Lo bautizaron como el “Maradona iraní”, es ingeniero metalúrgico y fue dueño de un récord por el que luchan Cristiano Ronaldo y Lionel Messi

Ali Daei, de 55 años, jugó dos Mundiales con Irán, fue campeón como entrenador a nivel selecciones y tuvo conflictos políticos en su país

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Ali Daei es el máximo goleador histórico de la selección de Irán (Etsuo Hara/Getty Images)
Ali Daei es el máximo goleador histórico de la selección de Irán (Etsuo Hara/Getty Images)

En los últimos tiempos, la batalla protagonizada por Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en busca del rótulo de máximo goleador en la historia a nivel selecciones obligó a mencionar un nombre que se ubica entre ellos y quedó inmortalizado como una de las leyendas de su país. Nacido en marzo de 1969, Ali Daei ya tiene 55 años, pero nunca se despidió de manera definitiva del fútbol, que lo llevó a lucir los colores del Bayern Múnich sumado a su corto paso como entrenador de Irán, su tierra. Y hasta septiembre de 2021 ostentaba la marca por la que se pelean dos de los mejores exponentes de la disciplina.

El ídolo nacional tiene un status similar a un Dios, porque es conocido como el Shahriar, cuyo término significa Rey. El Arminia Bielefeld de Alemania confió en su talento en 1997 después de pasos con las camisetas del Taxiraini, Bank Tejarat y Persépolis de Irán, sumado al Al Sadd de Qatar, club que ha tenido entre sus filas a otros nombres rutilantes como Raúl González Blanco y Xavi Hernández. Esa fue la puerta de entrada a Europa para el Maradona iraní, que se había acercado al deporte en uno de los peores momentos de su nación.

Durante mi infancia solo tuve dos pasiones, el fútbol y el estudio. Las guerras solo traen malos recuerdos sin importar dónde y cuántos años tengas. Siempre deseo la paz para el mundo y espero que algún día veamos el mundo sin la lucha y la guerra”, se confesó en una extensa entrevista para el diario As en referencia al conflicto bélico de Irán con Irak cuando él tenía 11 abriles, y que se extendió por ocho años. Daei fue jugador de profesión, aunque añadió a su currículum distintas actividades, al punto de ser ingeniero metalúrgico y segundo teniente en las fuerzas aéreas de su país entre 1993 y 1994, según relató el matutino del Viejo Continente: “Mi primer objetivo en la vida fue estudiar y terminar mis estudios académicos, fue la promesa que le hice a mi padre”.

El tanque de 1.92 de estatura poseía un manejo envidiable con las dos piernas frente al arco rival y se destacaba por su excelente juego aéreo. Según los registros aportados por la International Federation of Football History and Statistics (IFFHS), convirtió 109 goles en 149 partidos con la selección nacional y se dio el lujo de disputar los Mundiales de Francia (1998) y Alemania (2006), pero no pudo estampar su sello en la red en ninguno de los cinco duelos jugados con un balance de tres derrotas, un empate y una victoria, en la cual aportó una asistencia para el triunfo 2-1 ante Estados Unidos. Ese encuentro no fue uno más, ya que recibió la caratula de “mayor carga política de la historia” por la revista FourFourTwo debido a los conflictos políticos que rodeaban a esos países. No pudo pasar la fase de grupos en las dos participaciones.

La cifra final de anotaciones es motivo de discusión porque Ali Daei afirma tener 111 goles. Sin embargo, la FIFA no contabiliza un doblete anotado ante Afganistán por los Juegos Asiáticos de 2002, ya que ocurrieron con la selección olímpica, no con la absoluta.

Su llegada al Bayern Múnich en 1998 ocurrió en medio de ese magnífico presente a nivel goleador. Su breve etapa en la institución bávara se extendió por una temporada, en la cual ganó la Bundesliga y la Copa de la Liga de Alemania. “Es un atacante de clase mundial”, llegó a decir Franz Beckenbauer, gloria del Bayern. El cuadro multicampeón lo vendió al Hertha Berlin en 1999, un calendario muy especial en su carrera porque fue elegido mejor futbolista de Asia.

El oriundo de la ciudad iraní de Ardabil permaneció tres temporadas en ese club, donde ganó una Copa de la Liga de Alemania. A partir de 2002, desarrolló sus últimos años como profesional en lugares más exóticos, como el Al Shabab de los Emiratos Árabes Unidos, o en su lugar de nacimiento, ya que retornó al Persépolis y sumó rodaje en Saba Battery y Saipa, donde finalmente colgó los botines a mitad de 2007.

