Iván Zamorano, uno de los máximos referentes del fútbol chileno, se sinceró en una entrevista con Betsson, donde compartió detalles personales y profesionales que marcaron su carrera. Desde su infancia rodeada de fútbol hasta su consagración en los equipos más grandes de Europa, BamBam narró sus vivencias con emotividad y reflexión.
Una infancia marcada por el fútbol
Zamorano creció en un hogar donde el deporte era una constante. “Somos una familia de deportistas. Mi mamá jugaba básquetbol y mi papá jugaba fútbol no profesional. Muchas veces lo buscaron equipos, pero él prefería jugar en el barrio con sus amigos”, recordó el exjugador, señalando que su primer contacto con el fútbol fue ver a su padre en acción. “Creo que esa pasión que siento por el fútbol me la traspasó mi viejo desde la panza de mi mamá”.
Sin embargo, la tragedia golpeó temprano en la vida de Iván. Perder a su padre a los 13 años fue un golpe duro que enfrentó con determinación. “Tenía dos caminos: rendirme sin mi viejo o esforzarme y seguir adelante en busca de mi sueño”, reflexionó. Su madre se convirtió en el pilar fundamental de su vida, siendo la figura que lo animó y apoyó en cada paso de su carrera.
El meteórico ascenso de un goleador
A los 17 años, debutó con Cobresal, un equipo del norte de Chile, y su ascenso fue vertiginoso. “Comencé con 13 años en las divisiones menores y a los 17 ya estaba debutando en el equipo profesional. Mi carrera fue muy ascendente; a los 20 años ya me vendieron al extranjero”, relató sobre sus inicios. Primero fue el Saint Gallen en Suiza, donde rápidamente se destacó como goleador, lo que le abrió las puertas al Sevilla en España.
El sueño de jugar en el Real Madrid
Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera fue su fichaje por el Real Madrid. “Yo firmé por cuatro años en el Sevilla y al segundo año, durante la ceremonia civil del matrimonio de mi hermana, mi representante me llamó para decirme que había cerrado un acuerdo con el Real Madrid”, contó emocionado. A partir de ese momento, la vida de Zamorano cambió para siempre: “Jugar en el Real Madrid es un antes y un después. Todo jugador sueña con eso, y para mí llegó en el mejor momento de mi carrera”.
La etapa en el Inter de Milán y el icónico “1+8″
Luego de su paso por España, donde dejó una huella imborrable, Zamorano fue fichado por el Inter de Milán. “Elegí el Inter por los colores y porque Moratti, el presidente de esa época, vino a verme a Madrid”, comentó. Sin embargo, enfrentó un desafío al llegar Ronaldo, y tuvo que ceder su número 9. “Me reinventé y propuse jugar con el 18, pero con un signo más en medio, creando el ‘1+8′. Es una de las camisetas más vendidas en la historia del fútbol italiano y es mítica porque nunca más nadie más la usó”.
El regreso a su patria y la promesa cumplida
Uno de los episodios más emotivos fue su regreso a Chile para jugar en Colo Colo, cumpliendo una promesa hecha a su padre. “Mi papá siempre soñó con verme jugar en Colo Colo. Mi sueño de jugar en Colo Colo, que en ese estadio me llevaba de chiquitito. Nos sentábamos de hecho en el cemento. No habían asientos. Nos sentábamos en el cemento con mi viejo y volver en una situación difícil porque Colo Colo estaba en la quiebra. Teníamos un síndico, entonces jugué gratis. Entonces no tenía por qué cobrarle al equipo de toda mi vida de corazón y cumplirle el sueño a mi papá”, relató con nostalgia. Zamorano destacó la importancia de su familia y cómo sintió la presencia de su padre en cada partido.
El legado y la enseñanza
Zamorano cerró la entrevista reflexionando sobre su legado y lo que espera transmitir a las nuevas generaciones. “El fútbol no solo me hizo mejor futbolista, sino también mejor persona. Estoy orgulloso del legado que dejo como un guerrero en la cancha”, expresó. Además, mencionó la importancia de perseverar y afrontar las adversidades con valentía, un mensaje que espera que inspire a los jóvenes futbolistas.
Iván Zamorano no solo es recordado por su habilidad en el campo, sino también por su carácter, determinación y el profundo amor por su familia y su patria. Su carrera, llena de logros y retos superados, es un testimonio de que con pasión y esfuerzo, los sueños pueden hacerse realidad.