Adam Bareiro se convirtió en una de los focos del mercado de pases en Argentina. Es que el delantero, de 27 años, brilla en esta segunda etapa en San Lorenzo, en la que acumula 36 goles. Con potencia, personalidad, juego físico y aéreo, se transformó en referente, al punto que se ganó la cinta de capitán ya en la era a cargo de Ruben Insua. No obstante, su cláusula de rescisión, que en la actualidad asciende a 3.500.000 de dólares, es una tentación para los clubes con caja que pretendan reforzar la delantera. Y, en ese contexto, River da el primer paso para quedarse con su ficha.
El paraguayo estuvo a punto de marcharse a principios de año, cuando arribaron varias ofertas a la tesorería de Boedo, entre otras, la de Atlético Paranaense de Brasil. Sin embargo, como ninguna alcanzó la cláusula de entonces (7 millones), el jugador permaneció en el plantel. Adam firmó una actualización de contrato hasta diciembre de 2025 pero, como parte del acuerdo, hubo una rebaja del 50% de la llave de salida. Y eso lo ubicó en la vidriera.
En consecuencia, tanto River como Boca se asomaron como posibles aspirantes a quedarse con sus servicios. “No sé qué va a ser de mi futuro. Lo que sé es que disfruté al máximo con esta camiseta, estoy muy feliz. La verdad es que San Lorenzo me abrió las puertas y me dio este presente. Ahora me toca estar feliz por la clasificación y luego pensar en la selección, se viene una Copa América muy importante para mí. Son cosas muy lindas que están pasando en mi vida, y quiero disfrutarlas al máximo”, dijo tras hacer su aporte en la clasificación del Cuervo a los octavos de final de la Copa Libertadores, instancia en la que se medirá ante Atlético Mineiro.
“No quiero mentirle a nadie, a la gente de San Lorenzo. Siempre disfruté al máximo y siempre entregué el 100 por ciento. Estoy agradecido a la gente de San Lorenzo por siempre demostrarme su cariño”, añadió.
El Xeneize aún no movió fichas, más allá de que Juan Román Riquelme supo destacar el espíritu competitivo del atacante. En cambio, si bien no hizo una ofrecimiento formal al futbolista, la dirigencia de River sí contactó al agente del jugador para pautar una reunión esta semana (se espera que se desarrolle entre jueves y viernes) en pos de avanzar.
Sin embargo, no es el único interesado. A Bareiro lo volvieron a tentar de Brasil, un destino que le interesa. Además, de marcharse al exterior, seguiría el consejo de su hermano Rodney, quien hace poco más de un mes había declarado que “le diría que se vaya afuera antes que Boca o River”. “Él se siente honrado que suene su nombre para Boca o River, pero yo le hice saber que la presión va a ser grande. Le dije: ‘Vendiste la imagen que sos muy hincha de San Lorenzo, que lo querés mucho y te besaste el escudo’. Le pregunté si está preparado para aguantar la presión. Me guardo la respuesta que me dio. No es una decisión fácil”, describió en una entrevista con un medio de Paraguay.
El punto es que la institución brasileña que jugó sus cartas para incorporar a Bareiro es... Atlético Mineiro. Sí, el elenco que dirige Gabriel Milito y que el sorteo dictaminó como el adversario en la primera llave mata-mata. Una operación inviable para el Ciclón, porque representaría reforzar al rival. ¿Esto puede favorecer la opción River? Se verá con el correr de los días y las primeras conversaciones oficiales.
Martín Demichelis, orientador del Millonario, disfruta del gran presente de Miguel Borja, pero no tiene reemplazante natural con experiencia. Cuando se ausentó, su rol lo ocupó Facundo Colidio, y lo supo hacer con éxito, pero no es su función natural. Detrás surge el juvenil Agustín Ruberto, goleador del último Mundial Sub 17.
Mientras, parece sólo una cuestión de tiempo el hecho de que el conjunto de Núñez llegue a un acuerdo con Germán Pezzella, defensor formado en el club, hoy afectado a la selección argentina que se prepara para la Copa América. Todo indica que la Banda pagará la cláusula de rescisión del zaguero del Betis, de 32 años, que asciende a cuatro millones de euros.