Dentro de todas y cada una de las características impresionantes de Kylian Mbappé y entre todos los recursos que maneja Francia, nadie contaba con la suerte como el aspecto más crucial para vencer a Austria, en el debut de la Eurocopa. El combinado bicampeón del mundo (1998 y 2018) se impuso por la mínima diferencia gracias a un error involuntario de Wober que selló el 1 a 0 definitivo a favor del elenco liderado por Didier Deschamps.
Sin embargo, en el elenco Le Bleu se generó un manto de preocupación por el estado físico de sus dos principales figuras. El flamante refuerzo del Real Madrid debió ser reemplazado por Olivier Giroud luego de sufrir un duro choque contra el hombro de Kevin Danso. Fue en el complemento, cuando la estrella con pasado en el PSG y Mónaco intentó cabecear una pelota y su nariz se estrelló contra la integridad de su rival.
Según la televisión francesa, TF1 se trataría de “una fractura de tabique que pone en riesgo su participación en lo que resta del campeonato continental”, aunque se le realizarán estudios para determinar la gravedad de su lesión. “Su nariz no está nada bien, probablemente se la haya roto”, confirmó el propio Deschamps en declaraciones brindadas a las transmisión oficial. Una de las hipótesis que planteó L’Equipe es que su máximo referente sea operado de urgencia en un hospital de Dusseldorf. Además, la prestigiosa revista deportiva informó que el capitán galo “necesitaría al menos diez días de reposo”. En consecuencia, se perdería, al menos, los próximos tres partidos frente a Países Bajos, Polonia y los octavos de final.
En su octogésima aparición con Les Bleus, el galáctico extremo de 25 años rompió la resistencia de Austria en el minuto 38, cuando su talento descolocó a tres defensores y su centro provocó la desgraciadas intervención de Wober. Kiki también desperdició una magnífica ocasión de poner las cosas más cómodas para su equipo en el segundo tiempo, sorprendiendo a prácticamente todos los 45.000 espectadores que colmaron el estadio con un inexplicable remate desviado junto al poste tras quedar solo frente a Patrick Pentz.
A pesar de sus esfuerzos y de la posesión del balón, Austria no logró crear muchas ocasiones claras, y el regreso de N’Golo Kanté se justificó plenamente con una exhibición magistral en el centro del campo.
Por su parte, Antoine Griezmann tampoco pudo terminar el partido, ya que el entrenador optó por sustituirlo luego de que su rostro impactara contra un cartel publicitario en el comienzo del complemento. El delantero del Atlético de Madrid le dejó su lugar a Youssouf Fofana con el dolor que le provocó el golpe.
La favorita, subcampeona del mundo en Qatar 2022 y coleccionista de elogios y pronósticos favorables en su desafío en el certamen, no está tan por encima de nadie, ni de Alemania ni de España ni de Inglaterra, a juzgar por lo que demostró en su puesta en escena en Dusseldorf, por debajo del volumen de fútbol, ocasiones y goles con el que debe expresarse.
Francia necesita velocidad. Es su mejor expresión. Lo dispara hacia límites insoportables para cualquier rival. Al revés, sin vértigo, sin espacio, sin metros para activar todo lo que lleva dentro, sobre todo por el trepidante carril zurdo que mezcla la alocada zancada de Theo Hernández, atrevido, vertical e inconsistente, con Mbappé, puro desborde, su dimensión se reduce a la presunción de todo lo que puede ser, a una individualidad, a un detalle repentino.
El seleccionado que quiere volver a quedarse con el trofeo continental después de la gesta del 2000 y 1984 enfrentará ahora a los Países Bajos, que también suma tres puntos tras imponerse el domingo frente a Polonia por 2 a 1 en el primer partido del Grupo D. El choque de La Orange y Le Bleu se perfila como un serio cruce de candidatos a la gloria.