Pasaron cuatro días desde que el equipo Juncos Hollinger Racing anunció que Agustín Canapino no iba a correr en Road America, en la séptima fecha de la IndyCar. En su comunicado, la escudería con sede en Indianápolis explicó sus motivos, pero algunos temas no quedaron claros, como por qué hacerlo ir al piloto al circuito y decirle que no iba a participar una hora antes de la primera práctica. El silencio cada vez más prolongado no hace más que aumentar las dudas.
Mientras más tiempo pasa la incertidumbre es mayor. Entre los interrogantes está el por qué lo hicieron ir a Canapino al autódromo ubicado en Elkhart Lake, Wisconsin. Agustín hasta llegó a firmar autógrafos con una cara de pocos amigos, como sabiendo que algo malo iba a pasar. La bronca del múltiple campeón argentino quedó clara y junto con su pareja, Josefina Di Palma, regresaron a la casa donde viven en Indianápolis.
La excusa del team fue que Agustín no corra para resguardarlo ante la carga emocional desatada en la semana en las redes sociales por los cruces de los fanáticos a favor del argentino en contra de Theo Pourchaire, quien lo tocó en la fecha anterior disputada en el trazado urbano de Detroit.
Sin embargo, entre tantos puntos a favor que tiene Agustín está su factor mental. Le tocó definir y ganar campeonatos del TC en los cuales arrancó desde atrás, como su épica labor en la última carrera de 2017, en la avanzó en un circuito trabado y difícil para superar como el Autódromo Roberto José Mouras de La Plata y fue campeón por 0,25 puntos sobre Facundo Ardusso.
O cuando salió a pelear por la corona del TC 2000 a horas del fallecimiento de su padre, Alberto (uno de los mejores chasistas de la Argentina), en febrero de 2021.
Si se buscaba ayudar a Canapino lo mejor hubiese sido permitirle hacer lo que mejor sabe, correr y dar vuelta la página. Estar abajo del auto este fin de semana debe haber sido muy doloroso para el Titán de Arrecifes.
Infobae se comunicó entre viernes y sábado con Ricardo Juncos quien respondió, pero dijo que no podría hablar porque estaba muy atareado por la actividad en Road America, algo entendible. Se lo intentó localizar este lunes y martes, pero no hubo respuesta.
Uno de los periodistas más y mejor informado en el mundo de la IndyCar es Marshall Pruett. En un artículo firmado por él y publicado en el portal Racer, deja entrever que el futuro de Canapino está en duda. “El copropietario Brad Hollinger hizo una inversión importante en Juncos Racing para darle al programa Juncos Hollinger Racing una financiación significativa para restablecerse a lo largo de varios años, pero el equipo ha tenido dificultades para asegurar el presupuesto operativo anual que necesita para operar. Aunque la pasión de Hollinger por el deporte y la inyección de dinero han mantenido a JHR en movimiento, es necesario generar ingresos para que el programa funcione correctamente. Su asociación con Juncos nunca ha consistido en pagar todo por el simple hecho de participar”.
Luego argumentó que “también hace que el momento de los problemas con Canapino sea uno en el que no se pueda ignorar cualquier nueva oportunidad para atraer fondos. Sin las acciones y eventos ocurridos desde Detroit, no había dudas sobre si Canapino terminaría la temporada. Incluso con los autos en su mayoría desnudos bajo el toldo del JHR, Canapino no corría riesgo de ser reemplazado en ningún momento en 2024. No se puede decir lo mismo hoy”.
En dicha nota, Pruett también apunta al empuje de Mark Siegel, padre de Nolan, quien reemplazó a Canapino en Road America. El joven estadounidense terminó 23º con el Dallara-Chevolet. Mark aportó el presupuesto de toda la campaña deportiva de su hijo, de 19 años, quien se encontraba en el circuito de Road America porque corre en la Indy NXT, la categoría antesala a la IndyCar donde corre en la escudería HMD Motorsports.
Sobre el tema presupuestario, Infobae adelantó el jueves 6 de junio que la necesidad de conseguir nuevos sponsors podían ser un condicionante para la continuidad de Canapino y esa información está en sintonía con lo expuesto por Pruett, aunque, claro, los últimos episodios complican más el panorama.
“Tenemos patrocinadores y fuimos anunciando, pero lo que entra no alcanza. Seguimos cuesta arriba e invirtiendo los dueños de equipo. Por eso es importantísimo seguir generando inversiones importantes porque un equipo sin solvencia económica es imposible que funcione por mucho tiempo. Tenemos sponsors, pero son todos chicos”, le reconoció Juncos a este medio.
Luego de la polémica por el toque de Pourchaire a Canapino, Agustín estalló en una comunicación por radio con Juncos: “Me desalineó todo el auto el idiota este”. Inmediatamente, el team-manager le dijo “ya sé, boludo, el hijo de mil putas, sorete, se tiró de 400 metros”. Canapino terminó en el 12° lugar, el mejor resultado del año. En tanto que francés aseguró que fue amenazado de muerte en las redes sociales. Cabe recordar que el jueves pasado el Juncos Hollinger Racing y Arrow McLaren, equipo de Pourchaire, anunciaron la ruptura de su alianza estratégica comercial.
Este lunes hubo una reunión en la base del equipo. Allí se volvieron a ver las caras Juncos, Hollinger y Canapino. Se esperaban novedades para este martes y la falta de respuesta continúa.
Las horas continúan pasando y el panorama sigue siendo incierto. ¿Por qué hicieron ir a Canapino a Road America? ¿Por qué bajarlo una hora antes de salir a pista? ¿Lo bajaron para resguardarlo o por algún problema presupuestario? ¿Quién tomó la decisión, Juncos, Hollinger, o ambos? ¿Cuál es la postura de la categoría? ¿Por qué tanto tiempo de silencio? ¿Canapino correrá en la próxima fecha en Laguna Seca el 23 de junio? ¿Agustín quiere seguir? Son todas preguntas que siguen esperando las respuestas.