Argentina encaró la tercera fecha del Grupo A de la Copa América con un equipo alternativo. Eso incluyó la ausencia de Lionel Messi, el capitán, que además acarrea una molestia en el aductor derecho que sufrió en el primer tiempo del triunfo contra Chile, por lo que el cuerpo técnico decidió preservarlo. No obstante, el delantero, de 37 años, se sentó en el banco de suplentes, como si estuviera en la nómina de relevos. ¿La razón? No sólo acompañó al plantel al estadio de Miami, sino que además firmó la planilla ante Perú. Involucrado en cada paso, pese a la preocupación por la lesión.
El punta se realizó estudios para determinar el grado de la lesión, luego de no haber podido participar de entrenamientos a la par de sus compañeros (efectuó ejercicios de kinesiología en el hotel donde se concentra la delegación). El diagnóstico arrojó que no tiene ruptura fibrilar. En consecuencia, se espera que pueda estar en el choque por cuartos de final -con Argentina como líder de la zona, será el jueves 4 de julio en Houston).
El ex Barcelona y PSG protagonizó una escena curiosa cuando bajó del micro junto al grupo para enfilar hacia los vestuarios. Flanqueado por Rodrigo de Paul y Leandro Paredes, el cambio del aire acondicionado del bus al sofocante clima de la tarde-noche de Florida provocó la reacción que quedó captada por las cámaras. “Fuá, qué calor”, soltó, frunciendo el seño y pese a estar acostumbrado, dado que reside en la ciudad, donde brilla en el Inter Miami.
En efecto, a la hora del comienzo del match, los termómetros marcaron 32 grados. La atmósfera pesada generó la frase que denunció incomodidad de la Pulga, a pesar de que hace unas semanas, en una entrevista con su sobrino, se reveló como “team verano”.
“Me gusta mucho el verano, la paso mal con el frío. La verdad que me cambia hasta el ánimo cuando es invierno, que tiene su parte buena pero yo lo sufría en las canchas. Un poquito de frío y se me congela los dedos y no siento los pies. En Barcelona hace frío, pero no mucho y en París sí. O cuando me tocó jugar en Inglaterra lo sufrí mucho. Siento los pies duros y se me duermen”, confesó en el programa de streaming “Dispuestos a todo”.
Ya en el banco, se lo vio metido, concentrado desde el himno, momento en el que resultó enfocado. Apenas se ubicó entre los relevos, un racimo de fotógrafos lo rodeó para retratarlo como “espectador”. También lo tomaron riéndose en junto al Motorcito De Paul, uno de sus lugartenientes en la intimidad del grupo. Cuando apareció en la pantalla gigante, el estadio explotó en una ovación.
La particularidad es que, mientras él vio el duelo al ras del césped, Lionel Scaloni debió hacerlo en un palco, junto a Matías Manna, su analista de video. ¿La causa? La Conmebol lo suspendió una fecha porque el equipo ingresó tarde al campo ante Canadá y Chile. En consecuencia, Walter Samuel firmó como coach principal, asistido por Pablo Aimar.
Esa cercanía le permitió al Diez, por ejemplo, recibir un homenaje. Fue en el inicio del segundo tiempo, cuando tras una gran jugada colectiva, Lautaro Martínez firmó el 1-0. Inmediatamente, corrió hacia el banco para dedicárselo a su líder.