Dolor en el rugby mundial por la muerte de Rob Burrow: su mensaje tras luchar tres años contra una enfermedad degenerativa

El ex deportista había sido diagnosticado en 2019 con la Enfermedad de la Motoneurona (EMN). “Espero haber dejado una huella”, dijo en su última entrevista

Guardar
Rob Burrow falleció a los 41 años (AP)
Rob Burrow falleció a los 41 años (AP)

El mundo del rugby se vio inmerso en una profunda tristeza después de conocer la noticia del fallecimiento de la leyenda británica Rob Burrow, quien perdió la vida a los 41 años luchando contra su enfermedad en el Hospital Pinderfield, rodeado de su familia y amigos, según indicó el equipo en el que disputó toda su carrera, el Leeds Rhinos, a través de un comunicado.

El ex deportista había sido diagnosticado en 2019 con la Enfermedad de la Motoneurona (EMN), una afección degenerativa del sistema nervioso en el cual las neuronas motoras dejan de funcionar, haciendo que los músculos se debiliten provocando parálisis y rigidez en distintas partes del cuerpo.

A partir de ese momento, puso un punto final al deporte profesional y comenzó su batalla personal, la cual culminó con su partida a una temprana edad.

Mientras se hacía público el anuncio de su fallecimiento, se conocieron imágenes desgarradoras que mostraban a la ex estrella del rugby deseando un “mundo libre de EMN”. En una entrevista pregrabada con la cadena BBC, Burrow expresó: “Cuando veas esto, ya no estaré aquí. Solo soy un chico de Yorkshire que logró hacer realidad su sueño de jugar la liga de rugby”.

Rob Burrow se despidió en una entrevista

La vida de Burrow estuvo marcada por su dedicación y amor al deporte. Jugó exclusivamente para los Leeds Rhinos, participando en 492 partidos y anotando 196 tries, acumulando un total de 1.103 puntos. Su carrera se extendió por 17 temporadas, en las que cosechó ocho títulos de Superliga y una destacada representación de Inglaterra y Gran Bretaña a nivel internacional.

La enfermedad de Rob Burrow no solo afectó su carrera, sino también su vida diaria. En la emotiva entrevista, Burrow describió los primeros síntomas de la EMN: “Mi familia me dijo que arrastraba un poco las palabras, pero no les presté atención ni les creí”.

Con el paso del tiempo, tuvo que ser cuidado las 24 horas del día y acabó pesando solo siete kilos. Dejó de hablar y tuvo que comunicarse a través de una máquina (Eyegaze) que interpretaba el movimiento de sus ojos y los transformaba en audio. Solo podía comer la comida líquida que le daba su esposa Lindsey.

El impacto de Burrow en la lucha contra la EMN fue significativo. Dedicó los últimos años de su vida a recaudar fondos (alrededor de 20 millones de libras) para la investigación de la enfermedad y ayudó a concienciar a la población sobre su existencia y efectos. Por su labor, fue nombrado Caballero de la Orden Británica.

El equipo de los Rhinos destacó su pesar y respeto por la leyenda en un comunicado: “De parte de la familia Burrow, queremos agradecer al personal del Hospital Pinderfields por su compasión y los cuidados para Rob en sus últimos días. Como tributo al increíble trabajo de Rob, la apertura del nuevo Centro Rob Burrows para la EMN del Hospital de Seacroft será el lunes, como estaba planeado bajo petición de Rob. En este momento, pedimos que todo el mundo respete la privacidad de la familia Burrow”.

Rob Burrow fue diagnosticado en 2019 (AP)
Rob Burrow fue diagnosticado en 2019 (AP)

En la misión de dar a conocer la enfermedad y recolectar fondos, el ex capitán del Leeds e Inglaterra, Kevin Sinfield, disputó siete maratones con el objetivo de recaudar más de un millón de libras (1,3 millones de dólares) en apoyo de su ex compañero. “Hoy fue el día que esperaba que nunca llegara. El mundo ha perdido a un gran hombre y un amigo maravilloso para tanta gente”, se lamentó el atleta en un comunicado.

En su mensaje final, Burrow expresó su deseo de que su lucha deje una huella en el futuro tratamiento de la enfermedad: “Como padre de tres niños pequeños, nunca quisiera que ninguna familia tuviera que pasar por lo que mi familia pasó desde mi diagnóstico. Espero haber dejado una huella en la enfermedad. En un mundo lleno de adversidad todavía debemos atrevernos a soñar”.

Guardar