Edinson Cavani acaba de detonar una bomba: se retiró oficialmente de la selección uruguaya. A través de un comunicado que publicó en sus redes sociales oficiales, el delantero de Boca Juniors puso fin a su ciclo con la Celeste, que englobó cuatro Copas del Mundo, un título de Copa América (Argentina 2011), ser el segundo máximo artillero de la historia detrás de Luis Suárez y el tercer futbolista con más presencias de su historia. Detrás de esta decisión hay explicaciones que trascienden su sentimiento por el combinado charrúa.
“Fueron sin dudas muchos años preciosos, tendría mil cosas para decir, contar y recordar, pero hoy quiero dedicarme a esta nueva etapa de mi carrera y dar todo donde me toca estar”. Cavani dijo sin decir. “Esta nueva etapa de mi carrera” es el epílogo de su trayectoria con la camiseta de Boca y el “dar todo donde me toca estar” se convertirá a la brevedad en futuro más que en presente.
El Matador llegó a la Ribera para disfrutar y lo está haciendo, por eso en las próximas semanas extenderá el contrato que lo vincula -hasta hoy- con el club hasta fines de 2024. Juan Román Riquelme está decidido a entablar charlas con él para saber cómo puede llegar a mejorar su estadía en Buenos Aires, aunque Edi y su entorno se hayan muy a gusto en el país y seguramente por eso empezó a exponer en cancha toda su jerarquía.
Luego de una llamativa sequía que hasta generó burlas en los ajenos y por la que Riquelme salió a defenderlo públicamente y recordar sus credenciales futbolísticas a lo largo de su carrera, Cavani empezó a inflar redes y demostró que está para grandes cosas con la camiseta azul y oro. La estrella boquense se despachó con 10 goles en lo que va del año, habiendo disputado 17 partidos de los 25 que lleva jugados Boca hasta ahora. Y firmó conquistas en las difíciles: en clásicos ante Racing y San Lorenzo, en el 1-0 con Godoy Cruz que dio el pase a los cuartos de la Copa de la Liga pasada, en el Superclásico eliminatorio en Córdoba y frente a Fortaleza en la Sudamericana.
Resulta insoslayable marcar que Cavani parecía no formar parte del proyecto de Marcelo Bielsa en Uruguay, ya que no fue considerado en ninguna de las convocatorias desde que el Loco asumió en la Celeste. De hecho, la última participación oficial del ex PSG y Manchester United fue en el Mundial de Qatar 2022, cuando el conjunto dirigido por Diego Alonso fue eliminado en la fase de grupos. Pero Edinson necesitaba esa paz mental de sentirse concentrado 100% en Boca y no divagar con el anhelo de reencontrarse en algún momento con la casaca de su país.
“Lo de Cavani fue un sueño desde el primer día. Para muchos era una locura, por ahí para nosotros también, pero al final tenemos la suerte de tenerlo acá. Es un placer muy grande verlo jugar. Es una maravilla que los chicos de nuestro club lo tengan cada día para verlo controlar, cómo se perfila y los movimientos que hace... Es perfecto. Es un lujo para nosotros”, llegó a declarar Román en uno de los momentos más flojos del jugador en la institución.
El plan de Riquelme consiste en asegurar la permanencia de los máximos referentes del plantel de Boca hasta fines del año próximo. Ya firmó su contrato Marcos Rojo, se acordó la extensión de Chiquito Romero, se lamentó por la negativa de Pol Fernández y el próximo turno está reservado para Cavani. Una vez que concluya la participación oficial del Xeneize en este semestre, Román calentará la pava, cebará el mate e iniciará una larga ronda mano a mano con Edinson para resolver de palabra su continuidad en la institución.
Luego de haber sellado su clasificación a los playoffs de la Copa Sudamericana (ahora Boca aguardará por uno de los terceros de la Libertadores), el elenco conducido por Diego Martínez visitará el domingo a Platense en Vicente López, recibirá a Vélez el viernes 14/6 en la Bombonera y bajará el telón antes del receso de la Copa América frente a Almirante Brown por los 16avos de final de la Copa Argentina el miércoles 19/6. Para ese entonces, es probable que el nuevo contrato de Cavani vaya tomando forma.
El 10 de Boca ya cumplió el viejo anhelo de ponerse la camiseta azul y oro, gritar un gol en la Bombonera, que el estadio entero coree su nacionalidad (“¡u-ru-guayo, u-ru-guayo!”) durante cada partido, que los hinchas le demuestren un afecto inconmensurable en cada aparición pública (hasta un intruso se metió en la cancha en el último triunfo para declararle su amor) y que el fútbol lo mantenga vigente a los 37 años de edad. Pero un animal competitivo de su talla no se conforma solamente con eso.
La herida de Cavani por la final de Libertadores perdida contra Fluminense el año pasado en el Maracaná de Río de Janeiro todavía está cicatrizando. Edinson, que ganó 24 títulos desde que se convirtió en profesional (la gran mayoría con el PSG), todavía no levantó una copa con Boca y se ilusiona con hacerlo en 2024. El Xeneize buscará dar batalla en los tres frentes: Sudamericana, Liga Profesional y Copa Argentina. Sin embargo, la extensión de su contrato hasta fines del año que viene es una clara apuesta a tomarse revancha en la tan ansiada Libertadores.