En las últimas horas estalló un escándalo en Botafogo: el ex Boca Juniors y San Lorenzo Óscar Romero fue separado del plantel junto a su compañero uruguayo Diego Hernández luego de que protagonizaran un acto de indisciplina previo al viaje del equipo a Perú para enfrentarse a Universitario este jueves por la Copa Libertadores. Tras el comunicado oficial del club, los medios brasileños divulgaron cuál fue el motivo de su exclusión: habrían metido mujeres a la concentración.
“Botafogo informa que, por motivos disciplinarios, los atletas Romero y Diego Hernández no continuarán con la delegación de Fortaleza a Lima, donde Botafogo enfrentará a Universitario, el jueves (16), en la Conmebol Libertadores. Ambos regresan a Río y realizarán actividades separadas en los próximos días en el CT Lonier”, fue lo que informó el Fogao a través de las redes sociales.
En tanto, el sitio Globo Esporte se hizo eco de la noticia y aportó más información al respecto: “Romero y Diego Hernández llevaron mujeres al hotel de la delegación”. Detallaron que incumplieron con las normas durante la concentración ya que los encontraron con dos chicas en la habitación que compartían en el hotel ubicado en Ceará, tras el empate por el Brasileirao contra Fortaleza en el que Romero fue titular y Hernández entró en el complemento.
Según el artículo, los futbolistas tuvieron unas horas libres a partir de las 20 y se acordó un horario determinado para el descanso, desayuno y partida hacia el aeropuerto rumbo a Lima. Sin embargo, los extranjeros no cumplieron: “La pareja extranjera conoció a mujeres y las llevó al hotel sin decírselo a nadie. Para colmo, fueron descubiertos por miembros del cuerpo técnico. Hubo una conversación privada entre los dos jugadores y gente del máximo nivel del club en Fortaleza, y la decisión de destituirlos fue prácticamente inmediata. El acto fue tan directo que algunos jugadores ni siquiera supieron lo que pasó en un primer momento, teniendo que preguntar a otros compañeros”.
El entrenador, Artur Jorge, decidió prescindir de ambos futbolistas de cara al choque contra Universitario. Los boletos de avión del paraguayo y uruguayo cambiaron de destino: en lugar de dirigirse a Perú fueron a Río de Janeiro, donde se entrenarán de forma diferenciada en los próximos días con uno de los preparadores físicos de la entidad carioca.
Al margen de una multa económica y su exclusión para el duelo por la Libertadores, adelantaron que el Botafogo volverá a tenerlos en cuenta de cara al match del próximo domingo ante Corinthians, en San Pablo, por la séptima jornada de la liga brasileña.
“La postura de Botafogo es poner fin a la situación (...) La directiva se comprometió a silenciar el episodio para no generar novedades antes de un partido importante para la Conmebol Libertadores. Internamente, el caso se considera cerrado y ya no se tocará. El foco de la directiva está en la Libertadores y se entiende que el castigo fue una forma de enviar un mensaje a Hernández, Romero y todos los jugadores del plantel para situaciones ahora y futuras”, sentenció GE sobre el caso.
Quien decidió tomar la palabra luego de que trascendieran algunos detalles fue el propio Romero, quien declaró en el programa Fútbol a lo Grande (Paraguay): “Se sacan las cosas de contexto. Mi familia está afectada. Aclaro que el club tomó la decisión, pasaron cosas en una concentración, que no deberían suceder. Hay que acatarlo y estar listo para estar a disposición”.
Y añadió: “El club tomó la decisión que regrese a Río. Hubo un problema de convivencia en la concentración. Se especula mucho con el término indisciplina. Quizás se podía manejar de otra manera el tema, pero hay que acatarlo. A mí me informaron la decisión de volver a Río y quedé sorprendido. Quizás cuando regresen los dirigentes y cuerpo técnico, hablaremos y vamos a resolver”.