Anthony Edwards, la nueva superestrella de la NBA y sus impactantes similitudes con Michael Jordan

El alero de 22 años brilla en playoffs y las redes sociales están inundadas de fotos y videos que muestran los parecidos. Pero no sólo son fans y la prensa. Figuras de hoy e históricas aprueban la comparación. Incluso aseguran que MJ ha dado su bendición

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Hasta hace meses sólo hablar de eso era una locura, algo descabellado. Pero, de repente, en este último tiempo el crecimiento de Anthony Edwards ha sido tan grande que las comparaciones con aquel Michael Jordan joven están a la orden del día, especialmente durante la esperada semifinal del Oeste entre sus Wolves y el campeón Denver. Por estos días, luego de cada partido, abundan videos y fotos en las redes sociales que muestran similitudes impactantes, en gestos, posturas, reacciones, formas, jugadas, tiros, movimientos que te hacen creer…

A tal punto que hay comparaciones que muestran las similitudes de acciones puntuales y hasta montajes que arrancan en una jugada de uno de ellos terminada por el otro, casi 40 años después. Ver a Edwards hoy es casi como ver a Jordan en 4D. Hablar de la reencarnación deportiva de MJ en AE es, más que nada, un juego, aunque es verdad que La Hormiga está haciendo cosas para que no sean pocos los que crean que no es tan temeraria semejante afirmación… Algo que ya vivimos con Kobe Bryant, la copia más cercana -tanto que aún impacta- al Dios del básquet. Pero ojo. No es la prensa. No sólo se suman los fans. Son sus propios rivales, compañeros y megaestrellas de la historia que lo sostienen…

Patrick Beverley comenzó hace un tiempo ya. Ex compañero de Edwards, aseguró que se lo dijo en la cara. “Tenés chance de ser un Michael Jordan”. Y explicó porn qué. “Llevo mucho tiempo en esta liga, he visto muchos talentos, pero pocos así, con tantas cosas. Está claro que tiene el talento y las habilidades increíbles, pero hay más atrás y por eso digo que puede ser alguien realmente muy especial. MJ fue MJ porque tenía todo, no sólo el talento. Tenía el deseo, la mentalidad, la forma de trabajar y jugar. Tiene, como Michael, esa sonrisa, ese carisma que cautiva, esa actitud encantadora… Pero en la cancha es un monstruo, un asesino como Jordan”, explicó.

Anthony Edwards y su festejo.
Anthony Edwards y su festejo. Mandatory Credit: Isaiah J. Downing-USA TODAY Sports

Pero ojo, no es un ex compañero solamente. Hay uno actual que piensa parecido. “Honestamente debo decir que me hace acordar a un Jordan joven. Obviamente, tienen muchos de los mismos gestos. Y de sus jugadas, movimientos, las volcadas, su capacidad atléticas, algunas de las acciones defensivas que también hace. Pero, a la vez, mi opinión va más allá, especialmente cuando hablamos de su ética de trabajo, la mentalidad Nunca vi un muchacho o he tenido un compañero que crea tanto en él como Anthony Edwards. Y pocos con su enfoque y agresividad en la cancha”, comentó en la cadena Fox Sports.

Kevin Garnett, uno de las mayores leyendas de la historia y particularmente de la franquicia donde brilla Edwards, fue en la misma línea, sin miedo. “Me hace acordar al Jordan del 84. Sí, sí, escuchan bien. Si no estuviera Anthony Towns, Edwards promediaría largamente 30 puntos. Su talento es apabullante y juega en los dos lados de la cancha. Como Jordan. También lo veo en sus formas, en que no egoísta, en que quiere ganar por sobre todo”, completó. Y hasta Charles Barkley, siempre polémico, se sumó. “Sí, la verdad, me hace acordar a MJ y a Kobe, básicamente porque mataría por ganar un partido”, sumó.

¿Qué dirá MJ? Chris Broussard, periodista reconocido en el ambiente, aseguró que habló con Jordan y que MJ aprueba la comparación. “Me dijo que está de acuerdo, que ve similitudes en su juego”, aseguró. Pero no se lo digan a Edwards. “Esta comparación quiero que pare. Es el mejor de todos los tiempos, no pueden compararlo conmigo. No es posible”, remarcó.

