En el mundo del periodismo deportivo, pocos nombres generan tanta polémica como el de Álvaro Morales. Su estilo combativo y sus opiniones controvertidas le han permitido acumular una gran cantidad de seguidores que lo acompañan en sus editoriales, pero también una enorme multitud de detractores que lo atacan ante cada aparición pública.
De origen guatemalteco, el analista se ha convertido en una figura de la señal internacional de ESPN, conocido especialmente por sus críticas implacables hacia Lionel Messi y la selección argentina. Una postura lo ha convertido en Ciudadano No Grato en la tierra del asado, el fernet y el dulce de leche. Una de las muestras más curiosas del antagonismo del cronista con La Scaloneta la reveló recientemente, José Ramón Fernández, la leyenda del periodismo deportivo mexicano que relató una divertida anécdota que subraya la tensión que rodea a su colega. En el canal de YouTube de su hijo, Juan Pablo Fernández, Joserra compartió un episodio ocurrido durante el Mundial de Qatar, donde miles de fanáticos albicelestes llegaron al país del Golfo con la ilusión intacta. Según su relato, la animosidad de Morales hacia Lionel Messi desencadenó un altercado con Oscar Ruggeri, el recordado central del combinado argentino que ganó la Copa del Mundo de 1986 y dos ediciones de la Copa América en 1991 y 1993.
Como en la actualidad forma parte del plantel de ESPN Argentina, el Cabezón cruzó con su estilo característico a Álvaro Morales. “En Qatar estuvieron a punto de correrlo. Nosotros estábamos pegados a los argentinos en las cabinas de televisión y él les decía Messisito, Messisito, Messisito. Un día llegó Ruggeri y me dijo: ¿Dónde está el barbas ese?, porque le voy a partir su cabeza. Había llegado acompañado de otro argentino,” contó Fernández, dejando claro que la situación no pasó a mayores, pero revelando la intensidad del enfrentamiento.
El periodista azteca también criticó la falta de objetividad de Morales, señalando que su estilo personal influye la crítica constante, aunque a veces carezca de argumentos. “Su agenda es putear a Pumas, a Chivas, a Messi, a Memo Ochoa porque lo bloqueó de Twitter y alabar a Cristiano Ronaldo y al América,” afirmó. Algo similar a lo que hacía Martín Liberman en los medios locales antes de la consagración en Medio Oriente.
Ruggeri jugó 97 partidos con el combinado nacional y estableció el récord de mayor número de presencias en el equipo. Durante su carrera, participó en tres mundiales: México 1986, Italia 1990 y Estados Unidos 1994. “Cuando me ponía la camiseta de la selección era el mejor del mundo. Yo me sentía así a pesar de mis limitaciones”, explicó recientemente en una entrevista con Infobae.
A pesar del debut inesperado con Arabia Saudita, La Scaloneta forjó el camino hacia la gloria al superar a México y Polonia en la fase de grupos. El triunfo con Australia en octavos de final, la batalla con Países Bajos en cuartos, la goleada sobre Croacia en semifinales y la histórica final ante Francia marcaron los pasos inolvidables del mejor equipo del planeta. Y el Cabezón lo celebró con la dedicatoria especial hacia los periodistas que criticaron al ciclo desde que se había instalado en Qatar.