El mundo del boxeo vuelve a ser testigo de un capítulo turbulento en la vida del prometedor pugilista Ryan García. Quien según los informes, fue liberado después de ser trasladado al hospital para evaluación y tratamiento luego de su arresto en Los Ángeles el sábado.
El joven boxeador, quien se encontraba hospedado en el lujoso hotel Waldorf Astoria en Beverly Hills, fue detenido por delito grave de vandalismo, dejando en vilo a sus seguidores y a la comunidad pugilística. El medio estadounidense TMZ, que tuvo acceso a fuentes policiales en el lugar, detalló que García causó daños materiales en el hotel, incluida su habitación y el pasillo, estimados en 15.000 dólares, lo que le llevó a ser detenido por las autoridades locales.
El portal en cuestión informó que el boxeador estaba “aparentemente bajo la influencia del alcohol y/o drogas” al momento del incidente. Un video publicado por la revista mostró al púgil de 25 años sin camisa y con casco durante su arresto. Testigos que se encontraban en el lugar afirmaron que había varias patrullas policiales en los alrededores al edificio. Si bien en ningún momento se le pudo ver el rostro, sus tatuajes en la espalda terminaron confirmando su identidad. Un retrato desconcertante para muchos de sus seguidores.
Este no es el primer incidente que despierta preocupaciones sobre la estabilidad mental de García. A principios de este año, el estadounidense venció a Devin Haney en una pelea que sorprendió a muchos, pero su comportamiento errático durante la preparación para el combate dejó dudas sobre su salud mental. Además, dio positivo en un control antidopaje tras su victoria, añadiendo más polémica a su carrera.
A pesar de estas controversias, García continúa defendiendo su inocencia. Su equipo insiste en que los resultados positivos en los controles antidopaje son el resultado de la contaminación por suplementos, mientras que Haney y su padre exigen medidas más severas, como la prohibición del boxeo para García de por vida.
En diciembre del año pasado, además, García se divorció de su esposa inmediatamente después del nacimiento de su segundo hijo, sumando tensión a su vida personal. Durante la preparación para su pelea contra Haney, realizó declaraciones en línea que alimentaron los temores sobre su salud mental, incluyendo afirmaciones sobre haber sido violado y haber presenciado violaciones de niños.
Durante las primeras horas del miércoles 6 de marzo, García realizó una serie de publicaciones en redes sociales denunciando que el abuso por parte de un miembro de su familia. De igual manera, el boxeador con ascendencia mexicana denunció haber sido secuestrado por “las élites”, quienes supuestamente lo obligaron a presenciar el abuso abuso sexual a menores de edad.
A partir de ese momento comenzó a utilizar su cuenta de X (ex Twitter) como una plataforma para descargarse y advertirle a sus fanáticos que algo podría ocurrirle: “Recen por mí”, era uno de los mensajes que se repitió constantemente.
Recientemente el boxear utilizó las redes sociales para compartir una noticia personal dolorosa: su madre, Lisa, está luchando contra el cáncer de mama. “Mi mamá me ha dado el visto bueno para publicar”, escribió. “Por favor, oren por mi madre”.