En una impactante carrera de obstáculos de handicap de yeguas Clase 5, el subcampeón jockey de la temporada anterior, Sean Bowen enfrentó un momento de peligro extremo que puso a prueba tanto su destreza como su suerte. Durante el evento, el jockey no pudo competir efectivamente con la yegua Princess Unique, cotizada con probabilidades de 18-1, dejando al público y a los profesionales del deporte en vilo ante un desenlace que pudo haber sido trágico.
Desde el inicio de la carrera de la competencia 2m3f, la pareja tomó la delantera, pero las complicaciones surgieron al aproximarse al primer obstáculo. Princess Unique, regresando a la competición tras un descanso de 233 días, mostró una conducta impredecible al girar a izquierda y derecha, para finalmente girar bruscamente hacia la izquierda justo antes del salto, lo que resultó en una caída dramática para el jockey británico de 26 años.
“El pobre Bowen no tuvo ninguna posibilidad de aguantar y fue catapultado hacia adelante sobre el salto”, describían los testigos. Al caer, Bowen impactó contra el césped con su brazo derecho, y fue durante ese momento de vulnerabilidad que otro caballo, Hey Day Baby cotizado 8-1, casi lo golpea directamente en la cara mientras galopaba hacia él. “Estuvo literalmente a milímetros de aplastarle el cráneo”, comentó Mick Fitzgerald, ex ganador del Grand National, mientras observaba el evento en Sky Sports Racing.
El incidente no se limitó a esta caída, ya que Princess Unique, ahora sin jinete, continuó su carrera errática, causando otro dramático derribo al interferir violentamente contra Jamaicaine, montado por Brendan Powell y propiedad de JP McManus. Jamaicaine fue eliminado completamente de la competición, poniendo en riesgo a Powell, quien, afortunadamente, logró apartarse de cualquier peligro adicional.
A pesar de los peligros enfrentados, se reportó que milagrosamente ni los jinetes ni los caballos sufrieron lesiones graves. La resiliencia y rápida recuperación de Bowen no pasaron desapercibidas, destacando la fortuna de haber evitado consecuencias más severas.
Los espectadores y aquellos que siguieron la carrera a través de diversas plataformas expresaron su alivio y admiración por la valentía de los jinetes. “Maldita sea... alguien lo estaba mirando desde arriba. Un niño afortunado”, expresó un seguidor a través de X (ex Twtter). Otro hizo alusión a que la suerte estuvo del lado de Bowen esta vez: “Billete de lotería de camino a casa para Sean Bowen”, mientras que un tercer comentario homenajeó la valentía de los participantes, “¡Me quito el sombrero ante estos muchachos, valientes como leones! Eso podría haber sido horrible.”