Hace algunos años se hizo viral la historia del arquero de Independiente Rodrigo Rey y sus problemas en el habla (disfluencia) que el público conoció tras las notas en campo de juego que brindó el ex guardametas de Gimnasia y Esgrima La Plata. Más allá de convertirse en una pieza importante del equipo de Avellaneda, el jugador fue noticia por una situación que vivió junto a su familia.
En las últimas horas, un mensaje de Rey en las redes expuso una problemática familiar con la escuela de su hijo diagnosticado con TEA debido a las condiciones que le ofrecieron en el establecimiento llamado Instituto José Manuel Estrada de City Bell al que asiste el pequeño frente a una crisis que atravesó.
“Esta imagen es el supuesto ‘espacio de calma’ de nuestro hijo en la escuela. Esta imagen describe lo que venimos renegando con esta escuela. Esta imagen nos parte el alma en mil. Una escuela privada, que cuentan con papás que han ofrecido todo”, fue la primera parte de la carta que publicó Rodrigo en su cuenta de Instagram.
En la imagen, se puede ver sólo una colchoneta en un espacio que la escuela le ofreció al hijo del arquero del Rojo como espacio de “calma”. Dicha situación generó el enojo de Rey por las condiciones del espacio. “Hoy nuestro hijo después de dos semanas enfermo volvió con mucho esfuerzo al colegio, en un proceso de recuperarse físicamente, ya casi bajó dos kilos”, expresó el jugador de 33 años que tuvo su estreno deportivo con la camiseta de Newell’s.
Hay que mencionar que los “espacios sensoriales” son espacios de regulación (con puffs, pisos blando u objetos de regulación) donde las personas dentro del espectro o cualquier niño que así lo necesite pueden relajarse y controlar los estímulos, incluyendo el sonido, la luz, el olor, el tacto, la temperatura.
“Hoy necesitó un espacio de calma y ¡no lo tuvo! Intentó acostarse ahí y no quiso saber nada. Medio cuerpo afuera y casi como ¡estar en el piso! Ustedes no se dan una idea cuántas veces ofrecimos incorporar cosas para que no solo para Beni, sino para todos los niños que necesiten y puedan beneficiarse”, agregó el arquero.
“No vamos a permitir que le sigan faltando el respeto a nadie más. No queríamos que este momento llegue nunca, solo queríamos destinar nuestras energías a que nuestro hijo esté bien. Esta escuela está negando a los niños a tener un espacio mejor y adecuado para tal caso. Es increíblemente inentendible”, sumó antes de reiterar su indignación frente a lo que ocurrió con su hijo Benicio.
“Hemos guardado silencio, nunca nos imaginamos estar en esta situación. Por supuesto, esto fue la gota que rebalsó el vaso. Para que se entienda el contexto: hoy una vez más le faltaron el respeto a nuestro hijo”, agregó el portero, que al mismo tiempo también publicó un video en el que se ve a su pequeño llorando en el auto luego de salir del espacio escolar.
Por su parte, la que también profundizó el problema que vivió la familia Rey fue la esposa del arquero, Laura. La pareja del jugador también aprovechó sus redes para contar la conmovedora historia de vida de su hijo.
“Me tocaron el punto más sensible pero también el más guerrero. Tuve un hijo que llegó al mundo sin esperanza de vida. Que sobrevivió a dos cirugías recién nacido. Quedando solo con 60 cm de intestino y un pronóstico desolador. Una de las posibilidades era alimentarse toda su vida por una máquina, entre otras cosas. Durante sus primeros 4 años, durmió más en hospitales que en su propia casa. Su déficit inmunológico hace de sus inviernos un gran desafío, y todo ese contexto termina en un diagnóstico de TEA”, explicó.
“Es por eso que hoy me vuelvo a poner el traje de guerrera. Ese que me duele tanto, el que hace que se me caiga el pelo, el que no me deja dormir de noche, el que me pone cortisol a mil, pero el que me da la paz de saber que mientras yo exista, Beni de mi corazón, absolutamente nadie que debe cuidarte, brindarte todo lo necesario para que puedas estar bien ni te falte el respeto. Y decido no callarme absolutamente nada más. Porque sé que somos muchos”, continúo la mamá de Beni.
Luego que la noticia generó un revuelo en la comunidad de La Plata, fue la propia Laura la que informó que recibió una respuesta por parte de la escuela donde asiste su hijo. Desde el instituto le mandaron un mail con la intención de “continuar con el plan pedagógico” de su hijo, lo que en un primer momento provocó la reacción de la pareja de Rey.
“¡Qué ‘les’ preocupan! ¡Lo que faltaba! Los preocupados somos nosotros. Les juro por mi madre que está en el cielo que si alguien se hace la víctima se destapa esta olla a presión”, escribió tras subir una captura del correo electrónico que recibió del colegio.
“¡Ayyyy y de repente aparecen las soluciones! ¡Qué amores! Cuatro meses de clases y el chico no tenía educación física porque a esa hora debía salir para terapias. Lejos de ellos adaptarse, nos pedían a nosotros que cambiáramos las terapias. Que ellos no podían evaluarlo si no”, agregó Laura, antes de dejar en evidencia que nunca recibió respuesta por parte del instituto ante su pedido
“¿Quéeee? ¿Que no lo vas a poder evaluar? Hace dos meses envié una carta de cuatro hojas que nadie contestó. Hablando de los derechos de mi hijo, hemos pedido por favor que busquen la manera, que Beni no podía dejar las terapias solo porque ellos no se adaptan. ¡Tantas cosas por contar! Lo bueno de todo es que está todo escrito y grabado”, explicó.
Después de la angustia de la familia Rey por la situación que vivió Benicio, Laura contó que finalmente tuvo una reunión con las autoridades del colegio para mejorar la atención. “Quiero contarles que a raíz de una reunión urgente con la directora y la parte legal de la escuela... hemos podido entendernos y encontrar un nuevo punto de partida. Ojalá este quiebre sirva para volver a construir la confianza y entender que estamos para sumar y crear juntos un mejor espacio para Beni y para todos”, escribió.
Acto seguido, remarcó las dificultades que puede afrontar una familia con un niño que tiene TEA y los desafíos diarios que juntos tienen que atravesar para el desarrollo de su hijo. “Sabemos que es un camino largo por recorrer y entendemos que no importa cuantas veces haya que volver a empezar... si los resultados son positivos.. Personalmente, siento que exponer estas cosas no es lo más cómodo del mundo. Sobre todo cuando tratamos de tener un perfil bajo y cuando se trata de nuestros hijos. Pero ayer me sentí desgastada, agotada, triste, enfurecida y pensaba cuántas veces nuestro hijo en un futuro va a tener que pasar por cosas difíciles, injustas”.
Para concluir, Laura Rey no dejó de agradecerles a todos los que le mostraron su apoyo. “Vuelvo a agradecer a todos los que abrieron su corazón. Somos tantos que impresiona y al mismo tiempo duele demasiado. Porque por una cuestión u otra, parece que no estamos lejos, estamos lejísimos de ser una sociedad preparada y empática. Pero al mismo tiempo expresar lo que nos pasa... empieza a abrir caminos en los que te das cuenta de que no estamos solos”.