Alejandro Papu Gómez continúa alejado del fútbol profesional por la sanción de dopaje que recayó en él a raíz de un control que le realizaron mientras era parte del Sevilla, previo al Mundial de Qatar. Mientras atraviesa ese proceso, el mediocampista argentino decidió dar por terminada una de las etapas más dolorosas de su carrera: la pelea con su ex entrenador Gian Piero Gasperini, que decantó en su abrupta salida del Atalanta.
Las fotos se difundieron en las últimas horas, a raíz del reencuentro que tuvieron Papu y Gasperini en un famoso restaurante de Bérgamo, llamado Il Caffè del Tasso, donde sellaron la paz. Marcello Menalli, señalado por SkySports como el propietario del restó donde se reunieron, compartió una foto en sus redes y afirmó: “Se ha hecho la paz... Hermosa noche con Gian Piero Gasperini, Papu Gómez y Tullio Gritti”. Desde el perfil oficial del local también compartieron otra postal de ambos sonrientes en la puerta bajo el lema “una velada inolvidable”, más los emojis de los colores del Atalanta.
Un detalle parece ser clave en esta reconciliación. Gritti es la mano derecha de Gasperini desde el 2012, acompañándolo en Genoa, Palermo y Atalanta. Según afirmó el diario L’Eco di Bergamo, el asistente del DT fue clave para lograr esta cena en el histórico restó de la Città Alta: “Tullio Gritti, que mantiene excelentes relaciones con ambos, actuó como mediador”.
Este cónclave en la Piazza Vecchia de Bérgamo Alta se da a horas de un partido de alta relevancia para la historia del combinado italiano que tiene a Gasperini atravesando su octava temporada en el banco de suplentes: disputará la final de la Copa Italia contra Juventus este miércoles (desde las 16, de Argentina) en el Stadio Olimpico de Roma. La única vez que Atalanta se apoderó de esta corona fue en 1963, ya que luego perdió las definiciones de 1987, 1996, 2019 y 2021.
Gómez tuvo el gran salto de su carrera profesional en ese club. Llegó a ser capitán, en un idilio total con Gasperini. Sin embargo, el vínculo entre ambos se quebró abruptamente y a finales del 2020 estalló un verdadero escándalo que eyectó de la entidad al Papu.
Ya con el mediocampista vestido con la indumentaria del Sevilla, se cruzaron declaraciones que pusieron el conflicto entre ambos en otro rango: Papu aseguró que desobedeció una indicación táctica en un partido de Champions League, pero habló de una “agresión física” que hizo salir a responderle a su ex DT. “La actitud de Gómez, en el campo y fuera del campo, se había vuelto inaceptable para el entrenador y los compañeros. La agresión física fue suya, no mía”, relató el italiano en agosto del 2021 en el diario La Gazzetta dello Sport.
Gómez estuvo en Sevilla, fue campeón del mundo en Qatar con la selección argentina y luego se sumergió en un nuevo escándalo cuando fue suspendido por dopaje en octubre del 2023 a raíz de un control realizado un año antes en el club español. En ese momento Papu era parte de la plantilla del Monza italiano, pero quedó suspendido inmediatamente por dos años.
Si bien mantuvo un largo silencio en torno al tema, posteó en marzo del 2024 un mensaje en sus redes luego de conocerse que habían rechazado la apelación: “Hola a todos, como ya saben rechazaron la apelación. Es una noticia súper dolorosa y que me desilusiona mucho. Con mi equipo de trabajo y abogados vamos a seguir luchando hasta las últimas instancias para volver a jugar. Gracias por los mensajes de apoyo y cariño. Acá estamos a pesar de las dificultades, más fuerte que nunca”, dijo el futbolista de 36 años que está inhabilitado hasta octubre del 2025.
Desde que sufrió este alejamiento forzado del fútbol, el surgido de Arsenal de Sarandí se refugió en el mundo del pádel. Es habitual que suba imágenes con su esposa Linda Raff, su amigo el ex goleador Germán Tanque Denis o la figura de esa disciplina, el argentino Tolito Aguirre. “Estos 4 meses me salvaste la vida pádel querido, el vestuario, la gente, competir, jugar. Mentalmente me ayudaste mucho, Gracias”, había escrito en febrero tras subir una foto disputando un partido.
Mientras todo esto sucedía, Gasperini y Gómez cruzaron señales públicas de paz. El futbolista, durante una entrevista con el Corriere della Sera el año pasado, acercó las posiciones: “Somos adultos, es cosa del pasado. Han pasado dos años, esperamos volver a encontrarnos pronto y despedirnos. Por supuesto, dejar Bérgamo así no fue agradable, especialmente para la afición de la que no me despedí y que no sabía la verdad en ese momento. Tiene un método de trabajo para el que se necesita la mente adecuada. Estuve muchos años con él y me adapté”.
Y el reencuentro llegó...