Un gol en el segundo minuto adicional de Francisco Conceicao le dio a Portugal una angustiosa victoria en su debut en el Grupo F de la Eurocopa ante República Checa. El reemplazante de Vitinha se convirtió en el héroe lusitano que evitó el papelón del combinado liderado por el español Roberto Martínez, pero la jornada en el Leipzig Stadium estuvo marcada por la producción de Cristiano Ronaldo.
El legendario delantero con pasado en el Manchester United, Real Madrid y Juventus, entre otros equipos, se convirtió en el primer jugador que participó en seis ediciones del certamen más codiciado del Viejo Continente y su presencia no pasó desapercibida. Es que el delantero de 39 años, cuyo primer torneo internacional fue en la Euro 2004 que se disputó en su país y perdió la final ante Grecia, volvió al plano mundial para afrontar su Último Baile.
Dueño de los récords de más goles (14) y partidos disputados (25) en el campeonato continental, el Bicho disfrutó de sus mejores días cuando se consagró campeón en la edición del 2016, cuando los lusos lograron derrotar a Francia en el encuentro decisivo. Y como Portugal llegó como un serio candidato a la corona en Alemania, no podía tener un debut decepcionante.
El capitán tuvo un encuentro agridulce, dado que no pudo quebrar la resistencia de Jindrich Stanek. Como el pleito comenzó con un dominio absoluto de los portugueses, la desesperación se instaló cuando Lukas Provod sorprendió con un gran disparo desde afuera del área que se clavó en el ángulo más lejano de Diogo Costa.
Fueron momentos de tensión hasta que el arquero checo protagonizó un blooper al rechazar un cabezazo de Nuno Mendes, que rebotó contra su compañero Robin Hranac y se metió en el fondo de la red para sellar el 1 a 1. Por lo tanto, cuando el duelo estaba en el tiempo de descuento, Conceicao sentenció la victoria de Portugal y el propio Cristiano Ronaldo descargó todo su desahogo con un polémico gesto contra Stanek y le gritó el tanto a Petr Sevcik en su corrida alocada.
CR7 se puso a tono para esta edición con un mensaje que había publicado en sus redes sociales antes de su estreno. “Hoy comienza otro capítulo de nuestra historia”, escribió en su cuenta de X (ex Twitter). “Recuerdo con cariño mi primer día con la selección, un viaje cargado de retos y victorias”, agregó.
“Ahora tengo el honor de estar al lado de un equipo de campeones, lleno de talento y determinación”, describió la leyenda. Y cerró con unas palabras que alimentaron la ilusión: “Con la fuerza y el apoyo de todos convertimos los sueños en realidad. Luchemos juntos por otro triunfo. Unidos somos imparables. ¡Fuerza Portugal!”. A pesar del sufrimiento, la lógica se quedó del lado del más poderoso. Y los de Roberto Martínez superaron un duro escollo para alimentar la esperanza de forjar una nueva hazaña.