La situación de Andrés Haupt y Gustavo Verón, los directores técnicos argentinos que llevan tres meses presos en Venezuela, podría cambiar radicalmente en los próximos días. Es que la coyuntura dio un vuelco inesperado en la audiencia preliminar pautada para este martes 21. Los entrenadores de las categorías formativas de Deportivo La Guaira se hicieron presentes, pero quien no se apersonó ante el Tribunal fue el denunciante, José Alexander Gelvez Monterrey, quien los acusó de una agresión en el partido amistoso contra Unión Central de Venezuela desarrollado el 27 de febrero.
Gelvez Monterrey es el hermano del vicepresidente del club UCV y fue quien señaló a los argentinos, que terminaron enfrentando duros cargos por la gresca, entre los que se encuentran “incitación al odio” y “lesiones gravísimas”; acusaciones que ellos rechazan.
Pero la audiencia no se realizó y se fijó una última reunión para el martes 28 de mayo. Este miércoles, la Justicia notificó al denunciante para que se presente ante el Tribunal a ratificar su denuncia. Si decide no hacerlo, el proceso entraría en la etapa final, porque no habría cargos. Y los entrenadores podrían recuperar la libertad, dado que el código venezolano obliga a que el denunciante se presente de manera presencial para continuar con el proceso.
A la espera de una resolución y en el momento de mayores expectativas desde que empezó su calvario, Gómez y Haupt pasan sus días limpiando su celda en la Cárcel de la División 7. No recibieron amenazas, pero sí ellos están alertas ante cualquier situación porque comparten momentos con otros detenidos que, si bien fueron aprehendidos por delitos menores, sienten que el hecho de ser extranjeros pueden jugarle en contra; ese es el principal miedo que tienen.
Infobae tuvo acceso a parte de las imágenes de la pelea que derivó en la odisea de los argentinos. El conflicto comenzó tras una serie de discusiones junto al portón de acceso al campo de juego. Hacia allí se ve que corren las dos plantillas instantes después de que vuelan los primeros golpes. Ambos acusados con indumentaria naranja, no parecen participar activamente de la disputa.
“Nosotros seguimos trabajando para lograr la liberación de los chicos que hoy es lo único que nos ocupa. Es sorprendente que, teniendo en cuenta los supuestos cargos que recaen sobre ellos, el denunciante no se haya presentado. El martes es la última opción y debe darse por finalizado el tema, no solo porque no hubo tal agresión, sino porque ya llevan tres meses de detención para una simple riña”, subrayó Matías Morla, abogado de los orientadores.
“No son fáciles sus días. Desde el estudio estamos en contacto a diario con ellos y lo primero que notamos es su preocupación e incertidumbre. Es una pena que, por diferencias políticas entre dos países, dos ciudadanos inocentes, que nunca tuvieron un solo problema, estén pagando las consecuencias”, describió cómo atraviesan los denunciados este difícil trance.
“Tengo más de 20 años de experiencia en estos casos y el encierro tiene consecuencias directas sobre la salud de las personas. Tanto físicas como emocionales. Y más aún cuando esas personas son inocentes. Por eso seguimos trabajando, hablando con las autoridades y exigiendo la inmediata libertad de Gustavo y Andrés”, concluyó.