La Copa América 2024 en Estados Unidos se puso en marcha con la victoria de la selección argentina que defiende el título que consiguió hace tres años en el mítico estadio Maracaná. Más allá del triunfo 2-0 ante Canadá, fueron varios los jugadores del combinado campeón del mundo que se quejaron por el estado del campo de juego del estadio del Atlanta United.
El primero en reaccionar frente al césped del Mercedes-Benz Stadium fue Dibu Martínez: “Tenemos que mejorar ese aspecto. Sino, la Copa América siempre va a estar en un nivel más bajo que la Eurocopa”, dijo el arquero de Argentina.
“Venir acá ante una Canadá fuerte, con buenos delanteros y en una cancha que es un desastre nos complicó un poco. Podríamos haber metido muchos más goles. Era un desastre, cuando corrías, ibas saltando. Angelito (Di María) tuvo un uno a uno contra el arquero y terminó con la derecha porque no podía llevar la pelota al pie de lo mal que picaba”, agregó el ícono del seleccionado y abrió un debate sobre los estadios que utilizan para sus competiciones el césped sintético.
En las últimas horas, se activó una alerta pero en otra sede. El estadio Metlife, de Nueva Jersey, sede del duelo ante la Albiceleste y Chile, recibió a la delegación trasandina. En la recorrida que hizo el cuerpo técnico, se vio al preparador físico Néstor Bonillo molesto con varios oficiales de la Conmebol por la situación del campo, según comentó el periodista de TyC Sports Ariel Senosian.
Después de la recorrida por el estadio, el que habló del tema fue Ricardo Gareca. “Las canchas no han sido las mejores. No son los mejores escenarios, más allá de la intención. Veo que los muchachos tienen problemas en la mayoría de los partidos. O sea, de acuerdo a lo que me han comentado, por ahí hay algunos desniveles en los campos producto de acomodar la cancha para la Copa, ellos tienen otros escenarios, entonces los acomodan, y bueno, después en el momento de rodar la pelota, por ahí no es de la mejor manera, pero nos iremos acomodando como todas las selecciones”, explicó el Tigre en conferencia de prensa.
A la espera de la palabra de Scaloni, hay que mencionar que el técnico de la Selección fue tajante cuando le preguntaron sobre cómo había visto el césped tras el triunfo en el debut. “¿Lo vieron bien? Miren la velocidad de pases de los centrales y te das cuenta. Es una cancha que hace dos días era sintética y no pueden poner 100 metros de césped juntos. Tienen que ir poniéndolo poco a poco, con panes de pasto. Eso va emparchando y hay cortes continuos. Lo que pasa es que creo que hasta está pintada para que no se note”.
Lo que hay que mencionar es que la situación con el campo de juego y su inestabilidad se produce porque los panes de césped natural que se instalaron en el Mercedes-Benz de la ciudad de Atlanta y el Metlife de Nueva Jersey se hicieron por encima del sintético y no con una capa convencional de arena como en los suelos tradicionales. El cambio fue solo unos días antes del partido.
Ambos recintos ubicado en la Costa Este de los EEUU tienen campo de juego artificial, pero en el caso del recinto para 70 mil espectadores ubicado el suburbio de East Rutherford, al sur del condado de Bergen, no se juega al fútbol ya que es el estadio que sirve para los partidos de las franquicias de la NFL de la zona (New York Giants y Jets).