Del DT que le dijo que no triunfaría a la terapia y enfrentar a su familia por la Selección: las luchas internas que ganó Ángel Di María

El Fideo afronta sus últimos días como futbolista del seleccionado nacional. Todos los episodios que padeció hasta atravesar la pared y festejar a lo grande

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Ante Canadá, Ángel Di María afrontará su penúltimo compromiso con la selección nacional (REUTERS/Agustin Marcarian)
Ante Canadá, Ángel Di María afrontará su penúltimo compromiso con la selección nacional (REUTERS/Agustin Marcarian)

Ángel Di María transita la antesala de lo que será su anteúltimo compromiso con la selección argentina. Independientemente de la suerte deportiva del equipo dirigido por Lionel Scaloni, habrá final o partido por el tercer y cuarto puesto. El Fideo, que batalló durante años por conseguir un triunfo con la camiseta celeste y blanca, pretende decir adiós definitivamente cruzando la puerta grande y dejando otra copa en la vitrina de la AFA. Antes de afrontar este momento agridulce que le generará nostalgia por la inminente despedida, superó tormentos por los que casi tira todos sus esfuerzos por la borda. Desde que un técnico de Inferiores le dijo que no llegaría a Primera hasta las lesiones en duelos decisivos que lo llevaron a hacer terapia y hasta confrontar con su familia, que encarnó su sufrimiento tras cada derrota y crítica despiadada.

“Tanto me choqué la cabeza contra la pared, que la terminé rompiendo”. Su frase bien podría ser escrita en el prólogo de su biografía. También es digna de un tatuaje. Fue dirigida hacia su familia cuando terminó la final de la Copa América que vio campeón a Argentina ante Brasil en el Maracaná, nada menos que 1-0 y con gol suyo. Lo cierto es que si hay una palabra que define a la trayectoria profesional del futbolista argentino es resiliencia. El círculo íntimo de Angelito ya ha contado en más de una ocasión cómo se repuso a las adversidades.

“Muchas veces no termino de entender cuando el hincha argentino lo reprochaba porque por ahí tenía la desgracia de lesionarse antes de una final y no llegaba a conquistar lo deseado”, manifestó Leonardo Astrada, uno de los primeros entrenadores que tuvo Di María en sus inicios en Rosario Central. Y se refirió al tratamiento psicológico que lo ayudó a salir del pozo anímico y sobrellevar de mejor manera cada instancia decisiva: “Tuvo un crecimiento en lo mental. Se sobrecargaba de exigencias al momento de una definición y se lesionaba. El psicólogo lo ayudó para su crecimiento personal y fue muy bueno que pudiera reconocer ese tipo de cosas porque a muchos jóvenes que les pasa algo similar y no saben cómo salir del mal momento, les puede servir mucho”.

El primer escollo que Di María afrontó con la camiseta de la Selección fue en el Mundial de Canadá en 2007, cuando fue campeón Sub 20. Allí le tocó ingresar por la lesión de Mauro Zárate y fue uno de los protagonistas más destacados del equipo de Hugo Tocalli. Sin embargo, no estuvo presente en la final contra República Checa por una ruptura fibrilar. Matías Sánchez, integrante de aquel plantel albiceleste, mencionó sobre aquel episodio en diálogo con Infobae: “No sé si las lesiones fueron algo mental, pero lo que rescato es que siempre se repuso. Pudo dar vuelta la página y cerrar muchas bocas que lo criticaban. Porque todo lo que se comentaba de Fideo en la prensa, influye. Se critica sin saber y detrás del jugador hay una persona. Cosifican al jugador, cuando en realidad es un trabajador como cualquiera que se desempeña en una oficina, manejando un taxi o lo que sea”.

Di María, uno de los más idolatrados en el equipo argentino por los fanáticos de todo el mundo (REUTERS/Kai Pfaffenbach)
Di María, uno de los más idolatrados en el equipo argentino por los fanáticos de todo el mundo (REUTERS/Kai Pfaffenbach)

Un amigo de la infancia, probablemente el mejor que Di María tuvo hasta hoy, viajó a Brasil en 2014 para presenciar la final contra Alemania en el Maracaná. El desgarro sufrido ante Bélgica en los cuartos de final de aquella Copa del Mundo lo marginó del resto de la competición. Pese a haber luchado para sumar minutos frente a los germanos, finalmente Alejandro Sabella decidió no arriesgarlo.

