Francisco Comesaña dio un gran golpe en la cancha 2 del All England, no sólo venció a un Top Ten como el ruso Andrey Rublev (doble finalista sobre el césped de Halle), sino que también derrotó a uno de los candidatos a llegar, al menos, hasta los cuartos de final de Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, misma ronda que alcanzara el año pasado. El argentino ocupa el puesto 122 del ranking en la actualidad, pero se ganó su lugar en el cuadro principal del All England al trepar hasta la ubicación 87, en mayo pasado, cuando se produjo lo que se denomina “corte de ranking”, por el cual se realiza el listado de jugadores que ingresan de manera directa al certamen. Si fuera por su posición actual, debería haber disputado la clasificación. Por eso, tan sorpresiva resulta su aparición en este plano del circuito, que la ATP no le ha incorporado, aún, una biografía en su página del sitio oficial.
Francisco nació hace 23 años en la ciudad de Mar del Plata. A pesar de no provenir de una familia de tenistas, allí fue donde comenzó a jugar a los seis años, cuando un amigo lo invitó a tomar por primera vez una raqueta. Al poco tiempo dejó el fútbol y comenzó a tomar clases en la escuela de Horacio Zeballos (padre) y lo tomó como único deporte a entrenar. Luego, pasó por diferentes academias, como la de Dani Larreina, en el Náutico, Federico Cardinali, Bettina Fulco. A los 16 años dejó su ciudad y se marchó a Buenos Aires, para entrenar con el Toto Cerúndolo (papá de Juan Manuel y de Francisco), con quien compartió 3 temporadas. La pandemia sumió su tenis en un letargo y lo devolvió a Mar del Plata, hasta 2021, en que decidió incorporarse al circuito de Futures argentinos, con el extenista cordobés Facundo Argüello como entrenador. Después de un comienzo con preocupaciones por su salud mental, la decisión de incorporar a Argüello lo llevó a instalarse en Córdoba y alojarse en la casa de Benjamín Alarcón, compañero del circuito, mejoró ostensiblemente su calidad de vida profesional.
La mejoría en su vida y en su tenis le permitió salir del país y hacer nuevas experiencias en el exterior, en donde no siempre las cosas funcionan de la mejor manera. Tal es así que, en su derrotero por el mundo, en agosto de ese año, el circuito lo llevó a él, junto a Mariano Navone, a competir en un torneo menor, el M15 de Novi Sad (donde naciera Monica Seles): perdió la final ante Filip Misolic (Austria) y se tomó un taxi rumbo a la frontera con Rumania, para jugar en el siguiente certamen, pero al cruzar la frontera casi queda detenido por la Policía fronteriza rumana.
“No reconocían la ciudad a la que íbamos a jugar y no daban crédito de que fuera a jugar al tenis. Además, mi pasaporte aún tenía mi foto de cuando era chico y con la firma de mi mamá, porque yo era menor”, le contó al Podcast Tres Iguales. Esta situación llevó a que le exigieran corroborar su firma la que compararon. “Ahí me dijeron que mi firma no era igual a la del documento y nos hicieron la seña de que nos iban a esposar”, relató el hoy jugador sorpresa de Wimbledon. El cierre, finalmente, fue positivo para una historia que lo mantuvo muy preocupado: “La firma con la que comparaban la mía era esa que te firma el Ministerio. Una locura. Después de una hora nos dejaron pasar”.
Su primer título profesional se demoró más de lo que esperaba, los nervios dominaban la escena, por eso, recién en su séptima final pudo conocer lo que era ser campeón. Su debut en la definición de un torneo había sido en junio de 2021 (perdió con el chileno Gonzalo Lama) en un M15 de Antalya (Turquía), lujoso pero solitario lugar sobre las costas del Mediterráneo, en donde los tenistas se encierran durante semanas compitiendo en diferentes certámenes por poco dinero y puntos, en el comienzo de sus carreras.
El esperado título llegó pocos meses después, cuando venció a Juan Pablo Paz, en el M25 de Villa Allende, Córdoba, luego de 6 finales perdidas. En junio de 2022 gana su primer challenger en Corrientes, imponiéndose sobre su amigo y compañero de ruta Mariano Navone. Luego de conseguir una nueva corona, comenzó a padecer las lesiones y una tendinitis crónica en su muñeca derecha lo dejó fuera de competencia. A partir de 2023, Francisco Comesaña decidió el cambio en su cuerpo técnico, se incorporó a la Academia de Sebastián Gutiérrez y se puso a las órdenes de uno de los entrenadores argentinos más destacados de la actualidad.
Con un juego de regularidad y contragolpe desde el fondo de la cancha, el marplatense consiguió seis títulos challengers en ocho finales disputadas, lo que le permitió quebrar la barrera del Top 100 el 22 de abril de este año. Con su victoria en primera ronda de Wimbledon, Comesaña ahora subió 14 puestos en el escalafón y figura en el 108° del ranking en vivo. Su próximo rival será el australiano Adam Walton, N°101 de ATP, quien viene de vencer a Federico Coria. Y buscará seguir escribiendo la historia grande de su vida sobre el césped londinense...