Parecía que iba a quedar en una anécdota. Que tras fracasar la idea primigenia de “acá no ha pasado nada”, todo se iba a cerrar con el juicio por abuso sexual simple y la condena a un año de prisión para Jorge Martínez, director técnico del plantel femenino de Boca. Pero no: de aquel proceso judicial que inició la ex jefa de prensa del fútbol femenino, Florencia Marcó, se abrieron dos causas paralelas que ahora tienen un avance impensado y muy complicado para el departamento del fútbol del club: el fiscal Marcelo Martínez Burgo, tras tomar las audiencias testimoniales, decidió imputar y pedir las declaraciones indagatorias de Jorge el Patrón Bermúdez, Marcelo el Chelo Delgado y Raúl Cascini, acusándolos del delito de encubrimiento del abuso sexual que tiene pena de hasta tres años de prisión.
La noticia seguramente caerá como una bomba en el club de la Ribera que, se insiste, creía que todo había concluido dos meses atrás con la condena a Martínez. También está imputada y llamada a indagatoria quien era la vicepresidenta tercera del club hasta diciembre pasado, Adriana Bravo, en su calidad de titular del departamento de diversidad e igualdad de Boca. Quien debe decidir ahora la suerte de los cuatro es el magistrado Alfredo Godoy, del juzgado de instrucción número 24, en quien recayó el proceso. Pero en la fiscalía de La Boca donde se hizo toda la investigación preliminar dicen que sería extraño que no dé lugar a la medida pedida porque la prueba presentada es voluminosa.
Para llegar a este punto hay que recordar que, en el mismo fallo que condenó a Martínez, el fiscal Martínez Burgo pidió y logró que se abran dos expedientes paralelos: uno por falso testimonio contra Bermúdez y Delgado, quienes declararon que Marcó no les había dicho nada sobre un abuso sexual previamente a conocerse la denuncia penal, y otro por encubrimiento. El primero terminó en el juzgado 59 a cargo del juez Marcelo Bruniard y con la fiscalía correccional 3 que tiene por titular al doctor Marcelo Mola, y el segundo se la quedó Martínez Burgo con el juzgado 24. En la primera, por falso testimonio, declararon ayer Cristian Riquelme, hermano de Román, y Raúl Cascini. Ambos negaron conocer el abuso previamente y dijeron que tampoco estaban informados de eso Bermúdez y Delgado.
“Acá se dio todo por una confusión. En el juicio el magistrado les preguntó al Patrón y al Chelo cuándo habían tomado conocimiento del caso y no fue preciso. Tanto yo como mis defendidos entendimos que estaba preguntando por el momento en que se supo que había una denuncia penal. Por eso Bermúdez y Delgado declararon que fue por la prensa, porque eso fue así. Si le hubiesen preguntado claro sobre si tenían información de algún tipo de incidente entre Marcó y el técnico Martínez previo, hubiesen contestado que sí, porque sabían que había un malestar, pero nunca un abuso sexual”, le dice Sebastián Rodríguez, abogado de los ex jugadores de Boca, a Infobae. Y agrega: “Riquelme y Cascini declararon lo que todos sabemos. Que hubo un incidente en el que Martínez le sacó el celular del bolsillo a Marcó.”
Distinta es la visión de Marcó, que le ratificó a Infobae que no sólo habló con el Departamento de Género, cuya titular era la vicepresidenta Bravo, sino que lo hizo telefónicamente con los miembros del Consejo de Fútbol y aportó en la causa el cruce de whatsapp que tiene con el Patrón Bermúdez. A partir de ahí ambos procesos judiciales se aceleraron y el que ahora tomó una definición fue el de encubrimiento: el fiscal, tras tomar 22 declaraciones testimoniales que incluyeron a jugadoras de aquel plantel de Boca y a empleados de la institución, decidió acusar a Bermúdez, Delgado, Cascini y Bravo de haber cometido ese delito que tiene pena de hasta tres años de prisión. Y pidió que todas las causas por una cuestión de economía procesal las lleve él, es decir, absorber también la de falso testimonio, que instruye el fiscal Mola. Teniendo en cuenta que es el mismo fiscal del juicio a Martínez, si esto se materializa la situación de los ex futbolistas se complicaría al extremo. Pero el juez Godoy no aceptó la competencia y decidió que todo vaya al juzgado 59, que tampoco quiere el caso y ya lo hizo explícito, con lo cual será la Cámara la que decida en definitiva quién lleva ambos procesos.
Todo indica que quedará en manos de Martínez Burgo con Godoy como juez, porque tienen el delito más antiguo (primero fue el presunto encubrimiento y después el probable falso testimonio) y además es el que tiene expectativa de pena más alta. Y en ese caso se da la paradoja de que Cascini, que ayer declaró como testigo, termine ahora como acusado: “Es insólito. Apenas ella fue a Recursos Humanos se separó a Martínez del plantel aún cuando regía su presunción de inocencia y cuando terminó su contrato a fin del año pasado y ni siquiera estábamos en etapa de juicio, no se le renovó. No entendemos dónde ven encubrimiento o falso testimonio”, dice Sebastián Rodríguez, abogado de Boca. Pero para su pesar, el fiscal piensa diametralmente opuesto. Por eso la situación empieza a poner nervioso a todo Boca que daba por terminado el tema y ahora ve cómo el panorama vira a negro y complica el futuro del actual Consejo de Fútbol.