Brasil arribó al Allegiant Stadium de Nevada con un enorme peso y todas las miradas posadas sobre sus espaldas tras el sorpresivo empate en el debut contra Costa Rica. El combinado de Dorival Júnior no encontraba los caminos en la primera etapa ante Paraguay y hasta falló un penal en los pies de Lucas Paquetá. Hasta que Vinicius Jr. se convirtió en protagonista absoluto de la jornada.
Apenas un puñado de segundos transcurrieron entre la definición fallida desde los doce pasos del futbolista del West Ham y el primer tanto brasileño. El reloj marcaba poco más de la primera media hora de acción cuando el del Real Madrid tomó la pelota por el sector izquierdo e intentó ensayar sin éxito una “lambreta”, aquella bicicleta que se hizo ampliamente famosa cuando Leandro Damiao se la hizo a Emiliano Papa en un amistoso Argentina-Brasil y que después el propio Vini le hizo a Nahuel Molina en un clásico sudamericano del 2021 en San Juan.
En este caso, el número 7 no estuvo fino y, ante la marca de Gustavo Velázquez y Damián Bobadilla, el balón salió defectuoso. Sin embargo, quedó bajo la propiedad del brasileño ante la pasividad del defensor paraguayo: llegó hasta el fondo y sacó un centro que terminó con un despeje largo del fondo guaraní. Fue precisamente tras esa jugada, y desde los pies de Alisson, que la Verdeamarela armó una salida limpia desde el fondo que en cinco toques retornó otra vez a Vinicius en ese carril izquierdo.
El atacante de 23 años recortó para adentro ante dos rivales, jugó al pivoteo de Rodrygo en la puerta del área, fue Bruno Guimarães el que tocó con Paquetá, quien de primera lo localizó a Vini en el punto penal para que desparrame por el piso al arquero Rodrigo Morínigo. El festejo no estuvo alejado de la polémica: grito desaforado y mano a sus oídos con una postura provocadora ante el público.
Lo cierto es que, controversias a un lado, esa anotación cortó con la tensión que cargaba el equipo desde el partido inaugural y que estaba predominando ante la falta de eficacia en este segundo choque.
En un clima de mayor distensión, fue Savio el que puso el 2-0 a dos minutos del cierre de la primera etapa, pero todavía quedaban más capítulos de Vinicius en esa parte inicial. Primero hizo unas gambetas en el fondo que hicieron pasar de largo a Fabián Balbuena y Bobadilla. Fue el propio Balbuena el enfureció y le hizo una falta, que derivó en unos empujones entre Bobadilla y Wendell.
Con el clima tenso, el del Real Madrid también terminó discutiendo cara a cara con Balbuena y desató una furiosa reacción de Mathias Villasanti. ¿El saldo? Una amarilla por lado con Wendell y Balbuena como destinatarios.
Para cuando el árbitro Piero Maza reanudó el juego, el reloj marcaba 49 minutos, es decir dos más de los dos que había adicionado de entrada. Todos esperaban el pitazo final, pero fue automático el pelotazo largo al corazón del área, el pésimo despeje de Omar Alderete y el gol de pavota de Vinicius, generando que la pelota rebote en su cuerpo y deje sin reacción alguna al arquero Morínigo. Fue el 3-0, casi de casualidad, para Vini que en 15 minutos se robó todas las miradas del evento.
El descuento inmediato de Alderete apenas se inició el complemento y la revancha en un nuevo penal para Paquetá dejaron las cosas en el 4-1 final que le brindaron oxígeno a un Brasil que protagonizó un empate completamente inesperado en el estreno.
Ahora, los de Dorival Júnior irán en busca del pasaporte a cuartos de final el próximo martes 2 de julio contra la ya clasificada Colombia en el Levi’s Stadium de California. Si no pierden, pasarán de ronda sin importar el marcador de Costa Rica-Paraguay que se jugará a la misma hora en el Q2 Stadium de Austina, aunque si caen con los cafeteros dependerán de que los ticos no goleen (la Verdeamarela cuenta con amplia diferencia de gol).