Tremenda volcada de Anthony Edwards
Tremenda volcada de Anthony Edwards . Mandatory Credit: Isaiah J. Downing-USA TODAY Sports

Claro, para que pare la comparación, él deberá dejar de hacer jugadas y gestos que recuerden al más grande. Como en la paliza de Minnesota a Denver, nada menos que en la casa del campeón para poner el 2-0 en la serie de semifinales del Oeste, cuando hizo un par de acciones jordanescas e incluso en una, un bombazo, hizo un gesto de Jordan que quedó en la historia. Aquel en que abrió los dos brazos como diciendo “¿Qué querés que haga?” directamente a Magic Johnson que estaba comentando aquel Juego 1 de la Final de 1992, cuando Michael metió 35 puntos -y seis triples- a Portland durante el primer tiempo. El llamado The Schrug Game.

Como MJ, Edwards está elevando su juego cuando más cuenta, en playoffs. En la temporada regular la rompió y Minnesota impactó a todos peleando el N° 1 del Oeste. Promedió 26 puntos, 46% de campo, casi 36% triples y 84% libres, con 5.4 rebotes y 5.1 asistencias. En esta postemporada subió a 32.3 tantos, 55% de campo, 42% triples, 6.8 recobres y 5.8 pases gol. Una verdadera locura, generando acciones lucidas, apareciendo en los momentos más determinantes y, lo más importante, siendo decisivo en ataque y defensa. Es el líder en ambos costados, dentro de un equipo que ratifica tener la mejor defensa del torneo, además de una ofensiva diversificada.

Claro, pero las similitudes no se detienen ahí. Le pasaron cosas similares y las resolvieron de igual forma, con determinación y resiliencia. Michael, de muy chico, prefería otro deporte, el béisbol. Y lo jugaba, soñando con llegar a las Grandes Ligas, algo que intentó cuando tuvo su primer retiro, en 1993. Anthony, mientras crecía en Atlanta, también prefería otro deporte, el fútbol americano (jugó en tres posiciones distintas), y soñaba con llegar a la NFL. Pero, en ambos casos, tuvieron hermanos mayores que los inclinaron hacia el básquet.

Y, además, los hicieron sufrir. Mike, por caso, para ganarle a Larry, en el patio de atrás de su casa. El más grande de la familia era más fuerte y jugaba bien, no lo perdonaba. Así alimentó su espíritu competitivo que, de por sí, era importante. A Anthony le pasó lo mismo, contra Bubba.

El ascenso de MJ, recordemos, no fue fácil. Fue cortado del equipo principal del secundario Laney, por el coach Pop Herring, y desde aquel día, luego de llorar desconsoladamente, se juramentó no volver a vivir aquella situación. Trabajó y se reinventó hasta ser el mejor del secundario y llegar a la Universidad de North Carolina. Algo parecido sucedió con the Ant, como le puso su padre desde pequeño. Para reafirmar su sueño un día escribió en la pared “Futuro NBA”, con indeleble. Una ambición que potenció luego de recibir dos golpes devastadores, la muerte de su madre Ivette, primero, en 2015, y ocho meses después de su abuela Shirley, ambas víctimas de cáncer. “Haré que ellas se sientan orgullosas de mí”, le confesó a Bubba en la intimidad.

Mandatory Credit: Ron Chenoy-USA TODAY
Mandatory Credit: Ron Chenoy-USA TODAY Sports

Para eso trabajó, viendo a sus referentes e ídolos. Kevin Durant fue uno, claro, al que veía brillar en la NBA, pero desde Youtube también miraba a MJ. Y copiaba, sin grandes dificultades, lo que veía y hoy ha perfeccionado. Igual que hizo Kobe. Los movimientos, la explosividad, el despegue, la capacidad atlética, la versatilidad, la sonrisa, los gestos, el carisma… Claro, sin olvidarnos del carácter, de la mentalidad asesina de MJ y Kobe. Edwards tiene todo. Y lo muestra. En el mejor escenario posible. El techo sólo él lo sabe. Por ahora disfrutemos de la nueva superestrella que sacude a la NBA con apenas 22 años.

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