Luego de una semana tensa con cruces en las redes sociales, rupturas y hasta la decisión de bajarlo a Agustín Canapino de la séptima fecha de la IndyCar en Road America, la paz parece llegar al Juncos Hollinger Racing (JHR). La confirmación de la vuelta del piloto argentino en la próxima fecha en Laguna Seca, el 23 de junio, calmó al ambiente tras un silencio de los dueños del equipo y del propio corredor dieron un marco de incertidumbre.
Fue en la quinta fecha disputada en Detroit, donde Theo Pourchaire lo tocó a Canapino y le desalineó el Dallara-Chevrolet. De inmediato se escuchó un duro comentario en radio de Ricardo Juncos, uno de los dueños del equipo, hacia Pourchaire. Al otro día el piloto francés denunció amenazas de muerte y Canapino lo cruzó en la red social X. El galo corre para Arrow McLaren, que hasta el jueves pasado tuvo una alianza estratégica-comercial con el JHR. El viernes en Road America, a una hora de salir a pista, los popes del equipo lo bajaron a Agustín y no corrió.
Este jueves se conocieron declaraciones de Canapino quien reconoció haber aprendido de todo lo ocurrido. “Estoy mucho, mucho mejor. Ahora entiendo muchas cosas y para mí es un gran progreso después de una semana difícil”, dijo en diálogo con Racer.
“Es exactamente lo que pasó. He aprendido. Tenemos culturas completamente diferentes. Tenemos idiomas completamente diferentes. Pero estoy corriendo en Estados Unidos. Ahora lo entiendo, y mi base de fans tiene que entenderlo, que estoy compitiendo en Estados Unidos”, aseguró.
“Lo bueno son las lecciones. Aprendí mucho y espero que la gente de mi lado del mundo también aprenda lo mismo. Esta es una muy buena lección para nosotros. Estoy muy feliz, porque para mí fue una gran lección de vida intentar comprender y ver la situación aquí. También fue comprender la barrera del idioma. A veces decimos algo (en español) y terminas diciendo precisamente lo contrario, cuando estamos pensando (está bien) en nuestra mente”, argumentó.
“Lo que es importante para mí es que somos personas diferentes, culturas diferentes, pero debemos detener totalmente el abuso y el odio en las redes sociales. Este es un mensaje importante para mí. Para mí, fue un buen mensaje de vida y de cómo tengo que reaccionar en la comunidad (estadounidense)”, explicó.
Y destacó: “Así que tenemos una forma completamente diferente de reaccionar. Y desafortunadamente, me enteré ahora, después de toda esta situación inesperada, que esto es diferente aquí, pero es totalmente así (para él). Creo que esta es la situación más importante aquí porque estamos en las carreras estadounidenses, por supuesto, pero tenemos pilotos internacionales con diferentes tipos de fanáticos y diferentes tipos de culturas”.
“Entonces, la buena lección para mí es la forma de reaccionar y la manera de comprender la situación. Necesitamos seguir trabajando juntos, tratando de evitar esta situación nuevamente. Estoy aquí en Estados Unidos y tengo que mejorar mi forma de ver las situaciones que suceden aquí. Necesitamos detener y evitar el abuso y el odio en las redes sociales”, concluyó el arrecifeño. En sus redes sociales agradeció los mensajes de apoyo, pero aclaró: “Vuelvo con mucho aprendizaje y más fuerte que nunca”.
En tanto que el director del equipo JHR, David O’Neill, describió el proceso por el que pasaron en Road America y las reuniones a principios de esta semana para determinar cómo seguir adelante. “Mi decisión, con Brad y Ricardo, fue asegurarme de que tuviéramos la seguridad de Agustín en nuestras manos”, dijo O’Neill también en diálogo con Racer.
“Teníamos en nuestras manos la seguridad de los demás competidores y no queríamos poner a nadie en una posición en la que tuviéramos que pasar por esto otra vez. Como le explicamos a Agustín, puedes tirar una toalla blanca en un ring de boxeo y no habrá boxeador que esté contento con eso, pero eso es lo que hicimos y tuvimos que asumir las consecuencias. Y tenemos”, planteó.
“Lo que estamos tratando de hacer es salir del otro lado, demostrando que nos preocupamos y somos responsables de la seguridad de los demás pilotos en la pista, y también de Agustín, y no dañar a nuestro equipo y nuestra marca”, afirmó.
“Nunca hubo ninguna atención por parte mía, de Brad y de Ricardo, de que esto fuera a ser una marginación a largo plazo”, dijo O’Neill. “En realidad, sucedió mucho más rápido (de lo esperado), porque cuando nos volvimos a encontrar, Agustín llegó a la fábrica el lunes, nos sentamos y obviamente todavía estaba herido por toda la situación. Pero con unas buenas 24 ó 48 horas de sueño en nuestro haber, su rostro cambió por completo una vez que comenzamos a hablar de temas culturales”, añadió.
“Tomé esta decisión (de bajarlo en Road America) porque tenía experiencia previa con pilotos en situaciones similares y tomé una visión de 40 años del automovilismo y la experiencia que tuve con la persona que estaba viendo en ese momento el viernes en la sesión de autógrafos, mirándolo allí. Subí y hablé con él. Escuché a Ricardo hablar con él. Y de repente, como decimos en el Reino Unido, ‘cayó la moneda’ (y lo sacaron del coche)”, culminó.