La final del Mundial de Italia 90 quedó marcada por la polémica alrededor del penal que sancionó el árbitro Edgardo Codesal por la discutida infracción de Roberto Sensini a Rudi Voeller, que Andreas Brehme cambió por el único gol del partido, que decretó la vuelta olímpica de los alemanes ante la Argentina de Diego Maradona. Pero hubo otra jugada controvertida que quedó en un segundo plano y vale la pena analizar al detalle, a 34 años de aquella definición en Europa.
La acción se dio a 12 minutos del epílogo, cuando el duelo aún estaba 0-0. Allí, Gabriel Calderón dominaba el balón dentro del área y Lothar Matthäus, en el afán de marcarlo, terminó arrastrándole el pie, provocando su caída.
El propio ex delantero devenido entrenador evocó la jugada hace dos años y exteriorizó de bronca con una exhortación hacia el juez uruguayo nacionalizado mexicano. “El árbitro Edgardo Codesal, por supuesto, no lo cobró. El resto, es historia conocida. Sin embargo, hace unos días, vi por primera vez este video desde un ángulo increíble donde se ve claramente lo que yo reclamé en esa jugada ¡FUE PENAL! Codesal, en una reciente entrevista radial con un medio argentino, volvió a negar su error. Es verdad, en la vida y en el deporte, todos nos equivocamos. De eso no hay dudas. Pero ahora que apareció este video le pido a Codesal, con todo respeto, una sola cosa. Que sea honesto y, por lo menos, que acepte que se equivocó y le quitó a la Argentina la chance de ser campeón del mundo en Italia ‘90″, concluyó.
En efecto, es claro que, en la disputa de la pelota, el futbolista alemán le toca el pie de apoyo de forma imprudente causando la caída del delantero. Un árbitro mal posicionado no observa la falta, que las repeticiones de la TV confirman. Si hubiera existido el VAR en 1990, a Codesal lo hubiesen invitado a revisar en la pantalla y otra hubiera sido su decisión final. Se trató de la segunda determinación errónea de la autoridad del encuentro, que terminó influyendo en el resultado.
¿Qué sucedió en la famosa secuencia de Sensini y Vöeller? Tuve la oportunidad de compartir 40 días durante la Copa América Centenario 2016 con Codesal. Por supuesto, aquel recuerdo no dejó de transformarse en charla en más de una oportunidad. Al doctor Codesal lo considero un señor, más allá de que transcurridas más de tres décadas sigue convencido de que su decisión fue la acertada y considera que hubo un toque sobre la espalda del jugador alemán.
En las conversaciones, subraya que en cada cruce por el mundo con un argentino le recuerdan la sanción. Y eso le produce un gusto amargo y le hace pensar “por qué habrá existido esa jugada, faltando tan poco para el final”.
“El defensor no toca el balón aunque intenta jugarlo, y con el muslo lo contacta adelante y con el antebrazo sobre la cintura, haciéndolo caer”, es su postura. Pero en 1990 esa jugada no era penal, y hoy sí lo hubiera sido, a raíz del cambio en las reglas.
Hasta ese Mundial, el apartado de faltas directas hablaba de la “intencionalidad”. Cometer sin intención alguna infracción era legal. Por ejemplo: dar una patada a un contrario por calcular mal el pique del balón, o que el guardameta derribara a un delantero por un error de cálculo, si su intención era atrapar la pelota.
Aplicando conceptualmente las indicaciones, nunca existió intención de Roberto Sensini de cometer falta. Su objetivo era llegar al balón y despejarlo de la zona de peligro; el alemán, al sentir el mínimo contacto sin identidad de falta, simuló estrepitosamente y Codesal compró.
Ahora todo es más sencillo y objetivo: juzgamos el contacto físico al disputar el balón, por la fuerza y su contenido. “Consideraremos falta si se jugó de una forma imprudente, temeraria o con uso de fuerza excesiva”, reza el reglamento en la actualidad.
¿Qué piensa Codesal de la acción de Calderón? Que fue “un choque accidental”. Aunque basta con repasar el video para concluir que Maradona debió haber contado con un remate desde los 12 pasos que pudo haber cambiado la historia.