En un evento que está capturando la atención de los fanáticos de los deportes extremos, Paige VanZant logró una victoria contundente en su debut en el Power Slap, competición de bofetadas creada por Dana White, el fundador de la UFC. Este evento, que se centra en los combates a mano limpia, ha ganado popularidad a través de videos virales en Internet, y ahora está tomando una forma más estructurada y profesional.
VanZant, conocida por su carrera en la UFC, además de su paso por el BKFC (boxeo sin guantes) y All Elite Wrestling, volvió a la senda del triunfo tras derrotar a Christine Wolmarans en el Power Slap 8. Este enfrentamiento tuvo lugar en el Apex de Las Vegas, donde VanZant dominó a su rival en la segunda y tercera bofetada del duelo, lo que llevó a los jueces a otorgarle una victoria unánime con una puntuación de 30-25.
“Honestamente, fue absolutamente increíble... Por supuesto que quería noquearla con la primera bofetada, pero estoy muy feliz de que haya salido como salió. Sabía que podía recibir un puñetazo, sabía que podía recibir una bofetada. Fue realmente divertido”, comentó VanZant después de su presentación en diálogo con Ag Fight.
La dinámica del Power Slap es cruda y directa: dos competidores se turnan para golpear al otro en la cara, sin posibilidad de bloquear, esquivar o defenderse. Los participantes son evaluados por la fuerza, precisión y efecto de sus golpes, y el ganador puede ser determinado por nocaut, rendición o decisión de los jueces tras un número determinado de rondas.
Con respecto al reglamento y la comparación con las artes marciales mixtas la luchadora consideró: “Existen algunos matices, cuando recibes el golpe, no puedes dudar/retroceder, tienes que estar completamente preparado para absorber el golpe. No te defiendes. En el boxeo y las MMA, se trata de golpear y no ser golpeado. Aquí se trata de pegar y prepararse para ser golpeado”.
VanZant, quien no ganaba un combate desde 2019 cuando venció a Rachael Ostovich en la UFC, enfrentó después una serie de derrotas contra Amanda Ribas (UFC), Britain Hart (BKFC) y una revancha contra Ostovich en el BKFC. Su registro actual en deportes de contacto es de 8 victorias y 5 derrotas, con su última pelea en la jaula siendo una derrota ante Ribas en el UFC 251 en Abu Dabi, el 11 de julio de 2020.
“La negociación fue muy rápida. Recibí una llamada: ‘Oye, ¿estás interesada en Power Slap?’. Dije: ‘Absolutamente, cualquier día’. Vengo del boxeo y del BKFC, así que en comparación con el boxeo a puño limpio, esta liga de bofetadas no me parece tan extrema. Parece emocionante, es otra competición. Me encanta competir. Consigo seguir entrenando, en forma y haciendo algo duro. Mi plan es seguir siendo competitiva; sólo tengo 30 años, todavía soy muy joven”, explicó VanZant sobre su incursión en el Power Slap.
En su trayectoria en el wrestling, en tanto, VanZant tuvo un único combate el 19 de mayo de 2022, formando equipo con Ethan Page y Scorpio Sky en una competencia contra Frankie Kazarian, Sammy Guevara y Tay Conti en All Elite Wrestling.
Lejos de los focos del combate, VanZant había diversificado sus actividades, ingresando en la industria del modelaje y vendiendo imágenes a sus seguidores en redes sociales.
La creación de Power Slap por parte de Dana White busca formalizar y regular este singular deporte para asegurar la seguridad de los participantes y darle una estructura más profesional. Aunque el deporte de las bofetadas puede parecer una desviación para VanZant, para ella es una continuación de su pasión por los desafíos: “Sé que soy muy dura. Y por eso me sentí como en casa”, concluyó confiada.
De esta manera, Paige VanZant ha regresado victoriosa, mostrando que, sin importar la modalidad del combate, su espíritu competitivo y habilidad están intactos.