Entrevista a Guillermo Coria tras la decisión de no llevar a Horacio Zeballos a los Juegos Olímpicos: “A mí nadie me arma el equipo”

El capitán albiceleste explicó por qué dejó afuera de la nómina al mejor doblista argentino de la historia y se refirió a las posibilidades de medalla en París

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Guillermo Coria eligió a Sebastián Báez, Francisco Cerúndolo, Tomás Martín Etcheverry, Mariano Navone, Nadia Podoroska y María Lourdes Carlé en singles. Y en dobles irán Andrés Molteni y Máximo González (EFE/Asociación Argentina de Tenis)
Guillermo Coria eligió a Sebastián Báez, Francisco Cerúndolo, Tomás Martín Etcheverry, Mariano Navone, Nadia Podoroska y María Lourdes Carlé en singles. Y en dobles irán Andrés Molteni y Máximo González (EFE/Asociación Argentina de Tenis)

- Se habló mucho sobre las razones que podían pesar para dejar a Zeballos afuera de los Juegos, inclusive, que desde la Asociación te dicen qué hacer. ¿A vos te arman el equipo?

- (Coria baja la cabeza, se sonríe. Su postura corporal no es de defensa, como cuando cruza las piernas) Si pasara eso o me hacían alguna sugerencia o algo, no, no estaría en este lugar. Es ridículo pensar en eso. Salvo en mi casa, donde mis hijos y mi mujer me dan indicaciones, que las recibo feliz, en mis 42 años nadie me sugirió nada. Pero eso, también, es una falta de respeto hacia mí y hacia los jugadores, a “Machi” (González), a Tommy Echeverry, a todos. A veces tenés que leer algunas cosas que no vale la pena ni salir a aclarar. Mirá, los que están en la Copa Davis y los que nos conocen, saben cómo tomamos las decisiones y que siempre son muy pensadas y analizadas.

- Entonces, ¿qué evaluaste para llevar a una pareja, porque hasta aparecen cuestionamientos extra tenísticos?

- Nosotros hablamos con todos los jugadores y sus entrenadores. Y son los entrenadores los que tienen un montón de información de sus jugadores y ponen todo sobre la mesa a la hora de tomar decisiones. Esas cosas nosotros las hablamos en privado y muchas veces no salen a la luz, quedan en la privacidad, y está bueno que queden en el grupo, porque fortalece al equipo. Siempre decimos que los grandes logros y triunfos se logran cuando hay un buen equipo, cuando hay buena química y hay una buena comunicación, que es lo que venimos trabajando y lo que venimos manteniendo durante todos estos años. Por eso, hoy podemos hablar mirándonos a la cara, de frente y sin rencor, porque no hay nada raro. Jamás pondría algo por delante que no sea lo deportivo. Esta decisión es 100% deportiva.

- ¿Por qué le das tanta relevancia a la comunicación?

- Por respeto y porque no queremos filtraciones. Siempre, todos se enteran de las decisiones, primero, por nosotros. Primero hablo con todos los jugadores y sus entrenadores, para ver cómo están, cómo se sienten y quién está disponible; de cómo están físicamente y de cuáles son sus prioridades. Después, los primeros llamados son a quienes no serán convocados, para que se enteren por nosotros, porque en cuanto empecé a hablar con los que estarán convocados, éstos le cuenta a un familiar o a un amigo o a un periodista y, entonces, se hacen difícil de controlar las filtraciones. Una vez hechos esos llamados, hablo con los convocados y lo comunicamos a la AAT, para que se encargue de los envíos correspondientes y la comunicación a la prensa. Así se evitan montones de problemas.

Guillermo Coria en la Copa Davis 2020 frente a Suiza (REUTERS/Ciro De Luca)
Guillermo Coria en la Copa Davis 2020 frente a Suiza (REUTERS/Ciro De Luca)

Guillermo Coria sólo pasó por dos instancias de Juegos Olímpicos durante su carrera, pero a ninguna de ellas pudo acudir. En Sydney 2000 se mostraba como la gran proyección argentina, pero tenía a varios de los integrantes de la incipiente “Legión” por delante de él. Puerta, Squillari, Zabaleta, Gaudio, Chela y Gumy cubrían las posibilidades olímpicas del Mago. Ya de cara a Atenas 2004, Coria debutó jugando Copa Davis en Marruecos, pero una operación en el hombro derecho terminó sacándolo de esa meta, luego de caer en la final de Roland Garros.

- ¿Los Juegos Olímpicos te quedaron en la columna del debe?

- La verdad es que es algo pendiente en mi carrera. Para los de Grecia me quedo afuera por el hombro y fue una desilusión muy grande, porque era mi mejor momento y me veía con posibilidad de pelear por una medalla. Y le había puesto ganas, porque debuté en la Davis ese año, en Agadir, creo que David (Nalbandian) también debutó ahí (N de la R: ya lo había hecho en 2002) contra Karim Alami, y todo venía viento en popa. Ese era un gran año para mí, pero bueno, me la perdí. Aparte, estaba re entusiasmado, porque iba la selección de básquet, “La Generación Dorada”, Las Leonas, el vóley y el fútbol; teníamos de todo. Muchísimos grandes deportistas que nos dieron muchas alegrías. Así que imagínate, estar en unos Juegos Olímpicos como capitán y que se juegue en Roland Garros, para mí es redondo.

- Ahora tenés la posibilidad como capitán.

- Sí, ahora me toca estar, del otro lado y con semejante responsabilidad, pero por suerte tenemos ocho jugadores clasificados para seis cupos y hubo que tomar decisiones a la hora de seleccionar y no fue nada fácil. Eso me hizo bajar un poquito toda esa expectativa y esa alegría que tenía en un principio, porque sé lo difícil que es cuando toca quedarse afuera. Y todos los jugadores merecían estar o hicieron los méritos suficientes para poder estar. Resumiendo, se te baja un poquito toda esa explosión de euforia que tenías, pero, sin dudas, estoy muy contento.

