Un mano a mano, un tiro en el poste y tres remates despejados por el arquero rival. Para una final de Champions League suena a mucho lo que desperdició Borussia Dortmund frente al equipo más ganador de la historia. Los alemanes fueron claros dominadores en el inicio del cotejo en Wembley, pero no supieron reflejarlo en el marcador. Y más tarde lo pagaron muy caro.
Al minuto 20, Karim Adeyemi aprovechó un balón profundo y quedó cara a cara con Thibaut Courtois, pero cuando dejó en el camino al arquero del elenco español, la pelota se le fue muy larga, se quedó sin ángulo y Dani Carvajal llegó a cerrarlo. El defensor merengue lo había habilitado en la partida de la asistencia, pero luego consiguió enmendar su error.
Transcurrieron apenas dos minutos para que el Dortmund volviera a generar peligro. Ian Maatsen se la extirpó a Camavinga en la salida y lo que parecía un contragolpe del Madrid derivó en la más clara para los teutones. El lateral habilitó a Niclas Füllkrug, quien llegó a desviar el balón y lo estrelló contra el poste. En el rebote, no consiguió ubicar a ningún compañero que empujara su centro atrás. Las repeticiones mostraron que probablemente el VAR iba a tener que intervenir por una posible posición adelantada.
A los 27′, Adeyemi salió disparado como una flecha por la izquierda para aprovechar un contraataque amarillo que terminó con él. El delantero intentó quebrar al arquero adversario con un tiro esquinado, pero la respuesta del 1 fue fantástica y, en el rebote, Füllkrug no pudo de cabeza.
La última de peligro estuvo en los pies del austríaco Marcel Sabitzer, quien recibió situado en posición de enganche luego de que el Borussia recuperara un balón por banda izquierda. Los dirigidos por el croata Edin Terzic no se apresuraron en la ofensiva y el 20 desenfundó un derechazo bajo y cruzado que fue bien desactivado por Courtois, una de las figuras de los primeros 45 minutos.
Ya en el complemento, aunque el dominio se dividió y los de Carlo Ancelotti emparejaron, el Dortmund tuvo una situación clarísima previo al 1-0 de Dani Carvajal de cabeza. Adeyemi, movedizo como wing izquierdo, buscó por la vía aérea a Füllkrug y lo encontró. Fue un testazo a quemarropa el del tanque alemán que no pudo batir la valla de un Courtois iluminado. El rechazo del guardameta belga hizo que el corazón le bajara de la boca a los fanáticos madrileños.
Para completar la triste noche en Wembley, Füllkrug llegó a convertir de cabeza cuando restaban un par de minutos para el final, aunque en la única situación en la que consiguió vencer la oposición de Courtois, el juez de línea levantó la bandera y anuló su conquista de forma acertada.