El CEO de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, reveló dos posibles cambios a mediano y largo plazo que pueden generar un fuerte impacto en caso de que lleguen a concretarse. Uno apunta a las carreras Sprint sabatinas y el otro a un posible regreso de un tema que va a alegrar a los fanáticos y generar ilusión, y está vinculado a los motores, nada menos.
El italiano Domenicali, que supo ser jefe de equipo de Ferrari, hace de local este fin de semana en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola, donde se correrá la séptima fecha de la temporada y comenzará el periplo europeo regular. Dejó algunos interesantes conceptos sobre las modificaciones que tiene en mente para lo que se viene, en una rueda de prensa reservada a pocos medios locales, entre ellos La Gazzetta Dello Sport y Motorsport Italia. .
Primero se refirió a la posibilidad de que todas las fechas de 2025 hayan carreras Sprint. “Los números nos dicen que los fines de semana sprint son populares. Sabemos que también hay una parte del público más tradicionalista, que sigue la Fórmula 1 desde hace mucho tiempo, y a la que no le gusta especialmente este formato, pero en términos de atractivo no hay duda de que el recorrido al Sprint es el correcto”.
La carrera Sprint se desarrolla los días sábados y tiene un tercio de la extensión que tiene la competencia dominical. Esta temporada tiene seis eventos con las carreras sabatinas y Domenicali apunta afirmó que “el cambio de formato introducido este año satisfizo las demandas de los ‘tradicionalistas’ al mantener la clasificación el sábado por la tarde y abrir el parque cerrado (N. de la R: lugar donde los autos no pueden ser tocados por los equipos) después de la carrera al sprint”.
Sin embargo, el espectáculo que suele verse en las carreras Sprint no siempre es bueno y también los corredores suelen medirse porque saben que un daño en el auto puede perjudicarlos para la competencia importante del domingo.
Otro punto controvertido es el presupuesto, ya que si en todas las fechas del año próximo hay carreras Sprint, esto afectará al límite presupuestario de 150 millones de dólares anuales, sin contar el salario de los pilotos ni de los ingenieros en jefe.
Aunque Domenicali se refirió un tema clave, que es el de los motores. Desde la llegada de la tecnología híbrida (un motor a combustión y otro eléctrico) en 2014, la F1 perdió la sinfonía que siempre la caracterizó. Esa música única de los motores V8 identificó a la categoría y ni que hablar en los tiempos de los V12 y V10 de los años noventa. Los fanáticos piden ruido y hoy no lo tienen.
Ante el cambio que se vendrá en 2026 con el ciento por ciento del uso de los combustibles sintéticos, con el objetivo de reducir la contaminación, Domenicali no descarta que los híbridos se terminen y que en 2030 puedan regresar los V8 con impulsores a combustión.
“Tan pronto como se defina el reglamento de 2026, empezaremos a pensar en los siguientes pasos, como el motor de 2030″, dijo Domenicali.
“Es una consideración personal mía, aún no compartida con los equipos, aunque lo hayamos hablado con la FIA, que si los combustibles sostenibles funcionan, tendremos que evaluar cuidadosamente si continuar con la tecnología híbrida o si habrá mejores soluciones disponibles”, reveló.
El año pasado, el actual tricampeón mundial, Max Verstappen, apostó por la vuelta de los motores V8. “Sin duda me desharía del híbrido”, dijo. “Creo que todo el tiempo, cuando vuelvo a subirme a un V8, siempre me sorprende lo suave que es el motor”, destacó.
“La velocidad punta es lenta comparada con lo que tenemos ahora, pero es sólo la recogida del motor, y el par”, agregó quien nunca corrió con motores V8 a combustión.
“Es tan suave todo el proceso de entrega, las reducciones y las subidas. Es mucho más natural que lo que tenemos”, concluyó el neerlandés de 26 años, que este fin de semana defenderá la punta del campeonato luego de cuatro triunfos en los primeros seis Grandes Premios.