El 20 de junio, la selección argentina debutará contra Canadá por el Grupo A de la Copa América. El equipo de Lionel Scaloni llega como vigente campeón al certamen que se jugará en los Estados Unidos y posee a Lionel Messi como principal estandarte. En la previa al estreno, el 10 aprovechó las últimas semanas para ofrecer distintas entrevistas, como la que pactó con Marcelo Tinelli en el Meridien hotel, el búnker de los campeones del mundo en Fort Lauderdale.
En la nota emitida por América, Leo destacó su aspecto competitivo más allá de tener 36 años, manifestó que él no oculta sus enojos y recordó una anécdota de los últimos entrenamientos con la Albiceleste: “No la dibujo, soy como soy, y te das cuenta. Ayer mismo, perdí un partidito en el entrenamiento y yo me caliento. Me gusta ganar, competir. En un momento, me nublo, me caliento y, al ratito, se me pasa y me pregunto para qué mierda me calenté de esa manera. Qué necesidad. Me pasa con los partidos en el Inter Miami”.
Más adelante, contó cuál de sus hijos se acerca para pedirle consejos futbolísticos y quién es el más parecido a él: “En los partidos no les digo nada. Después, hablamos, comentamos. Pero también depende de los momentos y cómo se lo decís. Los tres son diferentes de carácter. Thiago es mucho más sensible y si le decís algo malo lo asimila de peor manera. Es más susceptible, pero él ya mismo se da cuenta cuando hace algo mal o bien y me busca a mí para hablar. A Mateo, no. Le puedo decir cualquier cosa y le chupa un huevo lo que yo le diga sea bueno o malo. Lo toma de la misma manera. Ciro es el más parecido a mí a nivel carácter. Lo hablamos con Antonela, tiene cosas del carácter mío”.
A continuación, Tinelli le preguntó qué cosas y Messi remató: “Y, yo soy raro... Tengo mis locuras, mis momentos. Por ahí, están todos juntos con los nenes jugando y él no participa porque le chupa un huevo lo que están jugando o está en otra. O le agarra la locura y no le podés hablar porque puede arrancar para cualquier lado. Es muy parecido”.
Uno de los momentos más emotivos de la entrevista fue la reacción del campeón del mundo después de que Marcelo Tinelli le haya mostrado el tatuaje que se había hecho por una promesa después de que Argentina salió campeón del mundo. El diseño en su pierna izquierda lo tiene al capitán besando la Copa del Mundo. “Uhhh, nooo... Esto está recién hecho. Qué locura, impresionante. Encima, es grande, ja. Vi mucha gente que hizo locuras de este tipo. Está espectacular, muy bien hecho, hermoso”, se sorprendió el rosarino.
Aunque no avaló el look en el pelo del presentador, que se había teñido de rosa: “Te vi el otro día... Zafa, jugado... El rosa se lleva mucho. Me sorprendió, es jugado. Acá, igual, no pasa nada, ja... Acá, con el calor pasa”. Sobre el final, el jugador del Inter Miami lo chicaneó con una broma sobre las dos cosas: “El pelo tiene solución, si el tatuaje estaba mal, ja...”.
El vínculo con Lionel Messi se remonta al 2004, durante las primeras apariciones del rosarino en la élite del fútbol mundial. La Selección Sub 20 campeona del mundo al año siguiente con él entre sus filas visitó el estudio del programa Showmatch e incluso hubo duelo de penales con Leo como protagonista. Marcelo Tinelli ha contado su gran relación con la familia de Messi, entre ellos sus padres, y la conexión sigue vigente en el presente hasta que el punto de que fueron a la casa de Tinelli en Nordelta en marzo de 2023, meses después de coronarse con la Argentina en el Mundial 2022.
También hubo lugar para un divertido cruce con el primo de Tinelli, Luciano Tirri. “¿En qué quedó eso del terreno en la Luna?”, le soltó Lionel Messi sobre la adquisición hecha hace unos años por Tirri, quien le contó que quería vender la propiedad mientras a Leo se le dibujaba una sonrisa de incredulidad sin poder creer que el relato fuera real. Frente a eso, Marcelo le tiró una sugerencia ante una posible inversión de comprar una propiedad en el satélite. “Sí, obvio”, le respondió Leo.
MÁS DECLARACIONES DE LIONEL MESSI
El cambio de vida que experimentó en los últimos años: “Ahora, le doy más valor al día a día, a las concentraciones, que a veces son largas, difíciles. Pero cuando te llevas bien con la gente, la pasas mejor. Más fácil. Nosotros nos reímos mucho, disfrutamos. Todas esas cosas no las valoraba. He pasado por grupos muy buenos, donde me sentía muy bien, pero el día a día te lleva a pensar continuamente en lo que viene. Hoy, lo tomo de otra manera. Y también es verdad que el haber conseguido todo lo que conseguimos en este poco tiempo te da la tranquilidad de eso. Ya está”.
Su vida familiar en los Estados Unidos: “Antonela (Roccuzzo) es muy independiente, y se mueve sola para todos lados. Los nenes se adaptaron rapidísimo. El fútbol en la Academia del club ayuda muchísimo porque les encanta jugar. Pasamos mucho tiempo en el club, entrenan 3 ó 4 veces por semana entre los tres. Luis (Suárez) tiene hijos de la misma edad, en vez de juntarnos en la casa nos juntamos en el club para ver los entrenamientos. Hacemos mucha vida familiar y disfrutando los momentos con ellos”.
Su estilo de juego en el truco: “Acá, nos quedamos hasta tarde. Jugamos mucho. ¿Si soy buen jugador? Me defiendo, que se yo... Me gusta. Soy conservador, un poco. Jugamos de a tres. Generalmente, juego con Rodrigo (De Paul) y con Lean (Paredes). Hay varias parejas competitivas: jugamos mucho contra Cuti (Romero)-Licha (Martínez)-Nahuel (Molina); Fide (Di María)-Ota (Otamendi)-Gio (Lo Celso) también. Jugamos casi todo el día en las concentraciones y nos dormimos tarde. Todos esos momentos los valoro mucho porque sé que cada vez falta menos para que se termine todo y, de alguna manera u otra, lo voy a extrañar”.
Su retiro: “No lo pienso. Me costó mucho dar el paso para dejar Europa y venir a los Estados Unidos, pero una vez que estuve acá me adapté muy rápido. Vivo el día a día, pienso en el momento, no en lo que pueda llegar a pasar. La edad es un número. Yo me siento muy bien competitivamente”.
Su análisis de la Copa América: “Hoy por hoy, podemos decir que somos los mejores porque somos los últimos campeones del mundo, pero eso no hace que esta Copa América la vayamos a ganar caminando. Es más, va a ser muy igualada porque todas las selecciones son más complicadas. Será más difícil. Ecuador tiene una generación de chicos muy buenos, Colombia, Uruguay, Brasil, ni que hablar. Somos conscientes de que habrá que hacer lo mismo o más para volver a ganar”.
Ser querido en su país: “Sé que hay mucha gente que mas allá de todo lo que pasé, de los traspiés que hubo en el camino, hubo gente que me bancó fuerte. Tener el cariño de la gente de Argentina era fundamental, porque me pasaba que en Barcelona ganaba, tenía el cariño de la gente, vivía bien y era diferente cuando llegaba a la Argentina. Sentirme querido hoy es lo máximo, lo mayor que uno puede conseguir como deportista”.