“No sé si es mala suerte, porque las lesiones son parte del trabajo de los jugadores. Te podés lesionar en cualquier momento. Duelen las críticas cuando los que opinan no saben. Muchas veces dijeron que se cagaba, que esto y que lo otro, pero ni ahí. Él es el primero que quiere jugar y ganar, siempre. A lo que sea. Si jugamos a las cartas, si jugamos a la Play Station. Una vez revoleó un joystick porque perdió y nosotros nos matábamos de risa. Pero él es así”, lo describió Alexis Amarillo, casi hermano de sangre de Di María.

La familia de Di María es absolutamente reservada. Su esposa, Jorgelina Cardoso, es su escudo afectivo. Pero sus padres y sus hermanas también lo cobijan en las situaciones críticas. Diana, su mamá, fue la que lo convenció de continuar en las Inferiores de Rosario Central aunque fuera suplente, pese a que un entrenador le había dicho que “no llegaría a nada”. Vanesa y Evelin, que no suelen hablar con la prensa, compartieron sus apreciaciones con Infobae antes del Mundial 2022: “Es feo escuchar que hablan mal de él. Hay periodistas que no entienden que lastiman a otra persona. Por eso Jor (Jorgelina) un montón de veces tuvo que salir a defenderlo para que pararan. Son humanos, tienen sentimientos”.

El Fideo pretende retirarse de la Albiceleste con un título más (REUTERS/Agustin Marcarian)
El Fideo pretende retirarse de la Albiceleste con un título más (REUTERS/Agustin Marcarian)

“Tras la última lesión que tuvo, en la familia estábamos un poco cansados de la situación y sufríamos a la par de él. Sinceramente, yo le dije que pensara si de verdad quería seguir en la Selección de esa forma. Que ya estaba, que quizás había cumplido su ciclo. Pero no, él se puso firme, se esforzó, la rompió donde estaba jugando en ese momento y a Scaloni no le quedó otra que convocarlo otra vez”, fue la confesión de Vanesa, que formó parte del contingente que viajó a Qatar para darle apoyo desde cerca a su hermano.

Ese momento fue sin dudas el más crítico para Fideo. En medio del recambio propuesto por el actual cuerpo técnico comandado por Scaloni, parecía que iba a quedar filtrado en la depuración. Sin embargo, demostró en la cancha y también ante la prensa: “Yo me rompo el o... para estar en la Selección”, fue el mensaje directo a Scaloni, que recapituló.

En la misma sintonía, Leo Astrada repasó su reincorporación a la Albiceleste justo antes de la Copa América pasada: “Di María siempre fue de Selección. Cuando vos rendís en los mejores clubes de Europa en el nivel que rendiste, tenés que tener un lugar en la Selección. Él agachó la cabeza, fue al París Saint Germain y siguió rindiendo o siendo figura. Si iba a su equipo y no rendía en la forma que lo tenía que hacer, lo más fácil para Scaloni era no convocarlo. Y Ángel exigió que el técnico se fuera a fijar nuevamente en él por el gran momento que estaba pasando”.

El rosarino, cerca del último adiós (REUTERS/Agustin Marcarian)
El rosarino, cerca del último adiós (REUTERS/Agustin Marcarian)

“Nunca tuvo malas actuaciones como para decir que no merecía estar ahí. Cuando no le tocó estar en la Selección, en un PSG que tenía grandísimos jugadores al lado de él, fue titular, rendía y era figura”, remarcó su amigo Alexis, que no puede evitar emocionarse cuando repasa la videollamada que hizo con Fideo cuando estaba celebrando con el resto del plantel argentino en el vestuario visitante del Maracaná.

Astrada, al mismo tiempo, valoró la marcha atrás que dio Scaloni para reconsiderar al 11 albiceleste y cerró: “Las cosas no se dan porque sí, sino porque el jugador es de una calidad diferente y porque estaba concientizado de que iba a terminar triunfando en la Selección”.

A horas de enfrentar a Canadá por las semifinales, Scaloni ya advirtió que podría volver al equipo titular: “Es una posibilidad que jueguen juntos (con Messi). Ya lo han hecho, así que lo decidiremos en la práctica”. Luego de haber sufrido desde afuera la angustiante clasificación en cuartos de final en la tanda de penales, que pudo haber significado su retiro sin minutos en cancha, ahora tendrá 180 minutos para el disfrute.

Para seguir en carrera por el sueño de levantar la Copa América el próximo domingo, Di María tendrá que calzarse una vez más el traje de héroe que supo lucir en el Maracaná, la Finalissima y Lusail.

Con declaraciones de la serie “El origen de la Scaloneta”, publicada en 2022

El origen de la Scaloneta - Capítulo 4 - Angel Di Maria
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