La Eurocopa continúa su curso y en el debut por el Grupo E de este lunes uno de los resultados sorpresa fue la victoria de Eslovaquia 1 a 0 ante Bélgica. La novedad estuvo en el VAR que anuló dos goles de Romelu Lukaku y en ambos casos con la aplicación de la nueva tecnología denominada VAR simplificado. Vale recordar que la UEFA dispuso nuevas directrices reglamentarias para aplicar en la presente edición, utilizando como base las experiencias llevadas a cabo en la Premier League Inglesa.
Los balcánicos se pusieron en ventaja rápidamente a los siete minutos con el gol del atacante Ivan Schranz y luego sobrevivieron un rosario de ocasiones malogradas por parte de Lukaku, el goleador histórico de los Diablos Rojos, y todo lo generado por su volante Kevin De Bruyne.
El primer gol anulado de a Lukaku fue a los 55 minutos por una posición adelantada. Aquí no hubo mayores novedades, sí que se puso en práctica dicha tecnología semiautomatizada que ofrece mayor exactitud y permite una revisión más rápida para los fuera de juego y los gol line. Dispone de 12 cámaras instaladas bajo la cubierta del estadio que captan los movimientos del balón y hasta 29 puntos de datos de cada jugador, 50 veces por segundo, para calcular sus posiciones exactas sobre el terreno. Los 29 puntos recopilados incluyen las extremidades y partes del cuerpo que se tienen en cuenta para señalar un fuera de juego.
La segunda intervención del VAR, a los 86, invalidó el potente remate de Lukaku por culpa de una mano de Lois Openda previo a dar el pase. En este caso ayudó el nuevo balón inteligente que incluye en su interior un elemento decisivo para la detección de las posiciones antirreglamentarias dudosas o si el balón ingresó totalmente al gol: una unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés). Este sensor, situado en el centro del balón, envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala del VAR, lo que permite detectar con absoluta precisión el momento exacto en el que se golpea el balón.
Con la mezcla de datos de seguimiento de las extremidades de los jugadores y de la pelota, y mediante la inteligencia artificial, la nueva tecnología suministra un aviso automático a la sala de video siempre que reciba un balón un atacante que se encontraba en posición antirreglamentaria en el momento en que su compañero jugó el esférico.
Por ello, el árbitro turco Halil Umut Meler aplicó lo que indica la regla que no se puede ganar un tanto en el arco contrario si existe un contacto de mano/brazo de inmediatez. En este caso, no habla ni solicita la superfice del contacto y no interesa si ese contacto fue voluntario o no.
El VAR simplificado tiene la ventaja que ante el mínimo contacto, dicho sensor situado dentro del balón envía automaticamente los datos 500 veces por segundo y esto le permite obtener la plena seguridad de que ocurrió un roce y con qué parte del cuerpo lo realiza. Por esta razón, el contacto es 100% de precisión y el árbitro solo comprueba lo informado por la tecnología. No existe ninguna ilusión óptica que no pueda provocar el error. Por este motivo, en ambos casos la tecnología actuó de impecable manera y los dos goles anulados estuvieron correctos.