Ali Daei en el Mundial de Francia 1998 (Jerome Prevost/TempSport/Corbis/VCG via Getty Images)
Ali Daei en el Mundial de Francia 1998 (Jerome Prevost/TempSport/Corbis/VCG via Getty Images)

Durante más de 14 años, Daei siguió liderando la cima entre los máximos goleadores a nivel selección. Algo que llegó a su fin en septiembre de 2021, cuando Cristiano Ronaldo lo superó tras marcar los dos goles de Portugal en la victoria 2-1 contra Irlanda por las Eliminatorias a la Copa del Mundo de Qatar. “Yo esperaba que Cristiano fuera el que rompiera mi récord”, dijo entre risas en charla con AS.

Acto seguido, precisó: “No importa cuántos goles marqué porque estoy seguro de que Cristiano marcará más. Por la forma que juega Cristiano y en el nivel de forma que se encuentra, estoy seguro de que marcará muchos más goles. Creo firmemente que Ronaldo se merece alcanzar este récord. Que lo alcance un jugador como él es como otro récord para mí. Es un orgullo”. Hoy en día, CR7 aumentó ese número a 128 celebraciones en 206 encuentros con los lusos, mientras que Lionel Messi permanece tercero (106 gritos en 180 partidos con la Argentina).

Tras su retiro de las canchas, Ali Daei fue nombrado miembro del Comité de Fútbol de la FIFA desde junio de 2007 hasta 2013, y fue embajador de Unicef. Tras más de una década alimentando el perfil bajo, su nombre cobró relevancia a nivel mundial porque el régimen de Irán le confiscó su pasaporte. “Se debe a que escribió en Instagram reaccionando a la muerte de Mahsa Amini”, indicó el diario Hammihan. Amini, kurda iraní de 22 años, falleció el 16 de septiembre de 2022, luego de ser arrestada por no haber respetado el estricto código de vestir femenino de la República Islámica.

Días antes a esta sorpresiva medida, el ex jugador había instado a las autoridades a “solucionar los problemas del pueblo iraní en lugar recurrir a la represión, a la violencia y a las detenciones”. Su hermano, Mohammad, salió a defenderlo en declaraciones al portal deportivo iraní Varzesh3: “Ali dio toda su vida por levantar la bandera de Irán, él ama al país y a su pueblo y siempre dice la verdad. Lo que le ha ocurrido a Ali es lamentable”. También recibió el apoyo de su ex equipo, Hertha Berlin, que formalizó un lamento a causa de que la figura “no esté autorizada a abandonar el país porque se pronunció a favor de los derechos de las mujeres”.

Participó del sorteo de la fase de grupos del Mundial 2022 (REUTERS/Ahmed Jadallah
Participó del sorteo de la fase de grupos del Mundial 2022 (REUTERS/Ahmed Jadallah

Este conflicto recrudeció en noviembre de 2022, cuando Ali Daei decidió no asistir al Mundial, a pesar de haber sido uno de los invitados estrella en el sorteo de la fase de grupos. “En unos días en los que la mayoría de nosotros no nos sentimos bien, he dicho que no a una invitación de la FIFA y la Federación de Fútbol de Qatar para asistir al Mundial con mi mujer y mis hijas”, escribió en Twitter en un mensaje replicado por El Español. Pocas semanas después, recibió un inesperado golpe porque el avión que trasladaba a su esposa y su hija a Dubai aterrizó en Irán por un pedido de la Justicia.

El portavoz y director de relaciones públicas de Mahan Air, Amir Hosein Zolanvarí, explicó las razones del arribo de esa aeronave al país asiático al medio de noticias local Rouydad 24: “Fue orden judicial y no tiene que ver con la aerolínea”.

Estos episodios cobraron una relevancia muy importante porque se trata de una leyenda en el fútbol de ese país. Es uno de los primeros jugadores iraníes que marcó el camino en Europa para las generaciones futuras y ha sido parte del regreso de su selección al mapa del fútbol, ya que antes de 1998, había disputado únicamente el Mundial de Argentina 1978.

Entre 2008 y 2009, dirigió al combinado nacional durante 23 compromisos, en los que registró 16 victorias, 6 empates y 1 derrota. Fue campeón del Campeonato de la Federación de Fútbol de Asia Occidental, pero esa única caída sentenció su ciclo porque el traspié frente a Arabia Saudita lo dejó sin posibilidades de clasificarse al Mundial 2010. Desde ese momento, repartió su tiempo en dos pasos como técnico por el Persépolis y otras experiencias en Rah Ahan Yazdan, Saba Battery, Naft Novin Tehran y Saipa de Irán.

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