “A Sampaoli al principio le molesta y creo que es normal, fue ese momento de confusión, pero al otro día fuimos a entrenar y todo bajó a la calma. Llegamos al partido con Nigeria con más ruido por fuera y no por el de dentro. Jorge es un grandísimo entrenador pero en ese momento su mensaje no nos llegaba tan claro, pero no era culpa solamente de él, era de las dos partes. Nos costaba convencernos de eso. Veníamos de una eliminatoria clasificando de pedo”.
Javier Mascherano también habló de su amigo, Lionel Messi al que posicionó por encima de Michael Jordan. En este sentido hizo un paralelismo sobre sus cualidades técnicas, peor en especial sobre la personalidad de ambos. La serie The Last Dance con la leyenda de la NBA generó polémica por la persistencia de la estrella de los Chicago Bulls por querer triunfar y en cómo les exigía a sus compañeros. Sobre ello, Masche aseguró: “Messi es como Jordan, y no sé si no es más. Todo esa manera de liderar de Jordan... Que te agarre un día Leo caliente. Lo digo para bien eh, los números 1 tienen que ser así”.
Y dio detalles: “Sabes lo que es en un partidito corto, que no lo pierda eh. Empieza y termina cuando quiere él. Messi lo grande que es en la cancha y también en los entrenamientos, y en un Barcelona por ejemplo con Xavi, Iniesta y todo el circo. ,De 10 campeonatos, ganaba 9, pero empezaba y terminaba cuando Leo quería. Por ejemplo era hasta el que ganaba cinco y por ahí su equipo empezaba perdiendo los primeros tres partidos. Se terminaba cuando Leo quería porque te ganaba cinco seguidos. Él lo decidía así y se terminaba, como Jordan”.
En relación a los enojos en el último Mundial de Qatar o la famosa arenga previa a la final de la Copa América pasada en Brasil, el Jefecito remarcó: “Él siempre fue así, pero con el tiempo se empieza a ver más. Estaba justo esa cámara de su arenga, pero como esa hay miles. Lo que pasa es que no estaba la cámara. Quién te pensás que iba a hablar si no era él”.
OTRAS FRASES DESTACADAS DE JAVIER MASCHERANO
De los elogios con los Maschefacts en 2014 a las duras críticas posteriores:
“Con Maschefacts había una onda de las redes, pero no como ahora. En mi carrera tuve eso de no ir a los extremos y me lo tomaba con gracia, entendiendo que era parte de esta euforia que tenemos nosotros, pero a la vuelta de la esquina está el baño de realidad, que llegó unos años después”
“Después me convertí en calabaza. Entendí que mientras pasaba el tiempo y las decepciones se iban acumulando, uno por lo que representaba iba a terminar herido”.
“El de Rusia 2018 fue de los cuatro que jugué claramente el peor. No estuve a la altura de la expectativa que yo tenía. Creo que se mezcló todo. Las finales con Chile en 2015 y 2016, donde el equipo claramente estuvo a la altura, pero no las ganó (por las Copas América)”.
“No le doy bola a las redes sociales, no miro y hace rato que dejé de convivir porque entendía que cada uno puede decir lo que quiera, pero lo más importante es la evaluación de los que están alrededor tuyo y quienes te tienen que evaluar”.
“En algún momento uno se equivoca. Para poder estar a la altura de la elite uno se pone una coraza y eso muchas veces hace que estés frío, incluso con su propia familia, no querés que te entre porque te hace mucho daño”
“Es difícil comprender el ensañamiento pero tras un largo tiempo uno entiende que no es hacia la persona, sino a lo que representa y si hay otro en tu lugar es lo mismo”.
“Yo representaba los 15 ó 16 años que estuvo la selección sin ganar nada, por lo menos los que estuve yo y los anteriores. La gente se cansa ver siempre las mismas caras y tener los mismos resultados, quiere ver otra cosa. Es parte del juego. Lo entiendo porque a antecesores míos les ha pasado. Les han dicho barbaridades al Pupi Zanetti, a Roberto Ayala, Heinze o Verón hasta que se retiraron, ¿por qué no me iba a pasar?
El desconocido contrato firmado con Inter Miami y la decisión abrupta de retirarse del fútbol profesional:
“Me picó Coronel (Mateo, ex jugador de Argentinos) por la espalda y ahí dije no sigo más. Le dije a Andújar (eran compañeros en Estudiantes) en el entretiempo ‘juego el segundo tiempo y me retiro’. Pero ni me escuchó”.
“En 2020 empecé a competir y había firmado para jugar un año con Inter Miami. Luego, me quedaba entrenando las juveniles. Pero tuve un problema familiar y decidimos quedarnos en Argentina, entonces rompo el contrato. Muy agradecidos con ellos. Me voy a Estudiantes, empiezo con Gabi (Milito) muy bien, luego se va y viene el Chavo (Desábato). Estamos dos semanas y se corta por la pandemia. Esos sis meses en casa, el entorno y el día a día me aflojó”.
“Cuando vuelvo en un contexto cambiarte en tu casa, ir a entrenar, bañarte en tu casa todo eso era complicado. Empecé a tener la sensación de dificultad. Pensé, voy a tratar de terminar la Copa Maradona y veo que hago. Llegó el partido de Argentinos y lo decidí en ese momento. Terminó, me saqué los botines en el vestuario, toqué la puerta del Chavo (DT) que estaba con el director deportivo, Alayes, y le dije me voy a casa. ‘Sí si, Javi, andá, entrenamos el martes”, me dijo. ‘No Chavo, me voy y no vuelvo más’. Les agradecí a todos, no era un tema de ellos sino mío. Salí de la conferencia y me fui de ahí directo a San Lorenzo (su pueblo natal), no busqué ropa ni nada. Estaba mi cabeza quemada, se terminó”.
“Te sacas 200 kilos de encima y desde ahí no hubo un día que me arrepienta, nunca. Siempre creí que cuando la decisión la tomás vos es más fácil, debe ser difícil cuando tenés una lesión o cuando tenías un poquito más y no conseguiste un club. Acá la decisión la tomé y nunca más”.
Sobre el ping pong con Matías Pelliccioni para TyC Sports que se volvió viral por decir con quién compartiría un asado: “El Papa, la Madre Teresa y Ghandi”:
“También podría haber dicho que con los que quise comer comí en serio, no tenía necesidad de invitarlos. Comí con todos los que quise comer, con Maradona o Messi, con los más grandes de todos. Me salió eso en ese momentos. Era pandemia y ni me había preparado para la nota. Me la pidió Matías y yo no sabía ni de qué se trataba, me agarró frío y dije eso”.
“Hoy en día sí digo que hay que entender que cambió mucho todo. Hoy la gente, sobre todo los jóvenes, miran desde otro lugar las cosas. Siempre he visto las cosas de una manera de lo correcto o lo incorrecto, y hoy ser incorrecto en la vida garpa. Está en el ambiente, yo nunca voy a serlo porque me criaron de otra manera. No me sale”.
“Conocí a Jordan en 2006, con Carlitos (Tevez) cuando vino a Londres. Vino a presentar una temporada con Air Jordan, éramos de la marca. Lo fuimos a ver y tengo una foto con él, es una bestia, con una mano gigante. Lo conocí a él, a LeBron James, a Kobe Bryant, tuve suerte. Tener una foto con Jordan es muy difici”.