Una vibrante y apasionante final se vivió en Wembley. Manchester United, pese a su magra temporada, sacó chapa y se tomó revancha de lo acontecido en la definición de este torneo al imponerse por 2-1 ante su clásico rival Manchester City gracias a los tantos de Alejandro Garnacho y Kobbie Mainoo (descontó el belga Jeremy Doku cerca del final).
Uno de los principales protagonistas del Derbi fue el marcador central argentino Lisandro Martínez, quien es un pilar defensivo para el neerlandés Erik ten Hag desde que retornó de su lesión, la cual lo marginó gran parte de la temporada.
Luego de que el Bichito aprovechara un blooper de la defensa de los Ciudadanos, Licha demostró la importancia que tiene dentro del plantel y su rol de líder. En pleno festejo del joven integrante de la selección argentina, el ex Defensa y Justicia y Newell’s se acercó para retarlo por sus efusivos festejos de cara a la tribuna del City (arengó y se besó el escudo del United) y así evitar una posible sanción por parte del árbitro Andy Madley.
El oriundo de Gualeguay, con pasado en el Ajax, volvió a ser protagonista a los 72 minutos. Al defensor comenzó a pasarle factura la larga inactividad y debió ser reemplazado por Jonny Evans. En su camino para retirarse, tanto Doku como el capitán Kyle Walker se le acercaron para recriminarle su actitud, lo que provocó un pequeño tumulto; aunque la situación no pasó a mayores más allá de alguna palabra en el aire o empujón.
El defensor de 26 años estuvo varios encuentros fuera de la cancha por diversas lesiones, pero retornó en la recta final. Sumó sus primeros minutos en la victoria ante Newcastle (ingresó a falta de siete minutos) y luego fue de la partida y reemplazado al inicio del complemento en el triunfo contra Brighton.
La otra cara de la moneda fue para Julián Álvarez, quien ingresó a los 56 minutos por el belga Kevin De Bruyne. A diferencia de otras oportunidades, esta vez la Araña no pudo picar a su rival y estuvo lejos de ser una solución para el director técnico Pep Guardiola. El ex River no estuvo punzante y no pudo aprovechar las situaciones que tuvo.
A los 60, tras la salida de un balón detenido, el oriundo de Calchín capturó un rebote de su propio remate para intentar romperle el arco al camerunés André Onana. Sin embargo, su zurdazo fue muy elevado. Cuatro minutos después recibió un exquisita asistencia de Foden para quedar mano a mano con el arquero, pero el surgido de River Plate no pudo atinarle a la portería y su disparo salió ancho.
Con este resultado, Manchester United, además de superar a su eterno contrincante, se quedó con otro importante premio. Este triunfo les brindó un boleto directo a la próxima edición de la Europa League, algo vital para la institución, ya que producto de su magra Premier League (finalizaron octavos con 60 puntos, a 31 del campeón) estaban fuera de todas las competencias internacionales. Así, Newcastle perdió su lugar a la Conference League, que finalmente fue para el Chelsea. Los Diablos Rojos no ganaban este título desde la temproada 2015/16.
Una vez finalizado el partido, Lisandro Martínez celebró efusivamente con el entrenador Erik ten Hag, cuyo futuro es una incógnita producto de los irregulares resultados.