- Entonces, ¿cómo fue o qué pesó en la decisión de dejar afuera a Zeballos?

- Y, no fue fácil. Pero no fue el único, porque Facundo Díaz Acosta se había ganado su derecho con el oro en los Juegos Panamericanos, pero bueno, él sabía que si había cuatro jugadores adelante de él iba a quedar afuera. Todos lo sabían, las condiciones ya estaban puestas desde el año pasado y debían cumplir con las exigencias de Federación Internacional, también. Lo que sí quiero aclarar es que siempre la comunicación con todos los jugadores y entrenadores fue y es excelente. Todos sabían que irían cuatro singlistas y dos doblistas. Con todo el dolor del alma, me da mucha pena dejar a alguien afuera, pero no pueden ir todos. Díaz Acosta lo entendió y lo aceptó. Y en el caso de Horacio también, tenemos un buen diálogo, le di las explicaciones, obviamente, y entiendo su dolor de perderse los Juegos. Lo vi en varias notas haciéndolo público, pero también aceptando y reconociendo que no es fácil romper una pareja de dobles que viene compitiendo muy bien en el circuito y en la Copa Davis.

Guillermo Coria ha demostrado en más de una ocasión que tiene códigos futboleros y que respeta el vestuario, en donde la verdad suele quedar sellada detrás de la puerta de un casillero. Los idas y vueltas con la convocatoria de Zeballos para el dobles en Copa Davis, y luego los Juegos Olímpicos, tuvo dos etapas durante el verano argentino y otra luego de la actuación del marplatense en Madrid, lo que terminó dejando la pelota del lado del capitán argentino, con el resto de los jugadores y la AAT expectantes respecto de cómo definiría este punto.

- En el interior de algunos vestuarios no estaban muy cómodos, porque se decía que Zeballos no había querido jugar la Davis.

- Nosotros salimos a respaldarlo a Horacio ante ITF. Lo convocamos a Finlandia, pero no acudió por razones que ya comenté en su momento y entró Molteni a jugar con Machi, y lo hizo bien. Después, se afirmaron como pareja en el circuito y en la Copa y nos dieron un punto clave para que sigamos con vida para la fase de Grupos de septiembre. También lo convocamos a Horacio para jugar contra Kazajistán y tampoco llegó en condiciones. Fuimos nosotros, con la AAT, quienes interpusimos un recurso ante ITF para que Zeballos tuviese la posibilidad de ser elegible, pero las condiciones siempre fueron claras para todos. Por eso, más allá de su dolor, destaco que Horacio haya hecho público que pensaba que no es nada fácil romper una pareja que ya está constituida y que rinde en el circuito desde hace un par de temporadas y, también, tener que dejar afuera a un jugador. Pero bueno, hay que tomar decisiones y para eso me pusieron en este lugar.

Guillermo Coria junto a su hermano Federico
Guillermo Coria junto a su hermano Federico

- ¿Ves alguna posibilidad de conseguir medallas?

- ¡Sí, sí! Confío plenamente en los jugadores, tanto en singles como en dobles. La verdad es que todos siguen creciendo y siguen aprendiendo, sobre todo los singlistas, que son chicos jóvenes que están dando sus primeros pasos, reafirmando lo que vienen haciendo, que no es fácil. Cuando el tenista se mete, lo más difícil es el segundo y el tercer año, porque hay que reafirmar todo lo que se viene haciendo. Los jugadores te van conociendo y saben cómo jugarte y ahí es cuando uno tiene que ir creciendo día a día. Así que creo que tenemos grandes posibilidades, va a ser durísimo, porque es casi como un Masters, más reducido, y no tan grande como un Grand Slam.

- Los grandes, vos también lo decías, comentan que las sorpresas son más fácil darlas cuando se juega a tres sets. ¿Puede darse esa posibilidad?

- Sí, claro, y lo digo también cuando jugamos a Copa Davis, cuando somos candidatos y jugamos, como pasó en febrero, contra jugadores que están fuera de los 200 o 300, porque no tienen presión y juegan sueltos, porque hoy en día todos juegan bien al tenis y están capacitados para dar pelea. Cuando se juega a cinco sets, el que tiene más experiencia y mejor ranking tiene ese tiempo para entrar un poco nervioso, que se le va en el primer set, y tiene margen para revertirlo, más que a tres sets. Con esto, y con que se juega en París, en donde todos nuestros jugadores han tenido buenos resultados, son factores a favor para nosotros.

- Para cerrar, ¿tuviste en consideración la Copa Davis de septiembre y la posibilidad de que si separabas a Molteni y González en los Juegos te podías quedar sin pareja para disputar la fase de Grupos?

- No, la verdad que no. Es que resulta difícil pensar de acá a septiembre, pueden pasar un montón de cosas. No quiero hablar de lesiones ni de nada, pero pueden pasar muchas cosas. Además, está en qué opine cada jugador, si quiere estar o no quiere estar, o si prefiere descansar o hacer otra cosa. Lo que sí te puedo decir en este caso de los de los Juegos Olímpicos es que los jugadores siempre supieron cuál era el pensamiento y cuáles eran las condiciones. Nosotros tomamos decisiones siguiendo una línea coherente, por eso siempre supieron las decisiones que íbamos a tomar, las cosas siempre estuvieron bien claras para todos. Eso es lo único que puedo hacer y vuelvo a repetir: la explicación más detallada y punto por punto siempre se la damos a los jugadores, y queda entre nosotros.

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